Kate Winslet
es una de mis actrices favoritas. Cualquier trabajo que haga en cine es digno
de ser visto. Aunque de pronto se exponga demasiado en sus elecciones.
En esta
ocasión corrió un riesgo y se agradece. No es la típica actriz que busca irse “a
la segura”; si a ella le atrae un guion va a estar presente, aunque la
producción sea más pequeña, aunque el director no sea tan conocido…..es ahí
donde ella crece como actriz.
Labor Day
(Aires de Esperanza) es una película que
fue a grandes festivales, como Teluride y Toronto; en éste, el director Jason
Reitman dijo que esperó por meses a Kate, hasta que tuviera el tiempo
suficiente para rodarla. Era ella o nadie. El Guion es del director, basado en
la novela de Joyce Maynard, y juega nuevamente con un pilar que ha sido clave en
su filmografía: la complejidad emocional….pero esta película no es su mejor
ejemplo…. ¿una vida en 3 días?.
La
personalidad de Adele (desolada, solitaria, desesperanzada de la vida)
necesitaba esa mirada triste que sólo Winslet puede transmitir (pero que no es
muy distinta a lo que ya le habíamos visto en Little Children o Revolutionary
Road). Y a través de la transmisión de ese sentimiento, de esa complejidad
emocional de la madre, es que el director busca aproximarse a los deseos
humanos más básicos de esperanza en una vida mejor y compañía amorosa.
La quinta
película de Jason Reitman tiene poco de sus anteriores. Falta la mordacidad
maravillosa de “Juno” o el juego mental
y frío de “Up in the Air” .Acá se arriesga con otra cosa pues en Labor Day faltan diálogos chispeantes, es cómo querer
que todo fluya a través de las miradas, de la insinuación. Pero esto demanda
una gran capacidad al espectador, exige estar muy concentrado para captar esa
sinceridad. Para algunos podría ser un reto ver esta película y aceptar la idea
central de que una madre con depresión permite, sin más, que un fugado de la
cárcel entre en su casa un día cualquiera, y en la vida de ella y de su hijo.
Algo burdas
son las asociaciones entre los arreglos que Frank hace en la vieja casa (el
auto, las puertas que crujen, las maderas), y la composición de las vidas de
esta madre y su hijo….y todo en 3 días. Muy visto, poco novedoso y hasta
sensiblero.
La ejecución desde
la cámara es muy buena; la música de Rolfe Kent podría haber sido mejor
compañera.
El uso de los
flashbacks me parece muy confuso, y en la mitad de la película pierden todo el
interés.
Kate Winslet
nos brinda una excelente ejecución pero no es de sus mejores actuaciones. Josh Brolin
se mete con naturalidad en el personaje y hacia el final tiene sus mejores momentos; y Grafflin Griffith, el chico de 13
años que es presentado como el “hombre de la casa”, logra buenos momentos,
transmite emocionalidad, preocupación, piedad, cercanía, aunque a ratos no
sabemos cuál es su papel real en este triángulo.
Actores de primera
que hacen lo que pueden con una historia muy pequeña, que tiene demasiada carga
emocional para el espectador y que a muchos les termina pareciendo, en el
global, algo falsa. Los aires de esperanza llegan a esta madre y su hijo después de un proceso muy laborioso para los protagonistas y para la audiencia, pero que el guion trata de convencernos que tardó 3 días.