Uno de los films más esperados del año ha llegado y tiene al
mundo abarrotado en críticas negativas. Sin spoliear, doy mi visión de esta
película que reúne a dos superhéroes que tienen varias generaciones de
fanáticos, siendo ese uno de los grandes problemas, junto con el del relato y la
edición.
Marvel ha dado, de a poco, una pauta sobre las películas que
superhéroes que la gente quiere ver. Tanto “Iron Man” como “Capitán
América” sobre todo, se han fortalecido y asentado su éxito en historias
bien elaboradas, hasta con narrativa dramática que no suena forzada y que se ha
anexado al efectismo de la película. Desde el año pasado que los trailers
(siempre muy bien minuteados, no nos engañemos) nos venían avisando que “Batman
vs Superman: dawn of justice” sería de aquellos films inolvidables. Cada héroe
arrastra una historia, en el cine y la tv, apoteósica, pero mi gran duda era
saber si Zack Snyder sería capaz de responder al reto.
Primera cosa. El film carece de un tono que lo defina; no es
una película de Batman y tampoco una película de Superman, ni de ambos en
conjunto. El gran problema acá es que no se impone una certeza. Por
ejemplo, ver a Tony Stark creando una armadura y haciendo mejoras en ella,
película a película, muestra que el plantear un verosímil te permite entender
mejor lo que cuentas y prorrogarlo a siguientes secuelas con mejor fluidez; una
buena historia y un planteamiento correcto sobre qué leyes de la realidad se
buscan alterar, puede construir un hilo conductor que anexe los efectos
especiales, típicos de estas producciones, como un valor agregado a la historia.
Y ninguna cosa es mejor que la otra. No es el caso en la segunda película DC
Comics/Warner Bros.
Segundo y predecible. Hay abuso de los efectos especiales y
problemas de edición; por ejemplo, el batimovil participa en secuencias donde
los videojuegos tienen mejor fotografía, luz y velocidad, mientras que las
peleas de Superman y Mujer Maravilla carecen de estética y no se ven reales.
Tercero y reitero, hay una falta de delimitación sobre qué historia se quiere
contar. Y cuarto: dos públicos distintos a los cuales satisfacer. Quinto: la
falta de eje queda aún más descubierto por una serie de pomposas discusiones
sobre la humanidad, las que giran sobre sí mismas sin llegar a ninguna parte ;
la psicología de los personajes tampoco está muy bien elaborada y no están a la
altura de tamaña grandilocuencia. Al final todo es un problema de expectativas
ante el enfrentamiento del siglo…eran demasiado altas, y más aún, con el peso de
empezar a construir, de un momento a otro, un universo compartido para hacerle
competencia a los héroes de Marvel.
Pero también queremos rescatar puntos positivos, esto no es
un gran desastre. Veamos:
Henry Cavill es un buen Superman. Qué difícil ponerse en el
traje azul y capa roja. Es de esos papeles que te encasillan como actor. Cavill
es un sucesor digno de Christopher Reeve, tiene un look apropiado al Superman
heroico de los ’80 y pareciera estar más perturbado emocionalmente. En
2013, la química con Amy Adams (Lois Lane) y la relación con sus padres mantuvieron
al personaje conectado a tierra, incluso cuando los ángulos de cámara (malos)
de Snyder amenazaron con marear al público, Cavill se elevó como una verdadera
estrella de ese cine heroico.
Ben Affleck hace su propia versión de Batman. Mi temor es que
era demasiado pronto para ver otro Batman en el cine. Porque Christian Bale
había dejado un algo imperecedero en su interpretación en "The Dark Knight."
Ben Affleck no es un novato y eligió no fijarse en esas trampas comparativas,
ofreciendo un anti-héroe diferente: un canoso hombre murciélago, casi en los 50,
que está muy desilusionado de la vida. Su interpretación no es la mejor – lo
sobrepasan Bale y Michael Keaton- pero no está entre los peores tampoco. Él nos
da un Batman que entra en conflicto con cuánto espacio tendrá para crecer, tomando
en cuenta las secuelas que se están barajando.
Gal Gadot como la Mujer Maravilla. Su participación en el
film era, más bien, un estudio para ver si ella aguanta una franquicia como la
Mujer Maravilla. Su papel es pequeño pero alentador respecto a lo que vendrá en
2017 con “La Mujer Maravilla”, dirigida por Patty Jenkins. Aportó.
Menos personajes. Lo que conlleva menos complicaciones
narrativas que la mayoría de las películas de superhéroes interconectados de
Marvel; en ese sentido, ésta es más simple y no hace falta un manual para
entender a estos personajes, que ya tienen 50 años en el cine, pero a los que
hay que darles un carácter más actual, hacerlos más contemporáneos, y en esa
tarea no siempre se acierta.
A diferencia de Nolan (que logró transformar su saga en una
obra de arte del cine), Snyder creó una película que sólo puede verse con
bebidas y cabritas. La película tiene mucha adrenalina pero le falta historia, un
eje. También tiene problemas de edición en las secuencias de batalla, la luz no es de las mejores. La BSO es adecuada, a cargo de dos próceres a la hora de componer para películas de acción. Sin embargo, no descuidemos la idea de que esta película está tratando de
construir otro púbico, de renovar los fans, aquellos que buscan el efectismo,
por eso era más fácil no tener peso dramático y enfatizar los efectos. Ninguna
de las dos cosas se logró correctamente y la película llegará de distinta forma
a los dos tipos de espectadores que tendrá: Unos van a quedar decepcionados
porque no van a sintonizar con mucho de lo que se ve en pantalla. Y los otros,
van a quedar decepcionados porque conocen la materia prima, el lugar desde
donde parte todo, y esperaban que el primer puntapié para “La Liga de
la Justicia” estuviera más a la altura. Porque, señoras y señores, eso es lo
que de verdad importa…efectivamente este film es sólo un origen, una recortada
de césped para sembrar lo que verdaderamente debiera ser grande en este
universo DC/Warner: la película de LA LIGA DE LA JUSTICIA.