sábado, 26 de agosto de 2017

The Defenders: orquesta desafinada

Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist. Los cuatro justicieros de Marvel se encontraron por primera vez en una serie, que buscó acotar los acontecimientos para que no chocaran con los asuntos que resuelven los Avengers. De salvar el mundo, Netflix lo redujo a Nueva York, en una historia que cifraba altas expectativas y que no sale del todo bien parada.

Cada una de las series que hemos visto de Marvel/Netflix ha tenido su propia identidad. “Daredevil” es un personaje redondo,  combativo y visceral. “Jessica Jones” es un tre-men-do personaje, pero que centra su veta hacia la investigación. La decepción vino con “Luke Cage” y un tono agridulce nos dejó el visionado de “Iron Fist”. Ahora, la aventura era unir todos esos estilos bajo un mismo relato. Menuda tarea. ¿Qué arista elegir para enraizar el resto de las historias y así crear una trama atractiva?. La respuesta fue La Mano, organización que ya había aparecido en  las series de Marvel para Netflix. El escoger una entidad colectiva como enemigo, más que un único villano, le daba a la historia un tono de seriedad mayor, es decir, los justicieros se enfrentaban a algo más grande que ellos por sí solos. 

Es muy complicado ejecutar una serie colectiva que se toma de producciones individuales. Hay que tener en cuenta una enorme cantidad de detalles para que los seguidores no se pierdan. En este apartado, hay que reconocer que el guion hizo una buena labor en la minuciosidad, pero aquellos espectadores que no habían visto las series individuales partían con desventaja, pues hay referencias, comentarios, diálogos, que vienen de antes y que son pilares de esta nueva historia, a diferencia de las películas de “Avengers”. Los Vengadores no está construida sobre las películas anteriores, su trama no implica conocer lo ocurrido en todas ellas. Entonces ¿Es “The Defenders” una serie hecha para quienes premiaron las series de los 4 justicieros de Netflix?. Difícil pensar que exista tal generosidad, pero que la historia sólo sea contada en minierie le da puntos a esa teoría.


No será hasta el episodio 5 que comenzaremos a ver un ritmo más ligero. Y en esto, resulta fundamental el actuar del personaje que mejor sale parado de este intento: Daredevil. Matt Murdock es el superhéroe más experimentado, el que calza con la definición más pura de "héroe" de cómic. Murdock no solo tiene que lidiar con La Mano y sus conexiones emocionales, sino que también tiene que andar con cuidado de que no quede al descubierto que él es el demonio rojo de la Cocina del Infierno.  Por otro lado, Daredevil tiene intereses más complejos con la trama que se presenta y eso lo hace correr más riesgos y tomar decisiones más complicadas. Su arco está muy bien construido y claro, al contrario de Luke y Jessica que no saben qué tienen que ver con esto, más que el cliché de que “hay que salvar Nueva York” (porque el mundo lo salvan los Avengers). Y desde aquí, los 3 últimos capítulos son 100% predecibles. 

Punto aparte para Sigourney Weaver. Cuando se anunció que se sumaba al proyecto como villana principal era obvio pensar en un aporte a la historia y en un personaje de peso. Weaver era la líder aparente de La Mano, la que ejecutaba el plan de destruir Nueva York. A pesar de ser un fichaje bomba, el personaje es una decepción mayúscula y sus comparsas villanos no tuvieron carisma suficiente para potenciar la trama; por otro lado, y lo que es peor, los combates que nos mostraron son los peores de todas las series: mal coreografiados, lentos, con planos oscuros y llenos de cortes.


En resumen, la serie es entretenida. Empieza con fuerza pero se desinfla al final. ¿Muchas expectativas? Puede ser, aunque eso termina siendo responsabilidad del espectador. Uno de los motivos principales para no tenerla como una de las mejores del año, es que no supieron cómo resolver todo el entuerto y faltó mucha espectacularidad. Me recuerda a la sensación que dejó “The OA” y “Iron Fist”. Hay más fallas artísticas que de guion, aunque es lamentable que Daredevil haya dejado chico el arco argumental de los demás, que son tremendos personajes, pero que no pudieron cuajar del todo bien en tomas mal planificadas y una fotografía plana.
¿Fin de la historia de los Defensores?, ojalá, fue suficiente.