Después de cinco años en BBC Two,
la famosa serie pasó al principal canal de tv de Reino Unido. Y no sorprende. La
serie creada por Steven Knight ha visto crecer su audiencia significativamente,
y desde Netflix su popularidad se ha extendido. Después del espectacular final
de la 4ta temporada, la actual sesión nos presenta un punto de inflexión justo
en un cambio de década, junto al ingreso de nuevos y geniales personajes a la
trama.
Con ese duelo en la playa se dio
un giro de guion que, de cara a la 5ta
sesión, prometía cambiar la serie. Y luego de observar los capítulos de esta
temporada, comprobamos que el riesgo dio en el clavo. La entrada de Tommy
Shelby al Parlamento, el continuo fantasma de su stress postraumático y el
ingreso de nuevos personajes, llevaron a “Peaky Blinders” a un nuevo nivel.
La historia se desarrolló considerando
la crisis financiera de 1929, y en la que Tommy tiene su primer contacto con el
mundo político, teniendo que tomar decisiones que afectarán no solo el futuro
de la familia, sino también el de su nación. Esto se debe a que la serie
engancha, de manera perfecta, con el ascenso del fascismo en Europa, algo que su creador
ya había adelantado: “Tommy Shelby se enfrentará a la fuerza más oscura que haya enfrentado jamás”
Desde el primer minuto pasan
cosas, lo que hace que cada episodio, de más de 50 minutos cada uno, atraviesen
por un tobogán de sucesos y emociones. Desde el arranque nos muestran que la mente de Tommy cada vez
está peor, con constantes delirios y recuerdos de Grace, más el temor de
perder su imperio. Asimismo, nos presentan las tramas de los demás personajes e
inducen a uno de los villanos de la temporada: los Billy Boys.
Arthur y Polly siguen teniendo
peso dramático y se mantienen como soportes fundamentales de la trama, pero ya
mostrando algunos sesgos y tomando sus propias decisiones; Michael tuvo
una evolución notoria en protagonismo y carácter, pues perdió mucho dinero de
la compañía producto de la crisis estadounidense. Sin embargo, regresa casado
con una atrevida chica que, de seguro, será un dolor de cabeza para la dinastía
Shelby y agitadora en la disputa entre Tommy y Michael, la cual ya fue
introducida en una gran escena y que alimentará la próxima temporada.
Y la política ingresó al guion de
la mano de Oswald Mosley, líder de la Unión Británica de Fascistas y a
quien solo le interesa el poder. El mejor capítulo de la temporada, el quinto, lo
deja bien estructurado y plantea todas las preguntas. Mosley ve una ventaja en
el liderazgo de Tom, quien accede para socavar el movimiento desde adentro.
¿Podrá hacerlo?.
Mientras los Billy Boys pusieron
la acción y la confrontación en la temporada, Mosley se erigió como ese antagonista
poderoso que describía Knight y quien,
probablemente, marcará las decisiones del líder de los Shelby. Fue muy audaz la
forma en que decidieron introducir el ala política a una serie que no la había
requerido, pero como el perfil de cada uno estuvo tan bien hecho, no se sintió
forzado, por el contrario, le otorgó amplio oxígeno a la serie para que los
Peaky Blinders caminaran, por primera vez, sobre la cornisa.
La elegancia visual de la
serie es una de sus características más notorias, pero en esta 5ta sesión ampliaron la apuesta
con una fotografía increíble. La ambientación y puesta en escena se distiguen
con un correcto uso de la vestimenta de la época, tonalidades oscuras, mucho
humo, y un gran uso de contraluz. Escenas como la crucifixión del hijo de Aberama, o Mosley mirándose
en el espejo, dejan ver un manejo audiovisual de altura y que le suma puntos al
drama.
De la banda sonora ni hablar.
Perfecta mezcla de rock de la época con canciones más contemporáneas y que calzan
con toda la rebeldía que transmite.
Tommy Shelby evolucionó pero no
sabemos si para bien. Este desarrollo ha
apuntado a la psique del líder de un clan que se desestabiliza; recordemos que
ahora sabe que su abuelo y su madre se suicidaron, al tiempo que el fantasma de
Grace lo invita a estar con ella. Sin dudas el crecimiento, desde la 1a
temporada hasta ahora, ha sido coherente y demuestra el gran trabajo del guion con
este protagonista.
El final nos dejó abierta la
disputa entre Tommy y Mosley, además de McCavern, y la de Tommy y Michael
por el control de la familia. Una muy buena temporada que mantiene el
nivel de una de las series del año, que además deja sobre la mesa a la política
y la venganza como caldos de cultivo para que los Peaky Blinders renazcan en
gloria o sucumban definitivamente ante los nuevos tiempos que se avecinan, con
el inicio de la década de los ’30 y un recambio generacional.
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