viernes, 21 de febrero de 2020

Locke & Key: una cuestión de tono


Escrita por Joe Hill (“NOS4A2”) e ilustrada por Gabriel Rodríguez, fue comprada por FOX en 2011 y luego Hulu la rechazó. Pero fue Netflix, casi una década después, la que le dio vida a esta historia que pivota entre la magia de unas llaves y los dramas anodinos de los hermanos Locke, estando allí la principal falla de esta adaptación de un cómic que proponía algo mucho más oscuro, pero que Netflix prefirió amoldar a su fórmula ya probada.

Adaptarse a una nueva vida, superar una muerte traumática, escuchar susurros que llevan a descubrir llaves que develan la verdadera identidad de una casa centenaria. La semejanza evidente con “La maldición de Hill House” no termina aquí. Pese a que la narración va por otro camino, sí comparte que la casa sea la protagonista ya que ella contiene llaves con un  poder y uso específico. Las llaves mantienen el diseño y estilo siniestro del cómic, pero la recreación de su magia carece de ingenio. 

“Locke & Key” es una propuesta que combina una historia de tintes terroríficos con la fantasía juvenil de que otros mundos son posibles. Quien esté familiarizado con el cómic descubrirá que uno de los principales cambios radica en la disminución de su dureza, sin renegar de los peligros. Con esta decisión, Netflix busca expandir el perfil de su audiencia, simplificar la historia para intentar lograr un punto de unión con “Stranger Things” considerando que su producción estrella va para su 4ta temporada, y los hermanos Duffer ya declararon que el final se acerca. Considerando este detalle, “Locke & Key” abre muchas puertas pero no se interesó en cruzar ninguna. Es una cuestión de tono y ahí los showrunners Carlton Cuse y Mederith Averill  optaron por potenciar el relato de corte adolescente, el de los hermanos resolviendo la vida de la madre y jugando a los detectives para descubrir los dramas del pasado. Y qué decir de sus historias en el instituto, ninguna con peso suficiente. 

Los primeros capítulos  marcan la presentación de secretos y situaciones que habrían sido de mayor interés si se hubiesen desarrollado. Una pérdida que rebaja el misterio y  destierra el terror por completo, lo que perjudica a la villana Laysla De Oliveira , la cual está bien como la mujer del pozo si pensamos que atemorizaba a un niño, pero podrían haber enfatizado más su aspecto.
Emilia Jones, Connor Jessup y Jackson Robert Scott se acomodan bien en sus roles y se complementan en esa hermandad  del tipo “Stranger Things”.  Mientras el más pequeño rebosa de energía e inocencia, los mayores mantienen el tono del conflicto interno adolescente, los que ya dijimos que se observan menores.

El mundo mágico de “Locke & Key” se utiliza casi como metáfora de lo que cada hermano siente ante  la pérdida del padre y los showrunners apenas arañan lo que Joe Hill representó. Decía Alex de la Iglesia que “cuanto más abres el espectro del público al que te quieres dirigir con una película, menos cuentas”. Y “Locke & Key” es precisamente víctima de eso.

Narcos México, temporada 2: la misma pinche historia, los mismos aplausos


Tras visionar esta segunda sesión de “Narcos: México”, concluimos que Netflix tuvo la destreza para replicar la fórmula que cautivó a millones cuándo contó la historia de Pablo Escobar. Ahora pudimos observar la caída del imperio de Félix Gallardo y el entramado político que continúa rondando en la historia mexicana: las elecciones presidenciales de 1988.

La historia de la segunda temporada de “Narcos: México”  termina en 1989. Si lo pensamos, a la serie le quedarían más de 30 años de inspiración si quisiera seguir ahondando en el narcotráfico mexicano, el cual solo ha crecido en violencia. La pregunta es si la audiencia quiere más de lo mismo, porque la violencia en escalada ha sido el motor y recurso narrativo de este guion. Siempre apareciendo cuando la trama se queda sin argumentos y a partir del sexto episodio toma ribetes deleznables.

Aparte de los capos que ya conocimos, esta segunda temporada repite con agentes encubiertos de la DEA reunidos para desarrollar la Operación Leyenda. El grupo está liderado por Walt Breslin, quien es el narrador de la temporada. Esta es una de las debilidades fuertes de esta entrega y porque él también ejecuta mucha de la acción en pantalla. El móvil del agente Breslin jamás termina de convencer y falla en ambas tareas. Como líder de grupo es un desastre, lo engañan dos veces y esto causa la muerte de varios de sus compañeros. Y como narrador, está muy por debajo del carisma de los narradores anteriores (el agente Murphy  y, sobre todo, del agente Peña).



El guion, en esta ocasión, le da más importancia a la política, porque los ‘80 fueron una época convulsionada en México. En 1988, se realizaron elecciones presidenciales de las más fraudulentas que se recuerde. La serie intenta colarse en ese hecho poniendo a Félix Gallardo al medio, lo que acaba saliendo poco creíble. El guion sugiere constantemente que el capo dirigió  aquel fraude y que la clase política no solo estuvo de acuerdo con su intervención, sino que manifiesta que sin ella no hubieran logrado el poder por décadas. Es cierto que en México los escándalos políticos son muy oscuros, pero nunca al nivel de levantar la idea de que los narcos tenían tal nivel de influencia en el fraude y que podían coordinar algo de tal magnitud. Ellos solo transportaban droga. Pero como la serie ha acertado siempre en la “humanización” de los capos, llegamos a entender  sus comportamientos; por ejemplo, uno de los aciertos del guion es el personaje de Pablo Acosta, el narco de la frontera muy bien interpretado por Gerardo Taracena. En esta nueva temporada conocemos a su novia estadounidense Mimi, quien logra mostrar otra cara del narcotraficante. Otro de los  momentos mejor logrados son aquellos donde aparecen las mujeres inmiscuidas en este mundo, y las reuniones con el colombiano Pacho Herrera, donde el clímax de tensión está bien desarrollado. Pero esta cortesía de los escritores no se extiende a los políticos, los que  lucen como meras marionetas.

Y esto es muy importante y lo tenemos que destacar. Tras ver esta segunda sesión nos da gusto comprobar el pilar fundamental que ha sido la directora chilena Marcela Said, quien se encargó de llevar a muy buen puerto los capítulos 4 y 5 (“Los túneles” y “Organización de los Arellano Félix”). Así, ella introduce el icónico tema de los narco-túneles y presenta al Chapo Guzmán cavando su primer túnel, en una referencia con la que millones conectarán de inmediato. Por otro lado, hace fuertes a las 2 mujeres del negocio con una trama bien definida, y las muestra haciendo trato directo con un productor colombiano. Muy bien por nuestra directora.


“Narcos: México” repite los elementos y cumple con entretener. Como producto de Netflix es perfecto si dimensionamos las excelentes localizaciones, la caracterización de los personajes, el desarrollo del lenguaje narco, la producción y la dirección. De esta manera termina la historia de Miguel Ángel Félix Gallardo como "Jefe de jefes" de la Federación, pero el largo relato del narcotráfico en México no se queda en protagonistas y ya quedaron presentados aquellos que darán vida a una probable tercera temporada. Son, incluso, más familiares y con historias más grotescas y escabrosas que contar. El Chapo Guzmán, Amado Carrillo Fuentes y la familia Arellano Félix se vendrán con todo.

viernes, 14 de febrero de 2020

Uncut Gems: la velocidad de lo pretencioso

La acogida a este film ha sido abrumadora. La prensa especializada le ha dado alta valoración, especialmente a la actuación de Adam Sandler. “Uncut Gems” es lo último de los hermanos Safdie, dos de los cineastas más ingeniosos en la actualidad y que saltaron al mundo en 2017, con una de las mejores películas de ese año (“Good Time”). Para “Uncut Gems” no perdieron tiempo y crearon un hilo narrativo similar al de su debut: la odisea de un hombre que siempre elige mal. 

Puede que la velocidad con que se desarrolla esta película haga que muchos la valoren como  divertida, sin embargo,  también resulta cansadora y hasta molesta, en este recorrido donde vivimos 3 días del personaje principal, en sus claros y muchos oscuros.

El guion nuevamente resalta que a los directores no les interesan los personajes agradables, los sermones y la moral; están demasiado ocupados desplegando color y ruido visual, empujando la forma, siempre tratando de demostrar que son  buenos directores. Por eso, el guion desarrolla una trama donde queda claro el reflejo de un modo de vida al límite del abismo. La forma de encausar esta narrativa  es  demasiado excesiva, con escenas muy largas pero con buenos diálogos, metiendo el color por todos lados, lo cual va sentando una característica de estilo; sin embargo,  también recurre a la oscuridad que los hermanos tan bien trabajaron en su film anterior, sobre todo en la escena en que The Weeknd (cantando “The Morning”, estamos en 2012) se auto interpreta.

En medio de este caos, es Adam Sandler la estrella que el guion busca hacer brillar tanto como ese diamante que empuja la acción. La elección del actor no es antojadiza y los Safdie saben lo que él provoca: o lo amas o lo odias, y ese elemento, que queda a elección de quien mira, viene arrastrado por la propia trayectoria de Sandler y no es manejable por los directores, por tanto, la construcción que el actor le otorga a su personaje es lo único que desequilibra la balanza, pues está presente en el 95% de las escenas de la película. El actor se ofrece en un formato distinto, mostrando a un hombre de familia descuidado pero que adora a sus hijos y que acepta sus obligaciones hogareñas. Pero también, Sandler le da fuerza al lado oscuro de Howard como un jugador adicto y desafortunado, que trata de tapar un hoyo haciendo otro.

El principal embrollo que se inventa en la película es el de una rara piedra extraída de una mina en Etiopía. Estructuralmente, este hecho  hace eco  al comienzo de "El Exorcista", cuando un sacerdote, en una excavación en Iraq, desentierra la reliquia demoníaca que desencadena el horror. En esta ocasión, es un gran ópalo negro el que termina en manos de Howard y al igual que la reliquia de  "El Exorcista",  se convierte en un fetiche al cual un gran basquetbolista le acredita poderes mágicos sobre su desempeño en el juego. Desde la aparición de esta gema, los Safdie parecen disfrutar arruinando los planes de Howard intensificando su mala suerte, sus malas decisiones, colapsando la vida hogareña y avivando peleas sin  sentido. Lo golpean, lo sumergen en una fuente, casi le rompen la nariz, empujando hacia la empatía con esta figura excesiva, y aunque los directores le tienen cariño (las escenas con los hijos son un indicio), lo dejan demasiado flojo mientras corre de aquí para allá, gritando, recibiendo llamadas, haciendo tratos, prometiendo lo que no tiene, siempre moviéndose en medio de cortes, zooms y exagerados primeros planos. En estas escenas sí que hay mucho mérito en la cinematografía de Darius Khondji, filmando en 35 milímetros.

Sandler es el centro de “Uncut Gems” en un rol que privilegia la fisicalidad para desarrollar la narrativa y crear el suspenso. De vez en cuando, el actor expande el registro emocional del personaje a momentos de calma y  sentimiento real, pero cuando creemos que vamos a conocerlo un poco más…paff!, se va de nuevo y regresa a ese ser que corre y no escucha,  perro come perro, hazte rico o muere en el intento. 


El final del film está poco elaborado y deja un extraño sabor, pues tras crear el suspenso sobre la apuesta y ver que todo está saliendo bien, es muerto tan rápido que seguramente ni siquiera lo debe haber sentido. El cuadro final que enfoca la herida de Howard y nos lleva a una visión de las joyas y una noche estrellada, es una especie de analogía a eso de “polvo eres y en polvo te convertirás”, y que a pesar de todo el estrés, el esfuerzo,  los golpes, la familia, igual terminó con una bala tan rápida como el desarrollo de la película. Velocidad, no ritmo.

“Uncut Gems” no es una mala película, es un thriller de difícil digestión y que deja con una sensación de un film   pretencioso pero correcto, y con un Sandler en otro registro, lo que le permitirá seguir alardeando un tiempo más de que se la puede.

domingo, 2 de febrero de 2020

Judy: un arcoíris de amargura


Llevar al cine la vida de un personaje popular está de moda en Hollywood. Existen referencias, historia documentada y con un poco de ingenio, el éxito del film podría estar asegurado. Pero las cosas son menos evidentes cuando ese personaje tuvo una vida de mucho sufrimiento, porque es más complicado armar un guion empático con alguien que siempre está enojado con el mundo.

Eso es lo que intenta reflejar “Judy”, donde el director Rupert Goold resucita a la leyenda del cine Judy Garland pero abordándola en la etapa final de su vida, y cuando su nombre ya no era el más requerido por la industria. El drama del olvido, de la falta de dinero, de las adicciones y de ir en paralelo a la violencia que sufrió cuando era una pequeña estrella camino a “El Mago de Oz”, estructuran un film que permite que las nuevas generaciones conozcan más a la mítica actriz tras Dorothy, pero lo complejiza cuando decide seccionar el guion en partes (Judy niña, Judy adulta), dejándole poco espacio a las escenas de la joven Judy (Darci Shaw, en una sólida actuación) en plena preparación para su gran película, y donde el abuso que allí se percibe se planta como la semilla que crecerá podrida en su alma.

El as bajo la manga para Goold y quien evita que la propuesta naufrague totalmente es  Renée Zellweger, la que atraviesa la película como una ráfaga de nervios, ego herido y de estrella el declive, sin embargo, es la actuación más relajada que le hemos visto en mucho tiempo. Ella da vida a una Judy que ha tomado todo lo que la vida le ha arrojado (muy en sintonía con la línea que vimos en “Rocketman”).  La transformación es sorprendente, con una fisicalidad similar a un pájaro y luchando en muchos frentes, principalmente financieros,  divorciada de su tercer esposo Sid Luft, y en una disputa desagradable sobre la custodia de sus hijos. Siempre tiene el look de estar aturdida, al borde del agotamiento, tanto sobre como bajo el escenario; allí es cuando el director advierte  las expectativas y la muestra zozobrar en los shows previos a su muerte, haciendo aparecer con más fuerza los fantasmas que la atormentaron en su juventud; y Zellweger aprovecha la misma oportunidad para mostrar sus dotes en ese tiempo de amargura, sobre todo en algunas escenas que parecen preparadas para los Oscars.

Hay otros momentos interesantes, especialmente cuando el guion de Tom Edge se centra en la Garland de 1938 y vemos cómo es interrogada de manera insensible, o como era tratada con indiferencia, a pesar de ser la estrella. La escena con Mickey Rooney podría haber salido muy mal, hasta que la cámara retrocede y revela a los fotógrafos en los inicios del paparazzeo. Y el paseo por el camino amarillo, junto al dominante Mayer, también resulta una escena bien lograda.

Pero hay debilidades. Hay una muy mala subtrama  con dos fanáticos homosexuales y lo poco aprovechada que está Jessie Buckley, solo por el afán de que la cámara se centre únicamente en la actriz protagónica. Pero donde sí se cometió una falta  fue en la forma en que se desaprovechó hablar de la difícil relación con su hija Liza Minnelli (interpretada aquí por Gemma-Leah Devereux). La única toma que las muestra juntas es escandalosamente fugaz, siendo que allí había un semillero de elementos biográficos fascinantes si hablamos de la vida de Judy Garland. Liza Minelli es tan mítica como Judy, y un encuentro madre-hija, entre dos íconos del cine y teatro musical justo cuando una iba en ascenso y la otra decaía, hubiera sido un golpe a la cátedra, pero el director decide obviar la arista y privarnos de algo que hubiera resultado espectacular, manifestando una evidente falta de riesgo. A nivel técnico y artístico no hay nada sorprendente y la película sigue un esquema de manual.

Al final, el libreto que buscaba llegar a la profundidad de la famosa actriz no se atreve a entrar en sus vísceras, dejando solamente un retrato simbólico a cargo de una Renée Zellweger que se enfrenta correctamente al desafío: sus ojos se arrugan, su caminar y postura transmiten hábilmente la sensación de alguien que solo tiene 47 años pero que se siente mayor, a la cual el escenario rejuvenece solo por la emoción de estar ahí. 

La escena final se ha visto hasta el hartazgo, pero era la única forma válida para resumir esta “Judy”: Un homenaje a quien dio su vida por una pasión, a un costo muy alto. Finalmente, Garland no podía esperar un milagro y Zellweger así lo entiende, posicionando el sentido del espectáculo que  Judy abrazó y cuya carga era también, la única fuerza que podía impulsarla a seguir, no sin una importante tristeza invisible de por medio.

Seguramente, toda esta puesta en escena y valor de la interpretación serán premiadas con un Oscars para Renée, el que quizás podría sentirse como una revancha de su personaje hacia un premio que la industria a la que le entregó todo, nunca le otorgó por un rol.

Oscars 2020: los que deberìan y los que se van a llevar el premio

El codiciado galardón enfrenta días complejos. Con cambio de fecha, en un intento por revertir la baja audiencia, sin presentador  y nuevamente sin mujeres en la categoría de Dirección, viviremos una entrega que se manifiesta predecible en las categorías de actores y actrices y la sorpresa solo podría venir en la elección de Mejor Película.

La estremecedora "Joker", con 11 nominaciones. "The Irishman", "1917" y "Once Upon A Time In Hollywood", con 10  cada una, son las que llegaron a esta instancia con los mayores reconocimientos y precedidos de los mayores premios en los Golden Globes, SAG, PGA y DGA Awards.  Por otro lado, el español Antonio Banderas consiguió su primera nominación como Mejor Actor y la surcoreana "Parasite" sorprende con 6 nominaciones, mientras que Scarlett Johansson celebra estar nominada como mejor actriz principal y mejor actriz de reparto.
Los 9.000 miembros de la Academia ya emitieron sus votos y por acá vamos a jugar con las categorías, porque siempre hay uno/a que debería ganar pero, por tantos factores, el galardón quizás ya está reservado para algún otro/a.

Mejor Vestuario
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Little Women
Once Upon A Time In... Hollywood
Debería ganar: Mayes Rubeo (Jojo Rabbit). La mexicana hace un gran trabajo, porque en este film el vestuario nos da orientación de época, pero además simbólica, sobre todo en la acción de atar el nudo del zapato.
Va a ganar: Jacqueline Durran (Little Women). Es una clase de moda victoriana y con variada paleta de colores para cada personaje, los que se entremezclan a medida que van heredando cada vestido. Excelente trabajo.



Mejor Banda Sonora
Joker
Little Women
Marriage Story
1917
Star Wars: The Rise Of Skywalker
Debería ganar: Hildur Gudnadóttir (Joker). "Traté de adaptar la orquestación a la evolución del Joker. No con acordes o música intrincada, sino con una estructura que estaba en sintonía con la depresión del protagonista” señaló en una entrevista la notable compositora islandesa.
Va a ganar: Hildur Gudnadóttir (Joker).

Mejor Fotografía
The Irishman
Joker
The Lighthouse
1917
Once Upon a Time... In Hollywood
Debería ganar: Roger Deakins necesitaba una cámara muy ligera, así que fue a Alemania a conseguir, con ARRI, una herramienta cinematográfica de alto nivel. Ésta combina el gran formato para la grabación en cine , con un tamaño mucho menor al de una 65 mm, y con la que además se obtiene un efecto de inesperada profundidad. Innovación en el siglo XXI.
Va a ganar: Roger Deakins.



Mejor Canción Original
"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman
"Stand Up", "Harriet"
"Into the Unknown", Frozen II
"I Can't Let You Throw Yourself Away", Toy Story 4
"I'm Standing With You", Breakthrough
Debería ganar:"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman.
Va a ganar:"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman.


Mejores Efectos Especiales
Avengers: The Endgame
The Irishman
The Lion King
1917
Star Wars: The Rise of Skywalker
Debería ganar:Pablo Helman, Leandro Estebecorena, Nelson Sepulveda-Fauser y Stephane Grabli (The Irishman). Si la técnica del rejuvenecimiento no es premiada, entonces la película habrá fracasado en uno de sus pilares.
Va a ganar: 1917. Hay varios trucos especiales introducidos en la historia (como el del avión cayendo) y que van a ayudar a que este film salga como el gran ganador de la noche.



Mejor Diseño de Producción
The Irishman
Jojo Rabbit
1917
Once Upon a Time in... Hollywood
Parasite
Debería ganar:Dennis Gassner y Lee Sandales (1917). Es uno de los premios  cantados de la noche.
Va a ganar: 1917.



Mejor Película de Habla No Inglesa
Corpus Christi (Polonia)
Honeyland (Macedonia del Norte)
Les Misérables (Francia)
Dolor y Gloria (España)
Parasite (Corea del Sur)
Debería ganar: Una lástima que Dolor y Gloria se haya topado con Parasite. En cualquier otro año, la película de Almodóvar se habría llevado esta categoría.
Va a ganar: Parasite. El film de Bong no solo se hizo con la Palma de Oro en Cannes, sino que  arrasó durante el año y en esta temporada oficial de premios. Una gran sátira, refrescante, la llave que abre la puerta a una masificación del cine oriental y que hace años se distingue por su calidad.


Mejor Película de Animación
How to Train Your Dragon: The Hidden World
Missing Link
Toy Story 4
I Lost My Body
Klaus
Debería ganar: I Lost My Body. Un maravilloso viaje que desafía las emociones en esta fábula francesa sobre la pérdida, que además está  repleta de giros que te llevan por un lado, para terminar en otro completamente inesperado.
Va a ganar: Toy Story 4. Es buena película, pero sería mucho más estimulante que los Oscars premiaran propuestas alejadas del mainstream Pixar/Disney.


Mejor Documental
American Factory
The Edge of Democracy
For Sama
Honeyland
The Cave
Debería ganar: American Factory. De la productora de los Obama para Netflix , ha sido muy reconocido. Narra la llegada de una compañía China a  Ohio, donde el choque cultural se hace presente, junto con manifestar cómo las políticas empresariales basadas en el miedo, surten efecto en la clase trabajadora. En los últimos años, Netflix ha dominado esta categoría.
Va a ganar: American Factory.

Mejor Edición
Ford vs Ferrari
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Parasite
Debería ganar: Tom Eagles( Jojo Rabbit). Este film no debería salir con las manos vacías del Oscars y aunque la competencia es dura, el trabajo en la construcción cuadro a cuadro de la historia, es notable.
Va a ganar: The Irishman. Tantos años de trabajo de Thelma Schoonmaker que se han reflejado con 3 Oscars a su haber. Sería merecido.


Mejor Guion Adaptado
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Little Women
The Two Popes
Debería ganar: Little Women.
Va a ganar: Little Women. Excelente labor al transformar "Mujercitas" en una película inteligente, más actual y con más discurso. Cierto que The Irishman le pisa los talones, pero creemos que será justicia poética para Greta.



Mejor Guion Original
Parasite
Marriage Story
Once Upon A Time In... Hollywood
Knives Out
1917
Debería ganar: Once Upon a Time.... Dicen que Tarantino estuvo tan paranoico con las posibles filtraciones, que el reparto tuvo que ir hasta su casa para poder leer el guión, el cual asume riesgos y construye mejor a sus personajes.
Va a ganar: "Once Upon a Time...". Premio cantado.


Mejor Actriz de Reparto
Kathy Bates, Richard Jewell
Laura Dern, Marriage Story
Scarlett Johansson, Jojo Rabbit
Florence Pugh, Little Women
Margot Robbie, Bombshell
Debería ganar:Tras una gran actuación en "Midsommar", Florence Pugh volvió a deslumbrar en Little Women. Va a tener un gran año porque sus habilidades están expuestas.
Va a ganar: Laura Dern como la abogada infalible. Este Oscars coronaría su gran trayectoria, con importantes interpretaciones no reconocidas y porque subrayaría un buen 2019 para ella. Además de su papel en esta película, Dern interpretó a la madre de las hermanas en Little Women y estuvo en la segunda temporada de Big Little Lies.


Mejor Actor de Reparto
Brad Pitt, Once Upon A Time... In Hollywood
Tom Hanks, A Beautiful Day In The Neighborhood .
Al Pacino, The Irishman
Anthony Hopkins, The Two Popes
Joe Pesci, The Irishman
Debería ganar: Joe Pesci. Tantos años esperando volver a verlo en el rol que siempre le calzó tan bien. Maquinador, un cerebro bonachón y arrogante. Historia viviente del cine de los '70.
Va a ganar: Brad Pitt, porque queremos otro discurso perfecto y cargado de humor y porque  no interpreta a Cliff Booth, es Cliff Booth. El actor cuaja una de las mejores interpretaciones de su carrera encarnando al doble de Rick Dalton. Y teniendo en cuenta que en su promoción ha incluido el reencuentro con Jennifer Aniston, nadie puede negar que será uno de los puntos altos de la noche (y el tipo se lo ganó con mérito).

Mejor Actriz
Cynthia Erivo, "Harriet"
Scarlett Johansson, Marriage Story
Saoirse Ronan, Little Women
Charlize Theron, Bombshell
Renée Zellweger, "Judy"
Debería ganar: Scarlett Johansson. Sin ser una espectacular película, ella se pone al hombro la carga emocional y también coronaría un excelente año, con roles que la apartaron del apelativo "sexy woman" y en buena hora.
Va a ganar: A la Academia le encantan los biopics que hablan de su propia historia, pero no sabemos si tanto como para recuperar a una vieja ganadora que ya creían perdida. Renée Zellweger es la primera opción pero no la damos por totalmente segura; recuerden que el año pasado, esta categoría fue la que se salió de lo convencional.


Mejor Actor
Antonio Banderas, Dolor y Gloria
Adam Driver, Marriage Story
Joaquin Phoenix,
Jonathan Pryce, The Two Popes
Leonardo DiCaprio, Once Upon A Time In... Hollywood
Debería ganar: Todos tienen mérito. Todos tuvieron un gran despliegue llevando el ritmo y emoción de sus películas. Antonio Banderas está impecable, mientras que Adam Driver subrayó un gran año con Marriage Story,The Dead Don't Die, The Report y su Kylo Ren en Star Wars.
Va a ganar:El trabajo realizado por Joaquin Phoenix es impecable, el sueño dorado de todo intérprete: una carta blanca para componer un personaje tan potente que se lleva el peso de la película. Y también queremos verlo aceptar el premio a regañadientes y, quizás, recordar nuevamente a Heath Ledger y a su hermano River, a quien no ha mencionado todavía.


Mejor Dirección
Martin Scorsese, The Irishman
Quentin Tarantino, Once Upon A Time In... Hollywood
Bong Joon Ho, Parasite
Sam Mendes, 1917
Todd Phillips, Joker
Debería ganar: Bong Joon Ho. Apostar por la novedad, increíblemente estimulante, de concederle la estatuilla al autor de una película de habla no inglesa. Difícil pero no imposible.
Va a ganar:Teniendo en cuenta que la Academia decidió ignorar a mujeres como Gerwig (Little Women), Lulu Wang (The Farewell), Olivia Wilde (Booksmart), Lorene Scafaria (Hustlers), Alma Har'el (Honey Boy), Célie Sciamma (Portrait of a Lady on Fire) y tantas otras, nos tenemos que remitir a estos señores que hicieron un buen trabajo. Hay mérito en atreverse a contar una película bélica a modo de plano secuencia, y no es que Mendes lo haga maravillosamente, sino que dicha técnica resulta  una experiencia completamente inmersiva y a la altura de muy pocos directores.


Mejor Película
Ford v Ferrari
The Irishman
1917
Marriage Story
Jojo Rabbit
Little Women
Once Upon A Time In... Hollywood
Joker
Parasite
Debería ganar: Recordando que "Roma" no consiguió hacerlo el año pasado, "Parasite" y "Once Upon A Time..." son las mejores propuestas de este listado.
Va a ganar: Este año, la Academia va a lanzar una moneda al aire entre una épica con alma de cine clásico, la obra más personal de un director que bucea en el pasado de la propia industria, y una nueva tendencia en filmación aportando innovación desde lo técnico. Pero no olvidemos que el premio del Sindicato de Productores ha dictado cátedra hace varios años y "1917" fue la elegida este año. Es la primera opción.