Escrita por Joe Hill (“NOS4A2”) e ilustrada por Gabriel Rodríguez, fue comprada por FOX en 2011
y luego Hulu la rechazó. Pero fue Netflix, casi una década después, la que le
dio vida a esta historia que pivota entre la magia de unas llaves y los dramas
anodinos de los hermanos Locke, estando allí la principal falla de esta
adaptación de un cómic que proponía algo mucho más oscuro, pero que Netflix
prefirió amoldar a su fórmula ya probada.
Adaptarse a una nueva vida,
superar una muerte traumática, escuchar susurros que llevan a descubrir llaves
que develan la verdadera identidad de una casa centenaria. La semejanza
evidente con “La maldición de Hill House” no termina aquí. Pese a que
la narración va por otro camino, sí comparte que la casa sea la protagonista ya
que ella contiene llaves con un poder y
uso específico. Las llaves mantienen el diseño y estilo siniestro del cómic,
pero la recreación de su magia carece de ingenio.
“Locke & Key” es una
propuesta que combina una historia de tintes terroríficos con la fantasía
juvenil de que otros mundos son posibles. Quien esté familiarizado con el cómic
descubrirá que uno de los principales cambios radica en la disminución de
su dureza, sin renegar de los peligros. Con esta decisión, Netflix busca expandir el perfil de su audiencia, simplificar la historia para intentar
lograr un punto de unión con “Stranger Things” considerando que su producción
estrella va para su 4ta temporada, y los hermanos Duffer ya declararon que el final
se acerca. Considerando este detalle, “Locke & Key” abre muchas puertas
pero no se interesó en cruzar ninguna. Es una cuestión de tono y
ahí los showrunners Carlton Cuse y Mederith Averill optaron por
potenciar el relato de corte adolescente, el de los hermanos resolviendo la vida de la madre y jugando a los detectives para descubrir los dramas del pasado. Y qué decir de sus historias en el instituto, ninguna con peso suficiente.
Los primeros capítulos marcan la presentación de secretos y
situaciones que habrían sido de mayor interés si se hubiesen desarrollado. Una
pérdida que rebaja el misterio y destierra el terror por completo, lo que
perjudica a la villana Laysla De Oliveira , la cual está bien como la mujer
del pozo si pensamos que atemorizaba a un niño, pero podrían haber enfatizado
más su aspecto.
Emilia Jones, Connor Jessup
y Jackson Robert Scott se acomodan bien en sus roles y se complementan
en esa hermandad del tipo “Stranger
Things”. Mientras el más pequeño rebosa de energía e inocencia, los
mayores mantienen el tono del conflicto interno adolescente, los que ya dijimos
que se observan menores.
El mundo mágico de “Locke &
Key” se utiliza casi como metáfora de lo que cada hermano siente antela pérdida del padre y los showrunners apenas
arañan lo que Joe Hill representó. Decía Alex de la Iglesia que “cuanto
más abres el espectro del público al que te quieres dirigir con una película,
menos cuentas”. Y “Locke & Key” es precisamente víctima de eso.
Tras visionar esta segunda sesión
de “Narcos: México”, concluimos que Netflix tuvo la destreza para replicar
la fórmula que cautivó a millones cuándo contó la historia de Pablo Escobar. Ahora
pudimos observar la caída del imperio de Félix Gallardo y el
entramado político que continúa rondando en la historia mexicana: las elecciones
presidenciales de 1988.
La historia de la segunda
temporada de “Narcos: México” termina en
1989. Si lo pensamos, a la serie le quedarían más de 30 años de inspiración si
quisiera seguir ahondando en el narcotráfico mexicano, el cual solo ha crecido
en violencia. La pregunta es si la audiencia quiere más de lo mismo, porque la
violencia en escalada ha sido el motor y recurso narrativo de este guion. Siempre
apareciendo cuando la trama se queda sin argumentos y a partir del sexto episodio
toma ribetes deleznables.
Aparte de los capos que ya
conocimos, esta segunda temporada repite con agentes encubiertos de la DEA reunidos para desarrollar la Operación Leyenda. El grupo está
liderado por Walt Breslin, quien es el narrador de
la temporada. Esta es una de las debilidades fuertes de esta entrega y porque
él también ejecuta mucha de la acción en pantalla. El móvil del agente Breslin jamás
termina de convencer y falla en ambas tareas. Como líder de grupo es un
desastre, lo engañan dos veces y esto causa la muerte de varios de sus
compañeros. Y como narrador, está muy por debajo del carisma de los narradores
anteriores (el agente Murphy y, sobre todo, del agente Peña).
El guion, en esta ocasión, le da
más importancia a la política, porque los ‘80 fueron una época convulsionada en
México. En 1988, se realizaron elecciones presidenciales de las más
fraudulentas que se recuerde. La serie intenta colarse en ese hecho poniendo a
Félix Gallardo al medio, lo que acaba saliendo poco creíble. El guion sugiere
constantemente que el capo dirigió aquel
fraude y que la clase política no solo estuvo de acuerdo con su
intervención, sino que manifiesta que sin ella no hubieran logrado el poder por
décadas. Es cierto que en México los escándalos políticos son muy oscuros, pero
nunca al nivel de levantar la idea de que los narcos tenían tal nivel de influencia
en el fraude y que podían coordinar algo de tal magnitud. Ellos solo transportaban droga. Pero como la serie ha
acertado siempre en la “humanización” de los capos, llegamos a entender sus comportamientos; por ejemplo, uno de los aciertos del guion es
el personaje de Pablo Acosta, el narco de la frontera muy bien interpretado por
Gerardo Taracena. En esta nueva temporada conocemos a su novia estadounidense
Mimi, quien logra mostrar otra cara del narcotraficante. Otro de los momentos mejor logrados son aquellos donde aparecen las mujeres inmiscuidas en
este mundo, y las reuniones con el colombiano Pacho Herrera, donde el
clímax de tensión está bien desarrollado. Pero esta cortesía de los escritores no se extiende a los políticos, los que lucen como meras marionetas.
Y esto es muy importante y lo
tenemos que destacar. Tras ver esta segunda sesión nos da gusto comprobar el
pilar fundamental que ha sido la directora chilena Marcela Said, quien se
encargó de llevar a muy buen puerto los capítulos 4 y 5 (“Los túneles” y “Organización
de los Arellano Félix”). Así, ella introduce el icónico tema de los
narco-túneles y presenta al Chapo Guzmán cavando su primer túnel, en una
referencia con la que millones conectarán de inmediato. Por otro lado, hace
fuertes a las 2 mujeres del negocio con una trama bien definida, y las
muestra haciendo trato directo con un productor colombiano. Muy bien por
nuestra directora.
“Narcos: México” repite los
elementos y cumple con entretener. Como producto de Netflix es perfecto si
dimensionamos las excelentes localizaciones, la caracterización de los
personajes, el desarrollo del lenguaje narco, la producción y la dirección. De esta
manera termina la historia de Miguel Ángel Félix Gallardo como "Jefe de
jefes" de la Federación, pero el largo relato del narcotráfico en México no
se queda en protagonistas y ya quedaron presentados aquellos que darán
vida a una probable tercera temporada. Son, incluso, más familiares y con
historias más grotescas y escabrosas que contar. El Chapo Guzmán, Amado
Carrillo Fuentes y la familia Arellano Félix se vendrán con todo.
La acogida a este film ha sido
abrumadora. La prensa especializada le ha dado alta valoración, especialmente a
la actuación de Adam Sandler. “Uncut Gems” es lo último de los hermanos Safdie,
dos de los cineastas más ingeniosos en la actualidad y que saltaron al mundo en
2017, con una de las mejores películas de ese año (“Good Time”). Para “Uncut
Gems” no perdieron tiempo y crearon un hilo narrativo similar al de su debut:
la odisea de un hombre que siempre elige mal.
Puede que la velocidad con que se
desarrolla esta película haga que muchos la valoren comodivertida, sin embargo, también resulta cansadora y hasta molesta, en
este recorrido donde vivimos 3 días del
personaje principal, en sus claros y muchos oscuros.
El guion nuevamente resalta que a los
directores no les interesan los personajes agradables, los sermones y la
moral; están demasiado ocupados desplegando color y ruido visual,
empujando la forma, siempre tratando de demostrar que son buenos directores. Por eso, el guion desarrolla
una trama donde queda claro el reflejo de un modo de vida al límite del abismo.
La forma de encausar esta narrativaesdemasiado excesiva, con
escenas muy largas pero con buenos diálogos, metiendo el color por todos lados,
lo cual va sentando una característica de estilo; sin embargo,también recurre a la oscuridad que los
hermanos tan bien trabajaron en su film anterior, sobre todo en la escena en
que The Weeknd (cantando “The Morning”, estamos en 2012) se auto interpreta.
En medio de este caos, es Adam Sandler
la estrella que el guion busca hacer brillar tanto como ese diamante que empuja
la acción. La elección del actor no es antojadiza y los Safdie saben lo que él
provoca: o lo amas o lo odias, y ese elemento, que queda a elección de quien
mira, viene arrastrado por la propia trayectoria de Sandler y no es manejable
por los directores, por tanto, la construcción que el actor le otorga a su
personaje es lo único que desequilibra la balanza, pues está presente en el 95%
de las escenas de la película. El actor se ofrece en un formato distinto,
mostrando a un hombre de familia descuidado pero que adora a sus hijos y que
acepta sus obligaciones hogareñas. Pero también, Sandler le da fuerza al lado
oscuro de Howard como un jugador adicto y desafortunado, que trata de tapar un
hoyo haciendo otro.
El principal embrollo que se
inventa en la película es el de una rara piedra extraída de una mina en Etiopía. Estructuralmente,
este hecho hace eco al comienzo de "El Exorcista",
cuando un sacerdote, en una excavación en Iraq, desentierra la
reliquia demoníaca que desencadena el horror. En esta ocasión, es un
gran ópalo negro el que termina en manos de Howard y al igual que la
reliquia de "El Exorcista", se convierte en un fetiche al cual un gran
basquetbolista le acredita poderes mágicos sobre su desempeño en el juego. Desde
la aparición de esta gema, los Safdie parecen disfrutar arruinando los planes
de Howard intensificando su mala suerte, sus malas decisiones, colapsando la
vida hogareña y avivando peleas sin sentido. Lo golpean, lo sumergen en una
fuente, casi le rompen la nariz, empujando hacia la empatía con esta figura
excesiva, y aunque los directores le tienen cariño (las escenas con los hijos
son un indicio), lo dejan demasiado flojo mientras corre de aquí para allá,
gritando, recibiendo llamadas, haciendo tratos, prometiendo lo que no tiene, siempre
moviéndose en medio de cortes, zooms y exagerados primeros planos. En
estas escenas sí que hay mucho mérito en la cinematografía de Darius Khondji,
filmando en 35 milímetros.
Sandler es el centro de “Uncut
Gems” en un rol que privilegia la fisicalidad para desarrollar la narrativa y
crear el suspenso. De vez en cuando, el actor expande el registro
emocional del personaje a momentos de calma y sentimiento real, pero cuando creemos que
vamos a conocerlo un poco más…paff!, se va de nuevo y regresa a ese ser
que corre y no escucha, perro come perro,
hazte rico o muere en el intento.
El final del film está poco
elaborado y deja un extraño sabor, pues tras crear el suspenso sobre la apuesta
y ver que todo está saliendo bien, es muerto tan rápido que seguramente ni
siquiera lo debe haber sentido. El cuadro final que enfoca la herida de Howard
y nos lleva a una visión de las joyas y una noche estrellada, es una especie de
analogía a eso de “polvo eres y en polvo te convertirás”, y que a pesar de todo
el estrés, el esfuerzo, los golpes, la
familia, igual terminó con una bala tan rápida como el desarrollo de la
película. Velocidad, no ritmo.
“Uncut Gems” no es una mala
película, es un thriller de difícil digestión y que deja con una sensación de
un film pretencioso pero correcto, y con un Sandler en
otro registro, lo que le permitirá seguir alardeando un tiempo más de que se la
puede.
Llevar al cine la vida de un
personaje popular está de moda en Hollywood. Existen referencias, historia
documentada y con un poco de ingenio, el éxito del film podría estar asegurado.
Pero las cosas son menos evidentes cuando ese personaje tuvo una vida de mucho
sufrimiento, porque es más complicado armar un guion empático con alguien que
siempre está enojado con el mundo.
Eso es lo que intenta reflejar
“Judy”, donde el director Rupert Goold resucita a la leyenda del cine Judy
Garland pero abordándola en la etapa final de su vida, y cuando su nombre ya no
era el más requerido por la industria. El drama del olvido, de la falta de
dinero, de las adicciones y de ir en paralelo a la violencia que sufrió cuando
era una pequeña estrella camino a “El Mago de Oz”, estructuran un film que
permite que las nuevas generaciones conozcan más a la mítica actriz tras
Dorothy, pero lo complejiza cuando decide seccionar el guion en partes (Judy
niña, Judy adulta), dejándole poco espacio a las escenas de la joven Judy
(Darci Shaw, en una sólida actuación) en plena preparación para su gran
película, y donde el abuso que allí se percibe se planta como la semilla que
crecerá podrida en su alma.
El as bajo la manga para Goold y quien
evita que la propuesta naufrague totalmente es Renée Zellweger, la que atraviesa la película
como una ráfaga de nervios, ego herido y de estrella el declive, sin embargo, es
la actuación más relajada que le hemos visto en mucho tiempo. Ella da vida a
una Judy que ha tomado todo lo que la vida le ha arrojado (muy en sintonía con
la línea que vimos en “Rocketman”). La transformación es sorprendente,
con una fisicalidad similar a un pájaro y luchando en muchos frentes,
principalmente financieros,divorciada
de su tercer esposo Sid Luft, y en una disputa desagradable sobre la custodia
de sus hijos. Siempre tiene el look de estar aturdida, al borde del
agotamiento, tanto sobre como bajo el escenario; allí es cuando el director advierte
las expectativas y la muestra zozobrar
en los shows previos a su muerte, haciendo aparecer con más fuerza los fantasmas
que la atormentaron en su juventud; y Zellweger aprovecha la misma oportunidad
para mostrar sus dotes en ese tiempo de amargura, sobre todo en algunas escenas
que parecen preparadas para los Oscars.
Hay otros momentos interesantes,
especialmente cuando el guion de Tom Edge se centra en la Garland de 1938 y
vemos cómo es interrogada de manera insensible, o como era tratada con indiferencia,
a pesar de ser la estrella. La escena con Mickey Rooney podría haber
salido muy mal, hasta que la cámara retrocede y revela a los fotógrafos en los
inicios del paparazzeo. Y el paseo por el camino amarillo, junto al
dominante Mayer, también resulta una escena bien lograda.
Pero hay debilidades. Hay una
muy mala subtramacon dos fanáticos
homosexuales y lo poco aprovechada que está Jessie Buckley, solo por el afán de
que la cámara se centre únicamente en la actriz protagónica. Pero donde sí se
cometió una faltafue en la forma en que
se desaprovechó hablar de la difícil relación con su hija Liza Minnelli
(interpretada aquí por Gemma-Leah Devereux). La única toma que las muestra
juntas es escandalosamente fugaz, siendo que allí había un semillero de
elementos biográficos fascinantes si hablamos de la vida de Judy Garland. Liza
Minelli es tan mítica como Judy, y un encuentro madre-hija, entre dos
íconos del cine y teatro musical justo cuando una iba en ascenso y la otra
decaía, hubiera sido un golpe a la cátedra, pero el director decide obviar la
arista y privarnos de algo que hubiera resultado espectacular, manifestando una
evidente falta de riesgo. A nivel técnico y artístico no hay nada sorprendente
y la película sigue un esquema de manual.
Al final, el libreto que buscaba
llegar a la profundidad de la famosa actriz no se atreve a entrar en sus
vísceras, dejando solamente un retrato simbólico a cargo de una Renée Zellweger
que se enfrenta correctamente al desafío: sus ojos se arrugan, su caminar y
postura transmiten hábilmente la sensación de alguien que solo tiene 47 años pero
que se siente mayor, a la cual el escenario rejuvenece solo por la emoción de
estar ahí.
La escena final se ha visto hasta
el hartazgo, pero era la única forma válida para resumir esta “Judy”: Un
homenaje a quien dio su vida por una pasión, a un costo muy alto. Finalmente,
Garland no podía esperar un milagro y Zellweger así lo entiende, posicionando
el sentido del espectáculo que Judy abrazó
y cuya carga era también, la única fuerza que podía impulsarla a seguir, no sin
una importante tristeza invisible de por medio.
Seguramente, toda esta puesta en
escena y valor de la interpretación serán premiadas con un Oscars para Renée, el
que quizás podría sentirse como una revancha de su personaje hacia un premio
que la industria a la que le entregó todo, nunca le otorgó por un rol.
El codiciado galardón enfrenta días complejos. Con cambio de fecha, en un intento por revertir la baja audiencia, sin presentador y nuevamente sin mujeres en la categoría de Dirección, viviremos una entrega que se manifiesta predecible en las categorías de actores y actrices y la sorpresa solo podría venir en la elección de Mejor Película.
La estremecedora "Joker", con 11 nominaciones. "The Irishman", "1917" y "Once Upon A Time In Hollywood", con 10 cada una, son las que llegaron a esta instancia con los mayores reconocimientos y precedidos de los mayores premios en los Golden Globes, SAG, PGA y DGA Awards. Por otro lado, el español Antonio Banderas consiguió su primera nominación como Mejor Actor y la surcoreana "Parasite" sorprende con 6 nominaciones, mientras que Scarlett Johansson celebra estar nominada como mejor actriz principal y mejor actriz de reparto.
Los 9.000 miembros de la Academia ya emitieron sus votos y por acá vamos a jugar con las categorías, porque siempre hay uno/a que debería ganar pero, por tantos factores, el galardón quizás ya está reservado para algún otro/a.
Mejor Vestuario
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Little Women
Once Upon A Time In... Hollywood Debería ganar: Mayes Rubeo (Jojo Rabbit). La mexicana hace un gran trabajo, porque en este film el vestuario nos da orientación de época, pero además simbólica, sobre todo en la acción de atar el nudo del zapato. Va a ganar: Jacqueline Durran (Little Women). Es una clase de moda victoriana y con variada paleta de colores para cada personaje, los que se entremezclan a medida que van heredando cada vestido. Excelente trabajo.
Mejor Banda Sonora
Joker
Little Women
Marriage Story
1917
Star Wars: The Rise Of Skywalker Debería ganar: Hildur Gudnadóttir (Joker). "Traté de adaptar la orquestación a la evolución del Joker. No con acordes o música intrincada, sino con una estructura que estaba en sintonía con la depresión del protagonista” señaló en una entrevista la notable compositora islandesa. Va a ganar: Hildur Gudnadóttir (Joker).
Mejor Fotografía
The Irishman
Joker
The Lighthouse
1917
Once Upon a Time... In Hollywood Debería ganar: Roger Deakins necesitaba una cámara muy ligera, así que fue a Alemania a conseguir, con ARRI, una herramienta cinematográfica de alto nivel. Ésta combina el gran formato para la grabación en cine , con un tamaño mucho menor al de una 65 mm, y con la que además se obtiene un efecto de inesperada profundidad. Innovación en el siglo XXI. Va a ganar: Roger Deakins.
Mejor Canción Original
"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman
"Stand Up", "Harriet"
"Into the Unknown", Frozen II
"I Can't Let You Throw Yourself Away", Toy Story 4
"I'm Standing With You", Breakthrough Debería ganar:"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman. Va a ganar:"(I'm Gonna) Love Me Again", Rocketman.
Mejores Efectos Especiales
Avengers: The Endgame
The Irishman
The Lion King
1917
Star Wars: The Rise of Skywalker Debería ganar:Pablo Helman, Leandro Estebecorena, Nelson Sepulveda-Fauser y Stephane Grabli (The Irishman). Si la técnica del rejuvenecimiento no es premiada, entonces la película habrá fracasado en uno de sus pilares. Va a ganar: 1917.Hay varios trucos especiales introducidos en la historia (como el del avión cayendo) y que van a ayudar a que este film salga como el gran ganador de la noche.
Mejor Diseño de Producción
The Irishman
Jojo Rabbit
1917
Once Upon a Time in... Hollywood
Parasite Debería ganar:Dennis Gassner y Lee Sandales (1917). Es uno de los premios cantados de la noche. Va a ganar: 1917.
Mejor Película de Habla No Inglesa
Corpus Christi (Polonia)
Honeyland (Macedonia del Norte)
Les Misérables (Francia)
Dolor y Gloria (España)
Parasite (Corea del Sur) Debería ganar:Una lástima que Dolor y Gloria se haya topado con Parasite. En cualquier otro año, la película de Almodóvar se habría llevado esta categoría. Va a ganar: Parasite. El film de Bong no solo se hizo con la Palma de Oro en Cannes, sino que arrasó durante el año y en esta temporada oficial de premios. Una gran sátira, refrescante, la llave que abre la puerta a una masificación del cine oriental y que hace años se distingue por su calidad.
Mejor Película de Animación
How to Train Your Dragon: The Hidden World
Missing Link
Toy Story 4
I Lost My Body
Klaus Debería ganar: I Lost My Body. Un maravilloso viaje que desafía las emociones en esta fábula francesa sobre la pérdida, que además está repleta de giros que te llevan por un lado, para terminar en otro completamente inesperado. Va a ganar: Toy Story 4.Es buena película, pero sería mucho más estimulante que los Oscars premiaran propuestas alejadas del mainstream Pixar/Disney.
Mejor Documental
American Factory
The Edge of Democracy
For Sama
Honeyland
The Cave Debería ganar: American Factory. De la productora de los Obama para Netflix , ha sido muy reconocido. Narra la llegada de una compañía China a Ohio, donde el choque cultural se hace presente, junto con manifestar cómo las políticas empresariales basadas en el miedo, surten efecto en la clase trabajadora. En los últimos años, Netflix ha dominado esta categoría. Va a ganar: American Factory.
Mejor Edición
Ford vs Ferrari
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Parasite Debería ganar: Tom Eagles( Jojo Rabbit). Este film no debería salir con las manos vacías del Oscars y aunque la competencia es dura, el trabajo en la construcción cuadro a cuadro de la historia, es notable. Va a ganar: The Irishman. Tantos años de trabajo de Thelma Schoonmaker que se han reflejado con 3 Oscars a su haber. Sería merecido.
Mejor Guion Adaptado
The Irishman
Jojo Rabbit
Joker
Little Women
The Two Popes Debería ganar: Little Women. Va a ganar: Little Women. Excelente labor al transformar "Mujercitas" en una película inteligente, más actual y con más discurso. Cierto que The Irishman le pisa los talones, pero creemos que será justicia poética para Greta.
Mejor Guion Original
Parasite
Marriage Story
Once Upon A Time In... Hollywood
Knives Out
1917 Debería ganar: Once Upon a Time.... Dicen que Tarantino estuvo tan paranoico con las posibles filtraciones, que el reparto tuvo que ir hasta su casa para poder leer el guión, el cual asume riesgos y construye mejor a sus personajes. Va a ganar: "Once Upon a Time...". Premio cantado.
Mejor Actriz de Reparto
Kathy Bates, Richard Jewell
Laura Dern, Marriage Story
Scarlett Johansson, Jojo Rabbit
Florence Pugh, Little Women
Margot Robbie, Bombshell Debería ganar:Tras una gran actuación en "Midsommar", Florence Pugh volvió a deslumbrar en Little Women. Va a tener un gran año porque sus habilidades están expuestas. Va a ganar: Laura Dern como la abogada infalible. Este Oscars coronaría su gran trayectoria, con importantes interpretaciones no reconocidas y porque subrayaría un buen 2019 para ella. Además de su papel en esta película, Dern interpretó a la madre de las hermanas en Little Women y estuvo en la segunda temporada de Big Little Lies.
Mejor Actor de Reparto
Brad Pitt, Once Upon A Time... In Hollywood
Tom Hanks, A Beautiful Day In The Neighborhood .
Al Pacino, The Irishman
Anthony Hopkins, The Two Popes
Joe Pesci, The Irishman Debería ganar: Joe Pesci.Tantos años esperando volver a verlo en el rol que siempre le calzó tan bien. Maquinador, un cerebro bonachón y arrogante. Historia viviente del cine de los '70. Va a ganar: Brad Pitt, porque queremos otro discurso perfecto y cargado de humor y porque no interpreta a Cliff Booth, es Cliff Booth. El actor cuaja una de las mejores interpretaciones de su carrera encarnando al doble de Rick Dalton. Y teniendo en cuenta que en su promoción ha incluido el reencuentro con Jennifer Aniston, nadie puede negar que será uno de los puntos altos de la noche (y el tipo se lo ganó con mérito).
Mejor Actriz
Cynthia Erivo, "Harriet"
Scarlett Johansson, Marriage Story
Saoirse Ronan, Little Women
Charlize Theron, Bombshell
Renée Zellweger, "Judy" Debería ganar: Scarlett Johansson. Sin ser una espectacular película, ella se pone al hombro la carga emocional y también coronaría un excelente año, con roles que la apartaron del apelativo "sexy woman" y en buena hora. Va a ganar: A la Academia le encantan los biopics que hablan de su propia historia, pero no sabemos si tanto como para recuperar a una vieja ganadora que ya creían perdida. Renée Zellweger es la primera opción pero no la damos por totalmente segura; recuerden que el año pasado, esta categoría fue la que se salió de lo convencional.
Mejor Actor
Antonio Banderas, Dolor y Gloria
Adam Driver, Marriage Story
Joaquin Phoenix,
Jonathan Pryce, The Two Popes
Leonardo DiCaprio, Once Upon A Time In... Hollywood Debería ganar: Todos tienen mérito. Todos tuvieron un gran despliegue llevando el ritmo y emoción de sus películas. Antonio Banderas está impecable, mientras que Adam Driver subrayó un gran año con Marriage Story,The Dead Don't Die, The Report y su Kylo Ren en Star Wars. Va a ganar:El trabajo realizado por Joaquin Phoenix es impecable, el sueño dorado de todo intérprete: una carta blanca para componer un personaje tan potente que se lleva el peso de la película. Y también queremos verlo aceptar el premio a regañadientes y, quizás, recordar nuevamente a Heath Ledger y a su hermano River, a quien no ha mencionado todavía.
Mejor Dirección
Martin Scorsese, The Irishman
Quentin Tarantino, Once Upon A Time In... Hollywood
Bong Joon Ho, Parasite
Sam Mendes, 1917
Todd Phillips, Joker Debería ganar: Bong Joon Ho. Apostar por la novedad, increíblemente estimulante, de concederle la estatuilla al autor de una película de habla no inglesa. Difícil pero no imposible. Va a ganar:Teniendo en cuenta que la Academia decidió ignorar a mujeres como Gerwig (Little Women), Lulu Wang (The Farewell), Olivia Wilde (Booksmart), Lorene Scafaria (Hustlers), Alma Har'el (Honey Boy), Célie Sciamma (Portrait of a Lady on Fire) y tantas otras, nos tenemos que remitir a estos señores que hicieron un buen trabajo. Hay mérito en atreverse a contar una película bélica a modo de plano secuencia, y no es que Mendes lo haga maravillosamente, sino que dicha técnica resulta una experiencia completamente inmersiva y a la altura de muy pocos directores.
Mejor Película
Ford v Ferrari
The Irishman
1917
Marriage Story
Jojo Rabbit
Little Women
Once Upon A Time In... Hollywood
Joker
Parasite Debería ganar: Recordando que "Roma" no consiguió hacerlo el año pasado, "Parasite" y "Once Upon A Time..." son las mejores propuestas de este listado. Va a ganar:Este año, la Academia va a lanzar una moneda al aire entre una épica con alma de cine clásico, la obra más personal de un director que bucea en el pasado de la propia industria, y una nueva tendencia en filmación aportando innovación desde lo técnico. Pero no olvidemos que el premio del Sindicato de Productores ha dictado cátedra hace varios años y "1917" fue la elegida este año. Es la primera opción.