Ya van 6 temporadas y un público cautivo, pero que ya estaba
algo hastiado tras las dos emisones anteriores. Muchos siguen concordando en
que nada podrá superar a “Asylum”, la espectacular segunda parte de esta
antología, pero “Roanoke” acaba de darle una cachetada a todos los espectadores
en el vuelco más extraño y sorprendente que una serie haya mostrado en mucho
tiempo, y en su capítulo de mitad de temporada.
Desde el comienzo el formato documental de la sexta
temporada de American Horror Story generó un quiebre. La historia siempre
ha sido clara en cuanto a su temática, el opening, los personajes. Cuando Jessica
Lange declaró que no estaría en esta temporada muchos la dimos por muerta (a la
serie, obvio) pues la actriz siempre fue un pilar fundamental. ¿Qué nos podría
ofrecer Ryan Murphy sin Jessica? .
La apuesta con “Roanoke” fue jugar al misterio desde el
principio. Esto fue clave para generar expectativas y sorprender con una
propuesta fresca, que pareció enganchar bien desde el comienzo. El atrevimiento
de repasar fórmulas del documental (en pleno boom tras “Making a Murderer”) parecía
un buen intento que renovaba la pantalla y que se acercaba a referentes exitosos
como “El proyecto de la bruja de Blair”, “Unreal” y “Scream”. La
temporada no planteaba nada muy novedoso porque esto de las máscaras y las
casas embrujadas es un tremendo cliché, pero eso era lo interesante, el
descubrir adonde nos sorprenderían y con qué. Sin embargo, los capítulos 3,4 y
5 fueron desdibujando la propuesta. ¿Otra AHS para odiar?.
El capítulo 6
El equipo de guionistas decidió darle una cachetada a su
público y fundir las dos narraciones que habían desarrollado hasta ahora: la
realidad, que se muestra en las entrevistas con los protagonistas originales, y
la recreación de ficción, con sus actores estables. El productor del
formato, Sidney (Cheyenne Jackson), empujado por el éxito de la primera
edición, quiere hacer una secuela reuniendo en la casa donde todo ocurrió a las
víctimas y a las estrellas que les dieron vida. Comienza así la aventura
sangrienta y, también, un divertido juego de relatos.
Escribió el episodio Ned Martel y lo dirigió Angela Bassett.
Y supieron encontrarle el lado más cómico, porque hay críticas por doquier: a
la tv de entretenimiento, a lo que ocurre en los backstage y un encuentro
de dobles que nos dejó con la boca abierta. ”Roanoke” la estaba teniendo
difícil cuando debutó en septiembre, con el temor del público de
enfrentarse a otra “Hotel” o “Freak Show”, pero Ryan Murphy y Brad Falchuk
parecen haber recuperado el ingenio y la originalidad que han hecho de ambos
unos guionistas muy certeros. El giro de “Roanoke” es simplemente espectacular.
La idea de que este documental se haya vuelto extremadamente
popular, tanto así que llegasen a hacer un reality del terror, nunca me lo
hubiese imaginado.
Los actores!
Es muy notable ver cómo cambian las personalidades de los
que conocíamos como Shelby, Matt y Lee, pasando del mundo de las recreaciones a
los reales actores detrás. Sarah Paulson hace un papel muy bueno como Audrey,
la típica actriz diva y altanera. Me gustó ver a Evan Peters en un
nuevo papel (como Rory) como el actor que está viviendo el sueño de Hollywood. También
se luce Ángela Basset como Monet, una actriz muy prejuiciosa. Y qué
decir de la incombustible Kathy Bates, quien se luce en el doble papel de
La Carnicera y Agnes, una mujer que se obsesionó con el rol y que por esto
atraviesa un momento de inestabilidad mental. Y Sidney, el productor y
creador de este reality “My Roanoke Nightmare” y “Roanoke: 3 Days in Hell”,
es un ser frío y ambicioso que seguramente cortará muchos paños en lo que queda
de serie.
Cuántas preguntas nos deja este viraje en 180 grados!,
porque todo parte de cero pero con aliños nuevos y frescos. ¿Qué viene ahora?,
¿Cómo será incorporada Taissa al reparto?, ¿Llegará como bruja, la misma de
Coven?. Recordemos que Ryan Murphy
señaló que el personaje de Lady Gaga era la primera suprema. Ahí podría haber
una conexión importante ¿o estamos elucubrando demasiado?.
Bueno, sin duda que los capítulos siguientes debieran ser
estrepitosamente extraños para desentonar, porque la serie iba cuesta abajo en
críticas después del segundo episodio y Murphy, conociendo bien a su público,
da vuelta la tortilla y nos deja llenos de preguntas que sólo este gran elenco
y una potente historia podrán responder en lo sucesivo. Tanto así, que en los
foros ya muchos advierten que esta “Roanoke” podría desplazar a “Asylum” del
primer lugar de las AHS.