domingo, 29 de enero de 2017

Sundance 2017: resumen y las películas que debes anotar

El Festival, que el año pasado nos dio “The Birth of Nation”, “Sing Street”, “Manchester by the Sea” (6 nominaciones al Oscar) y “Life, Animated” (nominada al Oscar), tuvo sus 9 días buscando la próxima película y documental que darán vuelta el año como “ganadoras de Sundance”, circuito ya instalado y que tiene la característica de querer presentar títulos rupturistas, de bajo ppto y que se rebelen contra lo que establece la industria del cine.

Según la prensa que cubre el Festival (E.Weekly, Indiewire, THR y el propio Sundance) hacemos un recuento de los títulos que debes anotar, porque de seguro estarán nominados al Oscars el próximo año:


Mudbound
El director Dee Rees cuenta las historias (entrelazadas) de dos familias (una blanca y otra negra) en 1940 y en pleno período de guerras, tanto en el propio USA como en el extranjero. Cuenta con un gran reparto: Jason Clarke, Carey Mulligan, Mary J. Blige, Rob Morgan y Jonathan Banks.


City of Ghosts
Trabajo de Mateo Heineman que cuenta la crónica de un grupo de periodistas sirios en la ciudad devastada de Raqqa. Arriesgan sus vidas (y las de sus familias) frente a ISIS. La calificaron de desgarradora e inquietante.


An Inconvenient Sequel
Hace más de 10 años, “Una verdad Incómoda” fue un llamado de atención sobre la amenaza del calentamiento global. Ahora, USA tiene un nuevo Presidente que quiere ignorar el tema. Al Gore no podría haber elegido un mejor momento para este documental angustiante. Gore, ahora, es mucho más gris y directo en su relato. 


Call Me By Your Name
El director Luca Guadagnino ( “A Bigger Splash” ) lanza una película  en la que cuenta la historia de un muchacho, en su mayoría de edad, durante un aburrido verano en el campo italiano. El adolescente (Timothée Chalamet) hijo de un profesor (Michael Stuhlbarg), se sentirá muy atraído con la visita de un carismático Armie Hammer.


A Ghost Story
Una  película catalogada como extraña, pero que tiene mucha cabida en un festival como Sundance. Casey Affleck interpreta a un hombre que muere y luego visita la casa donde vivía con su esposa (Rooney Mara), llevando esa sábana blanca tan cómica para caracterizar lo que uno entiende como “fantasma”. Pero no es una comedia; David Lowery no se basa en chistes y, poco a poco, la premisa espectral comienza a recoger el peso del mundo real y la película se convierte en un estudio del comportamiento ante lo  fantasmagórico.



I Don’t Feel at Home in This World Anymore (Gran Premio del Jurado. Ganadora del Festival)
Melanie Lynskey y Elijah Wood protagonizan la historia. Lynskey se hace la víctima de un robo y decide encontrar a los culpables por su cuenta, para lo cual le pide ayuda a su vecino, interpretado por Wood. Este equipo crea un ambiente muy de los hermanos Coen y, al parecer, funciona. Netflix la sacará al aire a fin de año.



Icarus
El documental de Bryan Fogel lleva a los espectadores al mundo de la denuncia de irregularidades en el mundo del deporte. La película da un  giro cuando Fogel se da cuenta de que su asesor, Grigory Rodchenkov, maneja un tesoro de información acerca de los atletas rusos, que conducen a una de las historias más escandalosas en la historia del deporte. 



Patti Cake$
La primera película de Jeremy Gasper tuvo tal repercusión que fue adquirida por Fox en US$10 millones. Aunque la comedia tiene algunos desajustes, según la prensa que la vio, tiene tintes para llegar a ser algo parecido a “8 Mile” o “Hustle & Flow”, por como los movimientos callejeros cuentan la historia. Lo mejor de todo, su protagonista.



Beach Rats (Premio a la Mejor Dirección)
Drama que se cuenta en contraste con la vida nocturna de carnaval y playas de Coney Island. Frankie (Harris Dickinson), un perezoso de New York, está llegando a la adultez pero sigue en la dinámica de amigos extraños y bastante básicos en sus comportamientos, sin contar que existe la posibilidad de que pueda ser gay. Según la prensa, Dickinson está excelente en los silencios que le provocan el tener que moverse en un círculo social de “machos”. La directora (premiada por el Festival) le introduce una doble vida al personaje.


Casting JonBenet
Ficción y no ficción. Profundiza en la muerte, sin resolver, de una niña de seis años (JonBenet Ramsey) que era asidua participante de estos concursos de belleza para niñas. Su hermano Burke fue, por 20 años, el principal sospechoso y este documental muestra la obsesión de los medios de comunicación por tener respuestas y reflexiones de todos los miembros de la comunidad de Colorado, donde vivían los Ramsey. Netflix la sacará al aire en mayo.


Colossal
La última película de Nacho Vigalondo, protagonizada por Anne Hathaway, la que luego de años de dar botes en la vida, regresa a  su ciudad natal y encuentra trabajo en el bar de un amigo de la infancia (Jason Sudeikis). Todo cambia cuando, luego de una noche de excesivo de alcohol, se dan cuenta de que una criatura gigante aterrorizado a Corea del Sur y que ellos tienen que ver en esta locura.


Crown Heights (Premio del Público)
Lakeith Stanfield ("Atlanta") da un salto como Colin Warner, un hombre detenido por un crimen que no cometió y por el cual es enviado a prisión . Sin embargo, su amigo Carl King (Nnamdi Asomugha) se embarca en la búsqueda de la verdad, para establecer la inocencia de Warner.
I Don’t Feel at Home in This World Anymore (Gran Premio del Jurado. Ganadora del Festival)
Melanie Lynskey y Elijah Wood protagonizan la historia. Lynskey se hace la víctima de un robo y decide encontrar a los culpables por su cuenta, para lo cual le pide ayuda a su vecino, interpretado por Wood. Este equipo crea un ambiente muy de los hermanos Coen y, al parecer, funciona. Netflix la sacará al aire a fin de año.



The Little Hours
Alison Brie, David Franco, Aubrey Plaza, John C. Reilly, y Molly Shannon protagonizan esta comedia que se  ubica en un convento medieval, donde un nuevo asalariado (Franco) hace que las monjas jóvenes se vuelvan locas.


The Polka King
Jack Black es Ene Lewan, propietario de una tienda de música y que se volvió el "Rey de la Polka de Pennsylvania" a principios de los ‘90. Sin embargo, su imperio fue construido en base a sobornos y mentiras.


The Yellow Birds (Premio a la Mejor Fotografía)
Antes de convertirse en Han Solo, Alden Ehrenreich  se mostró en esta actuación como Bartle, un soldado que lucha en Irak con su amigo Murph (Tye Sheridan). Pero cuando Murph no vuelve a casa, Bartle se ve obligado a decirle a la madre de éste, todo lo que sabe.



The Big Sick
Lo que podría haber sido una historia típica de una pareja que se mira el ombligo, logra convertirse en una comedia muy atractiva, perceptiva de los obstáculos culturales que se interponían en el camino de esta pareja.


Acá está el listado de ganadores de Sundance 2017, en sus secciones “Americana”, “Documental” e “Internacional:

Cine Americano | Sección Oficial
Gran Premio del Jurado:  I Don’t Feel at Home in This World Anymore / Director, Macon Blair
Premio del público: Crown Heights / Director, Matt Ruskin
Premio a la Mejor dirección: Eliza Hittman por Beach Rats
Premio a la Mejor fotografía : The Yellow Birds / Director de fotografía, Daniel Landin
Premio al Director Revelación: Maggie Betts por Novitiate


Cine americano | Documental
Gran Premio del Jurado: Dina / Directores, Dan Sickles & Antonio Santini
Premio del público: Chasing Coral
Premio a la Mejor dirección: Peter Nicks por The Force


Cine internacional | Ficción
Gran Premio del Jurado: The Nile Hilton Incident / Director, Tarik Saleh
Premio del público: Sueño en otro idioma / Director, Ernesto Contreras
Premio a la Mejor dirección: Francis Lee por God’s Own Country


Cine internacional | Documental
Gran Premio del Jurado: Last Men In Aleppo, de Feras Fayyad
Premio del público: Joshua: Teenager vs. Superpower
Premio a la Mejor dirección: Pascale Lamche, por Winnie

Premio NEXT | Fuera de concurso

Premio del público: GOOK

sábado, 28 de enero de 2017

Manchester by the Sea: exploración moderna del duelo

Kenneth Lonergan saltó a la dirección con el amparo de su “padrino”, Martin Scorsese. Fue nominado por el guión de “Gangs of New York” y ahora está en la línea del comentario por ser el director de “Manchester by the Sea”, película que surge de Matt Damon y John Krasinski y cuyo soporte debía ser un protagonista con una gran tara emocional. Con presupuesto de 6 mm de dólares, es una de las películas imperdibles que dejó 2016 y ojalá se lleve muchos premios en los próximos Oscars.


Hollywood arrastra siempre una ambigüedad: con una mano, firma guiones exagerados y con excesos superheróicos, mientras que con la otra ofrece una lista de “caprichos” más bien alejados del espectador promedio, donde los mismos actores cobran una fracción ridícula de honorarios para dotar al producto final de un tinte artesanal. Lo curioso es que estos “caprichos” de guionistas, actores millonarios y productoras, se están haciéndose cada vez con más perfección, logrando entregar un producto dramático que compite codo a codo con grandes superproducciones.
Es el caso de “Manchester by the Sea”, película que trata sobre un dolor sordo que anestesia al hombre, mientras devora su interior. Un  duelo imposible, un tremendo vacío, un hombre roto por la vida. ¿Cómo seguir viviendo así? Solamente creando un escudo fortalecido con dosis de violencia y falta de interés.  Casey Affleck es el responsable de armar este puzzle llamado Lee Chandler, y deslumbra con este triste hombre que sobrevive a la rutina, que a menudo busca una pelea con algún desconocido para sentir dolor y finalmente desahogar algo. En sus ojos y sus gestos, sentimos la pena que nunca le abandona y suponemos el vacío en el cual se encuentra. La química entre el director, personaje y el actor siempre está al máxio, no se cae en todo el film.
Bastan un par de elementos para soportar esta tremenda historia:

El Guion
Para contar la historia, están los flashbacks en “tiempo real”, como proyecciones de los recuerdos que van y vienen; estos flashbacks, el guion los utiliza  cuando viene algo que pudiera amenazar la rutina del protagonista. En estos momentos, Kenneth Lonergan decide pausar el ritmo de la película y adentrarnos en al drama personal pero lentamente, y esa lentitud no se siente, se agradece. Fuera de estas escenas, Lonergan demuestra una modestia mucho más notable cuando se trata de mostrar a sus personajes manejando la aflicción. El director enfoca la primera parte de la historia en presentar la relación de Lee y su hermano (interpretado por el excelente Kyle Chandler) y dar pinceladas de la relación con su ex esposa (Michelle Williams). El guion tiene mucho peso, las piezas cuajan y la presentación de los personajes, a tres dimensiones, está sostenida por diálogos muy ricos. Esta película es un drama en todas sus líneas, pero la diferencia es que busca contar el Cómo y no el Qué. Y el guion se agarra de un ejercicio narrativo sutil, que genera una instantánea identificación emocional con los sucesos que se observan.

Los actores
El año 2007 Hollywood descubrió a Casey Affleck con dos películas:”Adiós, pequeña, adiós” y “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”, por la que fue nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto. Esto de interpretar personajes con el alma torturada se le da muy bien, pero en este caso está muy marcado por su físico, el cual es demasiado normal para ser una estrella de cine; además, carece de esa hermosura arrolladora con la que podría ser explotado como actor de carácter. “Manchester by the Sea” es la oportunidad para que Casey Affleck entre, definitivamente, en la liga de los grandes actores.
Michelle Williams también es otra actriz a la que se le dan este tipo de personajes sufrientes, los ha interpretado siempre y su rendimiento es alto; en este film aparece 20 minutos, pero se los roba. Y la revelación del film es Lucas Hedges, a quien ya habíamos visto trabajando con Wes Anderson, y que interpreta de manera soberbia a este adolescente y sobrino del protagonista.


Locaciones
El escenario creado por Kenneth Logerman habla del luto que atraviesa a la película, sin caer en lo melodramático, situación que habría afectado innecesariamente la narrativa. Este equilibrio se logra gracias a una puesta en escena, filmando en exteriores, con una fotografía lúgubre y en grises muy bien realizada y con la música potente de Lesley Barber, quien supo apropiarse del fracaso, tristeza y autoflagelación para construir la BSO adecuada para cada escena.




“Manchester by the Sea” es una exploración de lo que significa un duelo. Ese dolor no físico que no se alivia con una conversación; solo el alma conoce de esas heridas que nunca sanarán. Esta película muestra ese duelo como un notable ejercicio de transformación, utilizando una conmovedora descripción de entornos emocionales, sumamente humanos, y alejados de la autocompasión de este tipo de dramas.

miércoles, 25 de enero de 2017

Buenas Películas que el Oscars 2017 olvidó

Cada año, La Academia tiene la oportunidad de hacer brillar a películas más pequeñas que también alimentan el negocio del cine. No estamos diciendo que las siguientes películas necesiten las principales nominaciones, pero sí eran merecedoras de algún reconocimiento por su increíble rendimiento y perfectas ejecuciones en varios ítems, los que bien podrían haber valido una nominación. Nosotros sí les entregamos un aplauso.


“SWISS ARMY MAN”
Hubiera sido extraño que las excelentes perfomances de Daniel Radcliffe y Paul Dano hubieran recibido una nominación por esta extraña película (sin duda que Radcliffe la merecía), pero "Swiss Army Man" debería haber recibido un cariñito del Oscar en la categoría de Mejor Canción Original .¿Realmente necesitamos dos canciones de "La La Land" en la papeleta final?. Aquí una muestra de lo buena que es la BSO.




“SING STREET”
La historia de un chico de secundaria que forma una banda para impresionar a una niña mayor. La trama no es tan relevante como sí lo es el espíritu, la sinceridad y las locas melodías que emergen de este film. No estamos diciendo que "Sing Street" merezca las principales nominaciones, pero cualquiera de sus increíbles canciones originales debería haber llegado a la quina final. 



“THE HANDMAIDEN"
La convivencia de dos tradiciones culturales. El coreano Park Chan-wook traslada la historia, desarrollada originalmente en Reino Unido, a Corea, mezclando géneros literarios diversos, desde las ficciones de estafadores estafados, pasando por la bibliofilia erótica que desordenan la estructura narrativa, la que no considera para nada la linealidad; es más, el director busca constantemente los giros y los cambios de punto de vista. En este entramado, se cristaliza una buena parte de la historia de pasión entre dos mujeres, encerradas en un ambiente propicio para la intimidad. Sorprendentemente no fue nominada por Corea del Sur como su representante al Oscar, por lo que jamás tuvo chance de asomar por la tarjeta final. Sin embargo, el diseño de producción y la fotografía, cuya cámara itinerante crea un pulso sensual exquisito, habrían sido dos nominaciones más que justas.



“A BIGGER SPLASH"
El clásico caos de celos, miradas acusadoras y condescendencia. Cada actuación de Luca Guadagnino era perfecta para el Oscar, pero Ralph Fiennes debería haber sido un competidor seguro en la categoría de Reparto. Sin duda, fue una de las mejores actuaciones de 2016, muy digno de todo lo que ha hecho Fiennes, una estrella de luz poderosa desde hace unos 20 años.



“CERTAIN WOMEN”
Kelly Reichardt es como la Jim Jarmusch femenina, pues en los últimos años se ha convertido en una de las cineastas más destacadas del circuito independiente. Difícil era la nominación para ella en la categoría de Director, pero las actuaciones de Dern, Williams, Stewart y Gladstone tienen un registro dramático indiscutible. Sus personajes reflejan empatía a través de un caudal de emociones, especialmente la desconocida Lily Gladstone, demasiado buena para ser una principiante.



“AMERICAN HONEY”
Una película algo resistida, para muchos una road movie corriente y llena de lugares comunes. Pero el magnífico trabajo de Sasha Lane no se puede pasar por alto. El guion también es sorprendente y podría haber recibido un cariño de La Academia en esta categoría, pues lleva un paso más allá la narrativa de las road movie. Sigue jugando con los mismos elementos (la música, el realismo), pero la fotografía es más estética con esos encuadres perfectos, los colores vivos, fuertes, que rebosan vida. Parece que ganar un gran premio en Cannes no significa nada para el circuito de premios norteamericano pero, reiteramos, las sensibilidades de Andrea Arnold y Sasha merecían un reconocimiento mayor en la carrera por los Oscars. 



“THE WITCH”
Cómo se saltaron olímpicamente a este psicodrama!. Las actuaciones de Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson y Kate Dickie son dignas de todo premio, pero donde la Academia realmente se cayó fue en el sentido del tiempo y el espacio, evocado por el diseño de producción, diseño de vestuario y cinematografía del film. El trabajo en estos ítems está logradísimo, a pesar del bajo presupuesto de la producción (fotografía con luz natural, para empezar). "The Witch" se siente tan real y tangible en cada fotograma que el miedo salta fuera de la pantalla. Si La Academia supiera algo de cine de terror como arte, la habrían amado.




“CAMERAPERSON”
Documental trascendental de Kirsten Johnson. En esa categoría era un competidor con reales posibilidades y lo fue durante todo el circuito 2016, pero quedó fuera en la última pre selección. Es una pena, porque este collage fascinante encuentra a su directora armando su propio proceso de creación. Se necesita hacer cine autobiográfico con nuevos códigos.




“HUNT FOR THE WILDERPEOPLE”
Estoy por creer que a los votantes del Oscars no les gustan las comedias. En esta película hay tal cantidad de humor (muy negro) que parece ser una cacería humana. Un niño y un viejo malhumorado se ven envueltos en una serie de infortunios que no dan descanso a la audiencia. Súper bien actuada, pero ni siquiera entró en la conversación por alguna nominación. Taika Waititi armó una película que es una explosión de energía. Por cierto, Taika Waititi dirigirá “Thor 3”, y de repente tengo fe en el peor proyecto de Marvel. 



“PATERSON”
Jim Jarmusch profundamente sencillo, sencillísimo, conmovedor. Pero no alcanza para tocar a La Academia, lo que es una lástima cuando se tiene a un Adam Driver en la mejor actuación de su carrera. Al igual que Oscar Isaac en "Inside Llewyn Davis", el conductor del film es puro matiz e introspección. Su rendimiento es una clase magistral que no se ve en la acción, sino que en la reacción y la escucha de su diálogo. Ya vendrá, tanto para el director como para el actor.




Y así hay tantas más. Sabemos que no pueden quedar todas, pero también extrañamos más heterogeneidad de La Academia debido a la calidad de tantas películas independientes y de bajo presupuesto que igualmente adornan el star system del cine.

sábado, 21 de enero de 2017

SHERLOCK, temp 4: pocas energías para la recta final

Años esperando, para que los episodios se vayan como agua entre los dedos. El final de Sherlock (temp 4) deja instalada a la serie en medio de polémicas varias, rátings en picada y críticas por doquier. Pero más allá de eso, queda la sensación de que los chicos de Baker Street no van más.


Esta adaptación modernizada del clásico detective siempre ha sido fenómeno mundial en el mundo de las series; con cada regreso se han generado posiciones enfrentadas, porque siempre ha alimentado altas expectativas. Esto ha sido llevado al extremo con la cuarta temporada que, en sólo tres capítulos, tuvo tiempo para decepcionar, emocionar, e incluso, dejar indiferente a más de alguno.

Los capítulos
El arranque fue flojo, a pesar de que se nos presentó un Sherlock diferente, más oscuro, más errático y menos brillante. En el segundo episodio nuestro protagonista recuperó la lucidez y el ritmo de siempre. Los personajes tuvieron tiempo para desarrollarse y hasta se presenció a un buen villano, interpretado por Toby Jones. El capítulo, además, incluyó un ingenioso giro final que obligó al espectador a volver la mirada sobre acontecimientos pasados y a observar la introducción de un inesperado villano final.
El tercer capítulo, el último de la temporada, tenía el complicado reto de mantener el alto nivel que había marcado Steven Moffat con el segundo episodio. La historia se planteó como una sucesión de pruebas que Sherlock debía resolver pero que lo obligó a poner en juego constantemente el factor emocional. Aunque el capítulo se mantuvo en un nivel medio, con serios problemas de guion, hubo también momentos brillantes, como toda la escena de la granada voladora en el departamento de Sherlock. O la reaparición de Moriarty en lo que, en un primer momento, pareció una resurrección forzada, pero que después se explicó como un flashback ideal para cerrar el círculo de la serie; este "The Final Problem" resuelve que son las emociones y la conexión que logra Sherlock con los otros humanos, lo que termina perjudicando su abismante inteligencia, poniéndola por debajo de la de sus hermanos. Pero, por eso mismo, termina siendo el más fuerte de los hermanos.


Analizando este 4×03, nos queda la sensación de que puede actuar como final de serie porque no quedaron cabos sueltos. Las declaraciones de Steven Moffat refieren a esto, de alguna forma: “Si esta es la última vez -y no estoy pensando en que lo fuera, pero podría ser- es posible que podamos acabar así”.

La temporada 4 ha tenido muchas críticas porque hubo una pérdida de esencia y porque hubo, también, una indulgencia exagerada con los personajes. Hubo muchas fallas en la ejecución del guion, hubo filtraciones y problemas de ráting que, claramente, no estaban en el puzzle de los realizadores. El éxito de una serie radica en cómo haces para que el tiempo invertido en la relación espectador/personajes funcione, y permita aceptar algunos pifias, sólo por el cariño que sentimos hacia ellos. Con Sherlock y Watson juntos, la serie finalizó con su peor número histórico de audiencia: 5.9 millones de espectadores, el que hace aguas frente a los 8.1 de la 1ª temporada. Esto habla de desgaste. Podemos echarle la culpa a que las audiencias se aburren más rápido ante la nutrida oferta seriéfila, o bien que todas las filtraciones (el episodio final estuvo disponible, con una versión rusa en la red, desde el sábado anterior) atentaron contra el factor sorpresa del cual bebía la serie, y en cantidad.
El personaje y la serie evolucionaron. La cuarta temporada fue una montaña rusa, con un capítulo bajo, otro arriba y otro en el medio. Si bien no hay nada confirmado, el olor a final de serie es indiscutible y aunque los protagonistas estén dispuestos a regresar, todo parece indicar que hasta acá llegamos. Ojalá nos equivoquemos porque este no es el final que merece Sherlock. A pesar que siempre defendemos que es mejor una retirada a tiempo que agotar la fórmula, sin duda que el detective más famoso y peculiar de la historia merece un final a mayor altura.


Lo mejor: las locaciones y los flashbacks.
Lo peor: el guion hizo aguas en algunas partes, como en el escape de Eurus (gran perfomance de Sian Brooke) de su prisión al final del 2º capítulo, o cómo sobrevivieron a la explosión, o cómo desaparecieron las cadenas de Watson.
El mejor capítulo: Sin duda el nº 2 “The Lying Detective”. Y es que el caso que se nos presentó no es sino el plan de Sherlock, organizado por Mary, para que Watson le salve la vida y así recompongan su relación. Un engaño tan bien pensado que Sherlock predice lo que va a hacer Watson en todo momento.Es la primera vez que se profundizó en la mente de Watson, una persona tan íntegra que, como dice Sherlock, a veces no parece humana La escena de la reconciliación entre ambos queda como una de las mejores de la serie.
Recomendación: Que estés concentrado y que no pierdas la fe luego del 1er episodio.

Otra temporada?. No ha sido renovada aún y las declaraciones de Steven Moffat señalan que hay un desgaste tanto en el espectador como en los realizadores. Pero con la BBC nunca se sabe.

viernes, 20 de enero de 2017

The Crown: de la farándula a ser de lo mejor de Netflix

La serie es obra de Peter Morgan, quien ya había escrito la película "The Queen".  Isabel II y el Duque de Edimburgo protagonizan esta 1ª temporada, donde se nos muestra a una reina que evoluciona de joven insegura a estratega gobernante.


La monarquía en Reino Unido sufre de los mismos males que cualquiera otra: representa la brecha de clases, el privilegio de ciertas cunas y todas esas normas retrógradas que minimizan el papel de la mujer en la vida pública. Pero la familia real británica tiene una popularidad que a los extranjeros nos cuesta entender, y ese es precisamente el reto que afrontó Netflix a la hora de aceptar esta serie. Había que traspasar todo lo que han ducho las revistas de papel couché a la televisión de primera calidad. Para ello, “The Crown” hace una radiografía de la monarca más longeva y famosa del mundo: la reina Isabel II. El otro gran reto de la serie era mostrar su tensa pero inevitable relación con el Gobierno británico. Winston Churchill estaba acostumbrado a tratar con soberanos cultos, como Jorge VI, que apenas se oponían a su criterio político. Y de pronto una chica de 25 años, con mucho conocimiento protocolar pero nula conversación, era la encargada de rebatirle las decisiones al gran héroe de la guerra. Isabel decidió dejar de ser marioneta y formar su propio discurso. 

A nivel de producción, desde el inicio podemos observar por qué esta serie fue multimillonaria: los escenarios, el vestuario y las caracterizaciones están perfectamente logradas, y la belleza visual de sus planos es innegable. Se nota la mano de Stephen Daldry detrás de unas interpretaciones humanas y cargadas de emoción contenida, mientras la música de Hans Zimmer y Rupert Gregson-Williams llenan de sensibilidad cada escena.


Los actores
Si Claire Foy fue la protagonista de toda la temporada, el primer capítulo versa en su mayoría sobre el rey Jorge VI. Jared Harris hace un trabajo magnífico dotando al monarca de confusión, nervios, deseando dedicar su vida al pueblo, pero viendo como esa vida se le escapaba de las manos. Hay gran complicidad entre Claire Foy y Matt Smith mientras representan a una pareja normal en sus primeros años de matrimonio y el traspaso a ser gobernantes; Vanessa Kirby tiene grandes momentos siendo la protagonista de las primeras planas que hablaban de una princesa díscola. Y está el personaje de Winston Churchill, caracterizado de manera estupenda por John Lithgow, quien se anticipa como un amigo-enemigo bastante duro para la joven reina. 
El vestuario también es digno de elogios. Basta con ver lo idéntico que es el vestido de novia que luce Claire Foy, recreando el modelo que usó Isabel II en su boda. Michel Clapton es la directora de vestuario de la producción y ganadora de un Emmy por su trabajo en “Game of Thrones”. Clapton estudió y buceó por meses en archivos históricos y, seguramente, en las revistas “Vogue” de la época para no fallar en el estilo.


Claire Foy
La gran monarca que interpreta tiene poco que ver con la imagen actual de la reina, la que a pesar de su ancianidad, sigue viéndose muy estricta. En “The Crown” es una muchacha que reconoce sus limitaciones y decide remediarlas antes de ser devorada por los políticos. En los primeros capítulos se nota que tiene la oportunidad de ser el relevo fresco de una institución arcaica, pero choca con el deseo de todos, y de ella misma, de mantener un legado. Termina decantándose por lo segundo. 
Claire Foy hace un gran trabajo. Isabel II nunca ha sido una mujer expresiva, por lo que tuvo que echar mano a lo mejor que tiene para potenciar esa imagen temerosa en un principio, pero luego fuerte, aunque siempre respetuosa. El trabajo que hace con su mirada es abismante, sus ojos hablan. La soltura con la que el personaje se va imponiendo sobre los dos hombres que la acompañan (Felipe y Churchill) es puro placer televisivo. En algún momento quedaba la sensación de que le impregnaría un lado feminista a su personaje y terminaría siendo una especie de Daenerys o Peggy Olson, pero éstas son una muestra pura de feminismo en televisión, mientras que la reina siempre se ha resistido a esta etiqueta porque igualmente intuía que el género no disminuiría la calidad de su reinado.
En algunos episodios, esto le procuró las críticas de su propia madre y varias crisis matrimoniales con un hombre reacio a tener un papel secundario: "¿Eres mi esposa o mi reina?", le preguntó Felipe cuando ella le exigió que se arrodillara en la coronación. "Soy ambas, y un hombre fuerte se arrodillaría ante ambas". Esto no puede interpretarse como igualdad de género pero tenía un gran sentido considerando la época y a los protagonistas. Igualmente, fue muy sabroso observar situaciones donde los problemas que abordaban eran los típicos de cualquier matrimonio, pues los datos señalan que aquella pelea en Australia, que fue grabada accidentalmente por la prensa, fue real. Lo confirmó hace unos años la biografía “Our Queen”. La pareja estaba en su viaje por Australia y un equipo de prensa giró su cámara cuando vio que la puerta se abría y capturó ese momento de pelea marital, donde volaron platos y otras cosas. También es real que destruyeron la cinta pero no por buena gente, sino “por miedo”, versa la biografía.




El guion
Peter Morgan elabora una historia perfecta. El guion es profundo y tiene matices y detalles que le dan peso, consistencia a lo que se cuenta pero él busca darle fuerza a ese choque constante entre el individuo y la institución. Esa es la fascinación del guion (y del propio Morgan). Lo único criticable es que algunas subtramas corren sin tanta fuerza y no despegan, logrando que Claire Foy sea la única pieza que logra hacer encajar todo para dar la estructura necesaria a lo demás.
Riesgos
La serie ha sido aclamada por la crítica y a pesar de lo costoso de su producción existirá otra temporada. ¿Cuáles son los riesgos? Algunos piensan que esta serie minimizó los problemas sociales de la época: "Me preocupa que la historia de mi generación pueda perderse para mis nietos porque los productores de televisión prefieren anestesiar a los espectadores"; esta fue la dura respuesta del columnista de The Guardian, Harry Leslie Smith. A él no le gustó la serie porque omite los movimientos socialistas que enrielaron la verdadera revolución. Ese es el gran riesgo al que se enfrenta el público joven de “The Crown”, el dar por sentado ciertas situaciones que se plantean bajo la etiqueta de "serie histórica", pero que olvidan lo que ocurría fuera de los muros de Palacio.

Pero en resumen, lo que podría parecer una historia centrada en lo familiar termina siendo un retrato convincente de alguien a quien todos pensamos que conocemos. Como televisión, la serie esta estupendamente montada y bien interpretada.



Lo mejor: todos sus puntos son altos. Se notan muchas horas de estudio para el contexto histórico y presupuesto para desarrollarlo.
Lo peor: No tiene puntos bajos. Algunas subtramas podrían estar algo desconectadas.
El mejor capítulo: “Smoke and Mirrors”. Por los flashbacks que se utilizan para cuando ella presenció la coronación de su padre. El rol del Duque de Windsor es extraordinario como narrador no lineal del capítulo, más el momento en que Isabel decide que su esposo debe arrodillarse ante su reina. Son momentos espectaculares de un episodio muy bien logrado. Otro capítulo extraordinario fue “Scentia Potentia Est”, pues muestra a una Isabel decidida a reconocer y remediar sus propias limitaciones educativas y que disminuyen su liderazgo. Gran escena aquella en que Isabel le reprocha a su madre el no haberla educado más allá de simples protocolos y busca un tutor para que subsane este déficit. Y en este episodio vemos a Isabel transformarse ante nuestros ojos, en una de las mejores escenas de la temporada: tras regañar a Lord Salisbury, Churchill le sigue y ella se muestra segura, decidida a defender su título y la seguridad de su pueblo; en una escena muy simbólica, recurre a su viejo cuaderno de colegio y a aquella palabra subrayada “trust”, que no permite más palabras para describir el significado. Winston la mira con admiración, reconociendo que ya está lista para reinar.
Recomendaciones: fijarse en el exquisito acento británico y en los maravillosos planos generales.
Otra temporada?: Están terminando las grabaciones! Y deberemos esperar hasta fines de 2017 para ver la 2ª temporada. Según una entrevista de Peter Morgan a “People”, la trama se centrará más en Felipe de Edimburgo y en la infancia del príncipe Carlos.


sábado, 14 de enero de 2017

La La Land: la varita mágica de Chazelle

Con tres películas a su haber, Damien Chazelle parece resistirse a separar su profesión de su propia vida sentimental. Porque, en esta historia, plantea la típica relación de cualquier comedia romántica, pero el punto que la sostiene es el mensaje amargo que esconde y del cual el director ya había hablado en su trabajo anterior.


Cuando nos referimos al género musical pensamos de inmediato en los años dorados de Hollywood, años ’40 y ’50, ya olvidados por la maquinaria de marketing y juegos en la que se ha desenvuelto el cine de los últimos 25 años. Por lo mismo, es un género lejano para e actual espectador de cine pues, normalmente, este espectador no sabe mucho de música, no escucha las BSO de las películas y no siente atracción hacia la expresión de los sentimientos mediante el baile y las canciones. Y ahí es donde aparece Damien Chazelle para, otra vez, atraer al público mediante una propuesta musical pero que carga un mensaje intrínseco de desazón.

Las dos razones por las que “La La Land” funciona y no tiene nada que ver con el histórico prejuicio a los musicales, son:

Los personajes
Cercanos y espontáneos. La pareja de actores se complementó a la perfección y logró crear el magnetismo necesario, le dieron credibilidad a la historia. Ella, una fatigada aspirante a actriz que ya no soporta más las pruebas y las dudas sobre su talento. Él, un pianista de jazz que se rebela contra el hecho de que esta música está agonizando y que debe banalizarse para conseguir nuevas audiencias. Ryan Gosling, logra posicionarse gracias a un encanto especial que le da a su personaje. Emma Stone es muy buena actriz. Y además, ambos cantan y bailan más que bien.

El guion
Está muy bien escrito. La funcionalidad de los personajes y la estética que los adornan permiten que la historia funcione, que se vuelva animada, vital, con bailes contagiosos que están muy bien filmados. El guion tiene como preludio brillante, una historia de amor bien contada y que se ve cálida, durante mucho tiempo; si usted cree que existe ese romanticismo empalagoso, se llevará una sorpresa.



El inicio y el cierre son de antología. En el centro, la película tiene momentos altos y otros bajos. Hay múltiples homenajes, incluido uno, demasiado largo, a James Dean. No sabemos si Chazelle buscó deliberadamente honrar a los grandes musicales de Hollywood, pero lo bueno es que logra hacer el nexo con esos clásicos de Jacques Demy, en especial con “Las chicas de Rochefort”, y lo apreciamos cuando vemos el tipo de danza, la coreografía y el jazz. La escena más icónica de la película, el baile en el estacionamiento, recuerda muchísimo, en la paleta de colores, a “Dancing in the Dark” de “Melodías de Broadway 155”, con ese cielo color malva.




La BSO ya ha sido premiada y, seguramente, seguirá siendo la favorita aunque la partitura de Justin Hurwitz está bien pero no extraordinaria; más bien, sabe compensar la labor de la puesta en escena de Chazelle, quien supo enmarcar la danza y el movimiento lírico en ella, transitando entre escenas convencionales y musicales, convirtiendo escenarios naturales en fondos de fantasía cálidos, idóneos para darle una nueva vida a los decorados y así huir de los clichés de los últimos musicales reciclados de Broadway.

Cuando finaliza esta parte bailada y cantada, el guion da un giro fantástico y se concentra en las vidas de la pareja las que, claramente, no son un baile entre estrellas. Las distintas dificultades a las que cada uno debe enfrentarse para conseguir sus sueños se entrecruzan con un anhelo oculto y que es el mensaje de la película: cómo vivir en pareja, cómo lograr vivir el romanticismo ingenuo, el amor verdadero. En esta segunda parte, Chazelle regresa a Jacques Demy con la melancolía inconmensurable y avasalladora de “Los paraguas de Cherburgo” y borra casi por completo los pasajes musicales. En su lugar, se despliega un dominio del lenguaje secuencial muy bien planteado, lleno de detalles sutiles, con gran simbolismo. El director sustituye los bailes por un sentido del ritmo, es decir, cada imagen y diálogo lleva un compás musical oculto.

En resumen, esta es una película del director. Bien actuada pero extraordinariamente bien dirigida. Chazelle se alza como el mago de este rompecabezas, uniendo cada pieza con precisión, al tiempo que el espectador se deshace de ideas pre-concebidas. Más allá de la música o de que Hollywood (otra vez) premiará a una película que se mira el ombligo, busco la semejanza con la extraordinaria “Whiplash” y seguimos confirmando que Chazelle no puede separar su vida personal de su profesión: en ambas cintas hay una bella pero terrible sensación de disculpas, por anteponer los sueños al amor.

jueves, 12 de enero de 2017

Bandas sonoras candidatas a la temporada de premios

Una vez más, la música se erige como pieza fundamental de cada película. "Moonlight" y "La La Land" son sólo dos ejemplos de cintas que se negaron a llevar su música como mero adorno, logrando que cada melodía exija a tus oídos ser testigos de tremendas composiciones y creatividad.

Acá te presentamos una lista de aquellas BSO que más resaltaron en festivales de cine durante 2016 y que están pre-seleccionadas para los #Oscars. 
Muchas ya están disponibles en Spotify, asique juzga por ti mismo. 


“Hell or Highwater”
Nick Cave está en estado de gracia, en una espectacular racha creativa. En 2016 no solamente editó el robusto “Skeleton Tree” (top ten del ranking de Los Mejores Discos de 2016 para Nación Rock), sino que también tuvo tiempo y ganas de poner la banda sonora, de lo más sólida, a una película que ha tenido una inesperada repercusión: “Hell or Highwater”. La excelente BSO tiene un aire muy country y aporta al dramatismo que cuenta el guion, lleno de problemas familiares y sentimientos de culpabilidad, los que se leen a través de líneas clásicas en todo un ejercicio del estilo.
Por otro lado, Nick Cave firmó la BSO de la serie “Mars”, de National Geographic. El tema principal, “Mars Theme”, tiene la interpretación de Cave y va en la línea de lo mostrado en el último disco del australiano.




"Kubo and the Two Strings”
Dario Marianelli  es un compositor sumamente versátil y así se percibe en su música, la que encajó muy bien en este fantástico film de aventuras y jóvenes héroes. Suena valiente, decidida, y le permite al protagonista articular su historia a través del canto.



“Manchester by the Sea"
Esta película debiera llevarse muchos premios, pero el de BSO no aparece entre los seguros. La partitura de Lesley Barber es hermosa y merece reconocimiento porque la película es bastante trágica, y eso ya es un reto para el compositor. ¿Cómo acompañar un guion plagado de tristezas de la vida cotidiana?. La música duele junto con el dolor del protagonista, pero sin caer en el agobio. Hay equilibrio en las piezas, en los coros y en el piano.


"Indignation"
Jay Wadley debe ser el más emocionante "nuevo" compositor que entra a la pelea en materia de BSO, porque "Indignation" es el primer proyecto donde hace estallar su potencial. La película es un melodrama rutinario que se eleva con preciosas composiciones, como "I Can not See You", donde la oscuridad es equilibrada con el suspenso. Es tan sorprendente esta propuesta que su partitura suena casi a la misma altura del mejor Alexandre Desplat.



"Moonlight"
Nicholas Britell no es un desconocido. Antes admiramos su trabajo en "Gimme the Loot" y "12 Años de Esclavitud". En este film, las piezas evocan los conflictos del guion de manera hermosa. Eso es crucial para una película que se atreve a ver la belleza en un entorno en el que muchos se niegan  siquiera a buscarla. "Moonlight" relata lo que sentimos y no podemos decir, y la partitura de Britell refleja cómo se sacuden esas sensaciones en el interior de cada persona.



"Jackie"
Mica Levi causó sensación cuando puso la música para "Under the Skin", porque era un torbellino de arte. Y ese debió ser el motivo por el cual Pablo Larraín le pidió la música para "Jackie". Hay violines que barren la pantalla, que humanizan; hay flautas que dan la sensación de que alguien está de pie pero haciendo un gran esfuerzo por no caer. Muy sensible.



"Lion"
"Lion" es una película contada en dos partes, con dos elencos distintos y en dos mundos. Por esto, el director Garth Davis contrató a dos compositores, y de los mejores del planeta. Dustin O'Halloran y Volker Bertelmann escriben temas donde sus piezas giran alrededor de la desesperación del guion. Fueron nominados ya para el Globo de Oro y debieran seguir cosechando premios pues su aporte a esta buenísima película es fundamental, simplemente no se cuenta el guion sin el apoyo musical.


“Patriots Day”
Trent Reznor es un músico que adoramos por miles de razones pero, por sobre todo, por su increíble creatividad y versatilidad. Hollywood hace rato que se dio cuenta de ello y siempre lo convoca para sacar a relucir su otra arista: la de compositor de BSO. Ganador del Oscar en 2010 por poner la música para “Red Social”, en 2016 volvió al cine, junto a su socio Atticus Ross, para poner la BSO de esta película que hace homenaje a las víctimas del atentado a la Maratón de Boston.




"The childhood of a Leader"
El debut, como director, de Brady Corbet comienza con 17 segundos de una orquesta afinando, como si indicara que hay que prepararse para lo que está por venir. Y cuando los primeros acordes de Scott Walker, en la BSO, empiezan a sonar, tenemos la sensación de un infarto, de un rompimiento de cadenas, de la desesperación de las tropas de la Primera Guerra Mundial que marchan en formación hacia la muerte. El director se basa en la partitura de Walker para articular la rabia que existe dentro de su protagonista, en una falsa sensación de seguridad. Sensacional.



"La La Land”
Se le ha prestado muchísima atención a esta película cuyo 90% (si no es que más) es la música. Las composiciones de Hurwitz sostienen la película con toques de jazz, de vals y un sonido lleno de personalidad, incluso durante las partes donde las personas no están cantando. Por la versatilidad de la partitura, ganará muchos premios.



"Swiss Army Man”
Es una película conmovedora y humanista y la música la acompaña de forma lúdica e innovadora. Escrita por Andy Hull y Robert McDowell, logran crear una musicalización totalmente a capella para celebrar la belleza del cuerpo humano. Gran cantidad de armonías que recuerdan a Björk, por sus intrincadas capas y diferentes voces. Buena propuesta.



"The Handmaiden"
El coreano Park Chan-Wook parece un director de orquesta agitando su varita. En "The Handmaiden", Jo Yeong-wook entrega un coro poco sutil pero inmensamente bello, logrando que cada escena parezca una epopeya. El conjunto de composiciones es emocionante y hasta desafía a las actuaciones con sus clarinetes y sus violines, los que funcionan como una firma visual y sonora del director de la película. Excelente.



Para ver el listado de BSO pre-seleccionadas al Oscar, puedes entrar aquí 

lunes, 9 de enero de 2017

Adiós para siempre: series que finalizan en 2017

Todo llega a su fin, incluidas producciones televisivas de gran audiencia o con un club de fans declarado. Sin pena, anota las series que tendrán su despedida (temporada final) durante este año.


Bates Motel
Su primera y segunda temporada fueron excelentes y luego cayó en un letargo. De hecho, el final de la tercera podría haber sido un buen final de serie, pero nadie les creería el intento sin la recreación de la escena de la bañera. Cada vez más cerca de la clásica película de Hitchcock, esta 5ta y última entrega de la serie de Norman Bates promete contar la misma historia del film pero de otra forma. Y como quieren que la despedida sea en grande, Rihanna será la encargada de interpretar a Marion Crane.



Episodes
Esto hizo Matt LeBlanc después de “Friends”. Lo aplaudieron y premiaron, pero en algún momento debía terminar. Este año tendremos 7 episodios para dar cierre a esta comedia, que sin Le Blanc no podría existir y él ya había dicho que se anotaba “sólo” para una más.



Bloodline
serán 10 los episodios finales de una buena propuesta, pero cuyos aumentos de costos y las (tensas) negociaciones entre Netflix y Sony, dieron pie para afirmar que la trama central ya no da para más.





Orphan Black
En una entrevista a Hollywood Reporter, los creadores de la serie comentaron que la razón por la que finalizaban era el no caer en la tentación de alargar la trama innecesariamente y crear clones por clonarlos. Buena decisión, la temporada anterior tuvo 2 capítulos de antología (uno de ellos, el de abajo), de los mejores del año, asiesque está servida la mesa para cerrar con broche de oro.


Teen Wolf
Finalizará justo en su episodio número 100!. Como varios nombres de esta lista, los creadores señalan que no hay más historia y que la trama está en su punto ideal para cerrar.



Bones
Cuántos capítulos! Ya perdimos la cuenta. En la season finale sólo serán 12 episodios y el objetivo principal será darle el cierre definitivo que la serie y su club de fans, merece.



The Leftovers
Era muy difícil una renovación. Tras una primera temporada alucinante pero desconcertante a la vez, hicieron un viraje de 180º para la segunda y que, perfectamente, pudo funcionar como final definitivo. La no inclusión de la serie en el tráiler que HBO lanzó con su programación 2016 nos hizo pensar que no pasaría nada más, hasta que confirmaron que la tercera temporada será la última. Se emitirá en abril.



Grimm
Los hermanos Grimm y sus cuentos fantásticos dicen adiós con su 6ta temporada, con 13 capítulos finales en vez de sus 22 habituales.



The Vampire Diaries
El show que mejor aprovechó el boom de los vampiros (por allá en 2009), logró mantenerse en pie (con dificultades en los últimos 2 años), para decir adiós en 2017. Nina Dobrev volverá para el cierre de la serie, la cual no volvió a ser la misma cuando ella salió.



The Strain
La creación de Guillermo del Toro culminará en su 4º temporada, a pesar del respaldo del rating. Seguramente, el afamado director y productor tiene más proyectos y la serie ya cumplió con tres temporadas (esperando la última) más que buenas.



Black Sails
En su cuarto año al aire, los piratas que protagonizan la precuela de “La Isla del Tesoro” zarparán hacía el final de su historia. Esta cuarta entrega finalizará conectándose con el clásico de Robert Louis Stevenson en su último capítulo.


Girls
Los últimos 10 episodios. Lena Dunham, Judd Apatow y Jenni Konner dirán adiós después de seis años de éxito. Según Lena, la serie es para veinteañeros y todos los protagonistas tienen 30 y más, lo que indica que la etapa terminó.


Halt And Catch Fire
A mitad de año tendrá lugar el fin de esta entretenida serie, que nos detalló el despegue del mundo informático en los ‘80.



Pretty Little Liars
Una serie que debió haber terminado hace años. A pesar de las bajas del rating siempre hubo excusa para un guión, escrito casi al día a día, de I. Marlene King. Al fin estas mentirosas se van para su casa.



Longmire 
Otra de las tantas rescatadas por Netflix después de su cancelación. Esperamos un cierre digno.


lunes, 2 de enero de 2017

THE OA: serie de autor que avanza con traspiés

"The OA" es otro ejemplo que Netflix, luego de “Stranger Things”, quiere apostar más fuerte por la ciencia ficción y por personajes que se salgan del molde.


Después de un 2016 descollante para Netflix, con la fabulosa temporada de “Narcos”, la arrolladora temporada de “Black Mirror” y las consolidaciones de “House of Cards” y “Better Call Saul”, ahora sea el turno de hincarle el diente a la ficción tras todo lo ocurrido post “Stranger Things". Y a ese apetito podría responder este experimento llamado “The OA”, cuya estrategia de promoción fue el absoluto misterio, lanzando el tráiler unos días antes y en plenas fiestas de fin de año.
¿Cuál es la verdad de “The OA”? hacer girar la historia en torno a una desaparición y hacerla lucir como que no se trató de un simple rapto, que hubo algo divino en medio. Esa es la idea (ambiciosa) tras la producción.

De imágenes alucinantes pero algo infantiles, con actuaciones discretas y una narración torpe, “The OA” se ancló a la algarabía que ha despertado en las redes sociales y que hacen parecer que la fórmula funcionó, pero hay que detenerse un instante pues no todo en una serie son los efectos y los diálogos complejos, es decir, aúne no hemos podido encontrar a alguien que sepa siquiera qué significaba “OA”.
La protagonista de todo esto es Prairie, la que regresa a su pueblo para contar dónde estuvo todo este tiempo, pero no se lo iba a contar a cualquiera; cinco fueron los que se autoseleccionaron, aquellos categorizados como los “paria” del colegio. Los invisibles. Y aceptaron creer. A medida que avanza la historia, nadie parece preguntarse cómo esta joven vuelve a su casa, tras 7 años desaparecida, recuperada de su ceguera y haciéndose llamar “La OA”. Entre medio, el guion nos lleva a Rusia, sin contexto alguno, y nos presenta la historia de una niña con un padre muy bueno (y muy malo), que acaba siendo víctima de un atentado terrorista. Una cohesión narrativa desaparecida. No solamente el guion falla en este tipo de apartados, tampoco se le encuentra coherencia a varias subtramas.
La narración parte bien; el relato de la familia reencontrada no se pierde. Todos queremos saber sobre Prairie, pero ella no quiere saber de nadie más que de las personas que dejó atrás, y rescatarlas de su supuesto cautiverio será la misión de los ocho episodios. Si bien Prairie sólo quiere reunirse con esos amigos, su pasividad por avanzar en el supuesto rescate es desesperante. Brit Marling funciona como Prairie, cumple una labor limpia, sobre todo en los capítulos en que demuestra su ceguera, pero eso no quita que el retraimiento del personaje atasque el ritmo de la serie. Esa es la razón por la que los personajes secundarios deben salvar la historia y ha sido un gran error de guión no explorar más a fondo en las historias de estos compinches.


El guion también falla cuando nos hace depender de la sorpresa, la cual demora en llegar y le va quitando ritmo, por lo que varios episodios resultan muy irregulares porque se diluyen entre la fantasía y la realidad.
Ese tono indie, medio desequilibrado, sitúa a “The OA” como una obra de autor, pero con una pretensión artística que no logra cumplir más allá de una fotografía adecuada y que refleja la soledad de los personajes. La ficción, además, tiene un tono muy serio, lo que anexado a la falta de ritmo, actuaciones bajo el promedio y la no contextualización de su montaje, la hacen salir perdiendo, a pesar de abordar una interrogante a la que se le podría sacar más lustre: ¿qué hay después de la muerte?.
“The OA” tiene una teoría acerca de esto y el cómo la desarrollaría, en potenciales nuevas temporadas, marcará el juicio definitivo sobre estos 8 episodios.


Lo mejor: la fotografía y la interrogante
Lo peor: falta de ritmo, a ratos es demasiado seria y los personajes no tienen desarrollo.
El mejor capítulo: son todos irregulares. Quizás, el capítulo 4 logra enganchar más que el resto.
Recomendaciones: verla en modo maratón. Si la ves a saltos, se te irán detalles.
Otra temporada?: Si cambian a los guionistas podrían responder la interrogante con otra historia, ya que el final es tan abierto que es difícil imaginar que les quedó cuerda ara más, o bien, no quisieron contarlo todo para así extenderse a una 2da temporada. Quedó muy en el aire la verdad acerca de Hap y Homer, dos personajes centrales a los que se les destinó casi nada de tiempo.

domingo, 1 de enero de 2017

Los mejores trailers 2016

Su misión es atrapar al instante, enganchar al espectador en  dos minutos, intrigándole. Drama?, comedia?, thriller?, da igual, los responsables de estas piezas deben jugar con las expectativas para vender una propuesta, al ojo del espectador, imprescindible. Aunque sea un fiasco.
Como nos encanta hacer listas, acá van los 11 mejores trailers lanzados en 2016 (independiente de si la película fue buena o si no se ha estrenado):



11. 10 Cloverfield Lane
Tráiler expectante y especial por el cómo la música va haciendo variar la sensación que nos produce esta conjunción de imágenes, y también el propio interés de ver la película. El film responde al tráiler y, junto a su excelente BSO, ayudan a construir una experiencia excelente.



10. The Witch
El cine de terror puede dar muchas posibilidades de hacer un tráiler atractivo.  Pero el de esta película no apeló a lo clásico y ayudó a construir la necesidad de saber quién es la bruja, porqué y para qué. Muy buen tráiler dentro del género.




9. Kubo and the Two Strings
Uno de las más impactantes de 2016. Una fotografía abrumadora y una BSO espectacular. Gran tráiler, gran historia y gran película.



8. Dr Strange
Marvel sabe hacer trailers. Si bien teníamos muchas dudas sobre el tratamiento que la gigante le daría a este personaje, el tráiler fue una colección atractiva de fantasías, enfocadas en un humano en búsqueda de su verdad. Un tráiler muy bien hecho para una película que fue, solamente, entretenida.



7. Capitán América: Civil War
Hemos dicho que este es el superhéroe más completo de Marvel y cuyas historias son las mejor construidas. Esta vez no fue la excepción y el tráiler nos dejó boquiabiertos. Los 2:20 minutos sólo hablaron de ruptura, una profunda, que te invitaba con fuerza a ver muy pronto el film completo. Tuvo 73 millones de vistas.



6. The Handmaiden
Siendo un gran tráiler (porque dura menos de 1:30 y la música da el realce de lo que va ocurriendo) creo que se quedó chico, pues la película es tremenda y su BSO, simplemente, espectacular. Igualmente da el ancho para estar entre los tráilers más cautivantes de 2016.



5. Jackie
Excelente secuencia de imágenes de Jackie, en distintos planos, sensaciones y acciones. La música de Mica Levi es absolutamente genial y debiera ser la perfecta llave de entrada a descubrir los detalles de la película.



4. Blade Runner
Un tráiler que sólo construye atmósferas, nos presenta a los protagonistas y al director, quien ya se metió de lleno en el Hollywood clásico y, desde el tráiler, le pone su acento a esta histórica propuesta. Generó mucha expectación y sí, ya queremos ver la película (para saber si es, en definitiva, de Scott o de Villeneuve).


3. Moonlight
El tráiler construye con gran belleza la sensación de confusión, de desolación, de tener que guardar lo que queremos decir. Le hace honor al eje de la película.



2. Kong: Skull Island
El tráiler es pura acción y sensaciones de estarse enfrentando a algo desconocido, que no es de este mundo. Aunque reconocemos demasiadas escenas muy parecidas al film de Peter Jackson, el tráiler atrae, nos presenta a un elenco de primera y nos hace desear saber cuál será el punto de vista que abordará el film acerca del mítico gorila.




1.Suicide Squad
Gran ejemplo de cómo un cuidado tráiler puede despertar la euforia mundial por una película. El tráiler es una combinación de ritmo, locura, colores y fuerza, acompañada de música de clase mundial. La película, un completo fiasco, nada que ver con lo que proponía este tráiler, el que, por eso mismo, es el mejor del año, porque se burló de todos.




Menciones honrosas, trailers de:
"Rogue One"
"Arrival"
"The Neon Demon"
"Ghost in the Shell"
"Voyage of Time"