'Nightmare Alley' (El Callejón de las Almas Perdidas) es la nueva película de Guillermo del Toro que adapta el libro de William Lindsay Gresham y que, a la vez, supone un remake de la película clásica de Edmund Gouldin. La base del film es vestirse de noir en el contexto de un extraño circo de posguerra. Si bien Guillermo Del Toro es dueño de muy buenas películas, su norte fílmico ha sido otro y queda la idea que esta adaptación pretendía ser una carta de presentación en otro código.
Del Toro toma este clásico de Edmund Goulding para
recrear el relato de un personaje que, por ambición, lo pierde todo y toma un pasaje
hacia la redención. Los que han visto las 2 películas las han comparado y ese
siempre es un ejercicio complejo para quien hace el segundo intento, pues está
presente el apelar a la nostalgia que generan los clásicos. Las distancias
entre una y otra son muchas y el resultado, como casi siempre ocurre, favorece
a la original por ser más sutil y elegante, mientras que Del Toro propone
efectismo y una narrativa más larga, donde reluce el diseño de producción y
vestuario, donde logra sumergirnos con habilidad en el mundo del espectáculo circense
y de salón de posguerra. A nivel de foto, los escenarios interiores están
llenos de misterio y seducción, con buen juego de luces. La foto de exteriores
no es mala, pero es más fría y carente de magia. En cuanto al guión alargado, con
respecto a la película original, éste acierta en dar mayor identidad al
escenario del desenlace de la historia. Por otro lado, el evidente cambio tonal
de los personajes ofrece un juego distinto que nos devuelve al film y funciona
bien. Sin embargo, la agilidad de la historia se ve malograda y peca de un
ritmo demasiado cargado, que acaba perjudicando el disfrute.
Hay algunas escenas lentas y otras donde el director acierta en la atmósfera que crea y logra que nos involucremos con la magia y el ilusionismo que propone. El sonido está cuidado, como así también las respiraciones, la tensión y el engaño.
'Nightmare Alley' del
2022 es más bien la intención de Guillermo Del Toro de salir de la etiqueta del
director de ‘cine de monstruos’ o ‘cine B’ y se dispone a realizar un film de
tono ‘más serio’. Si bien no lo logra del todo, la película tampoco es
desechable completamente, por lo que más que una maduración cinematográfica, esta 'Nightmare
Alley' fue para él una inteligente estrategia.