domingo, 29 de diciembre de 2019

Última temporada!. Las series que dicen “chao” en 2020

Todo llega a su fin, incluidas producciones de gran audiencia o con un club de fans declarado. Sin dolor, anota las series que tendrán su despedida (temporada final) durante 2020.

"Vikings"
Tal como ocurrió en la entrega anterior, los episodios llegarán en dos tandas de diez. La serie concluirá su recorrido con un total de 89 episodios, con el mérito especial de que todos fueron escritos por Michael Hirst. “Vikings” tenía una limitada historia al estar basada en personajes reales, por lo que el equipo creativo ha tenido todo 2019 para planear la despedida y ver si redondea un buen cierre.

“Agents of Shield”
Desde sus inicios estuvo limitada por acontecimientos que ocurrían paralelamente en “Avengers”, lo que no le dio estabilidad y hacía mutar el guion rápidamente. Se despedirá tras el fin de la película y con 7  temporadas.

“Blindspot”
El misterio de Jane Doe llega a su fin. Desde su estreno fue una  serie con mucha audiencia, la cual fue bajando estrepitosamente y solo se le dará espacio para cerrar las tramas.


  
"BoJack Horseman"
Según las noticias, fue una decisión del equipo creativo, porque siempre fue muy aclamada y bien recibida por la crítica. Habrá  tiempo de preparar la despedida, la que llegará  en dos partes. 


“Claws”
Este final forma parte del gran cambio de estrategia en el que ha derivado la compra de Time Warner por parte de AT&T. Con HBO como punta de lanza de sus grandes producciones, el conglomerado ha decidido que TNT se centre en programación no guionizada.


“Glow”
Netflix ya no teme cancelar sus series originales, asique no nos queda otra que disfrutar con resignación cada nueva temporada, porque podría ser la última. Es el caso de esta humilde pero muy humana producción que, esperamos, se despida por lo alto a mediados de 2020.



“Homeland”
Hace rato que no sabemos nada de Carrie Mathison. Lo que sí sabemos es que Showtime confirmó que la octava entrega de “Homeland” será la última. Tuvo varios retrasos en la producción, pero se confirmó que en febrero de 2020 sabremos cómo concluye este thriller de seguridad nacional e historia de autodestrucción.



“The 100”
CW entró en la etapa de despedir varias de las series que estrenó entre 2012 y 2015. Además de “Arrow”, otra de las veteranas que dice adiós es “The 100”, la cual promete un viaje emocionante. Como curiosidad, el programa terminará con 100 episodios emitidos, haciendo referencia a su propio título.



"Lucifer"
FOX la canceló y Netflix la rescató. La alegría duró solo 13 episodios, porque la plataforma también la dará de baja tras su quinta temporada, de 16 capítulos.


"Criminal Minds"
Con dos spin-offs que nunca alcanzaron un buen nivel, este semillero de CBS dirá adiós con su temporada 15. Con más de 300 episodios estrenados, es una excelente opción si ya no tienes nada que ver en televisión.


“13 Reasons Why”
A pesar de la relevancia en la conversación social que ayudó a instalar, la serie juvenil de Netflix cambió el rumbo en su última entrega y conseguió llegar hasta una cuarta temporada para cerrar su ciclo.


“Schitt’s Creek”
La comedia, que fue sorpresa en los Emmys 2019 debido a la gran cantidad de nominaciones que recibió, llega abruptamente a su fin, asique aún le queda tiempo para entrar en la vida de los Rose y comprender por qué conquistó a la crítica.


“Modern Family”
Por fin dirá adiós tras 11 temporadas de relato sobre las locuras de las diferentes generaciones de la familia Pritchett. No más memes ni frases icónicas de Gloria o Manny Delgado.



"Arrow"
Las aventuras de Oliver Queen, en la vestimenta moderna del superhéroe que creó el Arrowverse, llega a su final en la octava temporada.


“Dark”
La gran propuesta alemana narra la desaparición de ciertos chicos en la comunidad de Winden, y expone los secretos de varias familias a través del tiempo. El rodaje terminó en diciembre, por lo que la esperamos con ansias a fines de 2020.


“The Rain” 
la tercera temporada de esta serie danesa vino con la noticia de que será la última. El escenario postapocalíptico que nos muestra, nos traerá la resolución al virus que ha amenazado el destino de la humanidad,  por medio de la lluvia.


“Grace and Frankie” 
Una de las series más longevas de Netflix terminará en 2020. Seguramente más situaciones graciosas nos esperan con estas dos mujeres sin igual.



“The Ranch” 
La cuarta temporada de esta historia protagonizada por Ashton Kutcher, será la final y tendrá 10 capítulos.



“Van Helsing” 
Esta quinta y última temporada contará con 13 episodios y sigue la decisión de Syfy  de reducir su apuesta por las series de ficción. El rodaje comenzará recién en enero.


“Las chicas del cable”
El 14 de febrero es la fecha elegida para estrenar la primera parte de la quinta y última temporada de este drama de época, protagonizado por Blanca Suárez. Fue todo un éxito gracias a su buen guion, buena ambientación y romances. 



“The Good Place”
Una serie apocalíptica puede ser moderna según la forma en que afronta el “la vida después de la vida”. Con cuatro temporadas, el show se despedirá a inicios de 2020 con un episodio especial que contará con la presencia de Seth Meyers.


“Supernatural”
Tras 15 temporadas de luchar contra todo tipo de monstruos,  fantasmas, vampiros y demás, los hermanos Winchester se retirarán del negocio de lo paranormal en 2020. El show fue tan exitoso, que Texas declaró el 23 de junio como el Día de Supernatural.



domingo, 22 de diciembre de 2019

Mis mejores capítulos de series (2019)


No fue un año completamente brillante, pero sí que hubo propuestas interesantes y series con historias que nos dejaron episodios inolvidables. Ese capítulo especial está preparado con antelación, es revisado y reeditado varias veces y suele quedarse en la memoria por la emoción o el quiebre que provoca en la trama. Este año hubo varios capítulos de ese estilo, acá mis preferencias:


20.BoJack Horseman — “La nueva clienta”
La serie está a punto de terminar y la primera mitad de su sexta (y última temporada) nos dejó un episodio centrado en Princess Carolyn, donde vemos al personaje enfrentándose a su nueva realidad, sus dudas y  miedos, como profesional, mujer, madre y persona. Media hora en la que entramos en su mundo de forma sensorial y emotiva.

19.Muñeca Rusa — “Ariadne” 
Su final de temporada fue tan destacado a nivel técnico, narrativo y emocional, que tenía su puesto asegurado en esta lista, a pesar de haberse exhibido a principios de año y quedar a la sombra del resto de año seriéfilo.

18. Unbelievable — “Episodio 1”
Esta apuesta fue junto a “Así nos ven” y “Chernobyl”, de las mejores miniseries basadas en hechos reales que vimos este 2019. Su primer episodio fue especialmente duro, pero su retrato es necesario y demostró que es posible hacer las cosas bien, en el mundo real y en la ficción.


17. Barry — “ronny/lily”
Acción, humor y un toque surrealista hizo que este capítulo reflejara lo mejor que ha tenido “Atlanta”. La eterna tensión del drama antihéroe se externaliza y se deforma en “ronny /lily”. Cada vez más, esta serie parece un gran metacomentario sobre la relación de Estados Unidos en el siglo XXI, con su propia brújula moral.Un excelente episodio.

16. Catastrophe – “Episodio 6”
Una excelente comedia británica con un divertidísimo episodio final. Los protagonistas viajaron a Estados Unidos, donde se enteraron de la muerte de la madre de Rob (que interpretaba Carrie Fisher). Allí, Rob también se reencontrará con su gente y su tierra. Un capítulo que combinó  risas y emoción y que se despidió con un genial diálogo frente al mar, el que condensó el espíritu de la serie.

15. Game of Thrones – “La larga noche”
Aunque posiblemente sea mejor el episodio 2, la magnitud de la Batalla convierte a este capítulo en uno de los más espectaculares de la serie. Fue hora y media de lucha en la oscuridad (literal, no se veía nada), la que dejó varios caídos entre los personajes secundarios, y sorpresas como el surgimiento de Arya como la salvadora de los humanos. Un capítulo que fue pura tensión, con toques de terror y acción caótica. La esperada gran batalla de la serie, rodada durante 60 noches consecutivas, quedó para la posteridad como un impresionante despliegue técnico.


14. Euphoria – “Shook Ones Pt.II”
La arriesgada propuesta de HBO tuvo algunas de las escenas más poderosas del año, pero nos quedamos con este episodio narrado con ritmo de thriller y rodado con  maestría, a la hora de adentrarse  en el agobio abismal de los personajes. Destaca por lo maravilloso de su lado estético y por las revelaciones importantes en el argumento. Escrito y dirigido por Sam Levinson, es una obra fantástica en lo estético.

13.Mr. Robot — “Proxy Authentication Required”
A Mr.Robot se le pueden hacer muchas críticas, pero si hay algo en lo que siempre  destacó fue en su propuesta visual. En esta cuarta temporada nos sorprendió el episodio 5 y sus dos líneas de diálogo, pero la sorpresa definitiva llegó en el 7; con su estructura de cinco actos, una puesta en escena teatral, y un uso de los encuadres y la música que impresionaría hasta al más conspicuo director, proponía otro ejercicio formal de Sam Esmail para destrozarnos emocionalmente y resignificar toda la serie.

12.Years and Years – “Episodio 4”
Cada episodio fue una historia de terror, aunque el  4 nos dejó con el corazón destrozado al narrar, desde el punto de vista de uno de los miembros de la familia, el drama de la inmigración. Desesperación y una tragedia tan real de la que no hay palabras suficientes.


11. Así nos ven  - “Parte 4”
El último episodio de la miniserie dirigida por Ava Duvernay se centró en Korey Wise y su experiencia en prisión. La interpretación de Jharrel Jerome es brillante y le valió el Emmy como Mejor Actor ( los Globos de Oro lo olvidaron). La indignación que engloba esta serie y la historia real en la que está basada llega a su culmine en este episodio, uno de los más duros emocionalmente que nos tocó ver en este año.

10. Years and Years — “Episodio 1” 
Lo que parecía la respuesta británica a “This is Us” se convirtió en una gran historia de terror sobre nuestros tiempos. Por eso, y por el giro final de su episodio de apertura, éste merece un lugar en esta lista. Una familia frente al miedo y la incertidumbre político social y humana.

9. The Crown – “Aberfan”
La tragedia de aquel pueblo galés, es uno de los grandes relatos de este año. Impactante, emotivo y mejor ambientado, se elevó por encima de otros no solo por el terrible hecho real que recoge, sino también por cómo reflejó la incapacidad de la monarca para empatizar, algo conocido si hacemos el paralelo entre su reacción en este caso y la que tuvo tras la muerte de la princesa Diana. La lágrima final de Olivia Colman vale premios.



8. After Life – “Episodio 6”
En una maravillosa apertura, el  episodio 6 nos mostró a Tony mirando un video de Lisa. Ella explica que ha tenido una buena vida con el mejor hombre, y que desea que él conozca a alguien más. Desde ahí, Tony decide abordar un lado más filosófico sobre la vida y hace un esfuerzo con su padre en el hogar de ancianos, proporcionando el momento más emotivo de la serie. La gran conclusión es que la vida  se trata de ser amable, porque la vida es demasiado corta.



7. Chernobyl  - “1:23:45”
Cualquier capítulo de esta gran propuesta podría estar en esta lista, pero por el impacto del arranque de la historia, el capítulo de apertura es fundamental no solo por lo que cuenta (los primeros minutos después del accidente nuclear), sino también por cómo lo cuenta. La imagen de esa gente en el puente, mirando cómo ardía una de las torres, mientras todos recibían directamente el aire que los mataría, es una imagen tan escalofriante e impactante y dejando tan pequeño al ser humano, gradúa al episodio como uno de los más crudos respecto a cómo hacer visible la calamidad de un hecho histórico.



6. Peaky Blinders – "Episodio 5"
Perfecto en su ritmo y mostrándonos a los Peaky como siempre nos han gustado… furiosos con los enemigos que se acercan, tramando engaños, ejerciendo la violencia. En el ojo del huracán, el singular Tommy Shelby todavía confía en que puede conducir a la familia, y al negocio, a través de la tormenta que se avecina. Las líneas sobre la naturaleza de lo inglés, los extranjeros, el cierre de fábricas y la  vieja conspiración financiera, nos recuerdan tanto los  fraudes en la derecha y en la izquierda de hoy. Anthony Byrne logró excelentes narraciones en toda la serie y en este episodio en particular.


5.Succession – “This Is Not For Tears”
Podría haber estado “Tern Haven”, el quinto episodio, pero nos quedamos con el final de temporada porque reúne todo lo que hace de esta serie un drama adictivo. Desde el escenario (un lujosísimo yate), la tensión que se respira cuando hay que elegir quién se sacrifica por la familia y pasando por las interpretaciones de protagonistas y secundarios. Tiene momentos brillantes (el pollo de Tom, el iPad volando, la comida con dardos entre unos y otros), pero, por encima de todo, está el giro final, esa última escena que teníamos que haber adivinado, pero no lo hicimos. “Succession” es la nueva “Game of Thrones”.

4. The Crown – “Tywysog Cymru”
El Príncipe Carlos se convirtió en el anclaje emocional de esta etapa de la serie, gracias a un actor que traspasó la pantalla con su interpretación atribulada. El sexto capítulo, con una inspiración innegable en “El Discurso del Rey”, es el más sensible. Con una subtrama dolorosa, por segundo episodio consecutivo recibimos un discurso  de la reina sobre cómo el ser  monarca exige el máximo sacrificio: la individualidad. Teniendo en cuenta que Carlos ha esperado casi 50 años heredar el trono, tras ver “Paterfamilias” (en la temporada anterior) y “Tywysog Cymru”, uno se pregunta si toda esa dolorosa preparación valió la pena.



3. Fleabag – “Episodio 1”
Brillante. En esa cena, poco a poco van saliendo a la luz las tensiones propias de esta familia, la que incluirá una complicada confesión. Los malabarismos entre la comedia ácida y el drama más profundo, tan característicos de esta serie, se mostraron en todo esplendor. Este episodio, donde todo sale mal, es una proeza de escritura televisiva.


2.The Deuce – “Finish it”
El final de serie es un hermoso adiós a dos eras distintas. Para Eileen, ese fin fue el reconocimiento póstumo en ese obituario de 2019 que la llamó una “directora pionera en la pornografía”.  Desde el paseo inaugural por la majestuosa y recreada visión de The Deuce, hasta el paseo final melancólico y maravilloso de Vincent a través de la modernidad de Times Square, “Finish it” nos mostró la reconciliación con un tiempo ya lejano, que significó la muerte y miseria de muchos, por pequeñas maravillas que, en ese recorrido final, cobraron valor en las relaciones que algún día se formaron en esas mismas y, a la vez, tan diferentes calles neoyorquinas.



1.Chernobyl — “Vichnaya Pamyat”
Dirigido por Johan Renck, escrito por Craig Mazin.

La miniserie que recreó la tragedia de la central nuclear de Chérnobil llegó sin hacer ruido y fue sumando espectadores por millones, hasta que todos caímos rendidos a sus pies. Su último episodio entró con todos los méritos al top one del año, porque mostró cómo se resolvió el juicio por la tragedia, pero sobre todo, por reivindicar la importancia de la verdad en oscuros momentos de corrupción política. La secuencia de imágenes y narrativa de Pryp'yat al final, con Vichnaya Pamyat (banda sonora) de fondo, evoca un recuerdo macabro y da la alerta a los líderes mundiales de hoy. Un cierre desgarrador e inspirador.


"Cada mentira que decimos incurre en una deuda con la verdad. Pronto o más tarde esa deuda estará pagada"



sábado, 21 de diciembre de 2019

Mejores series de 2019

La naturaleza de este blog es hacer listas de fin de año, lo que es muy difícil considerando lo explosivo de la oferta y que ya no todo está en Netflix. Con cerca de 400 series, de todo tipo de estilos, cualquier listado se puede quedar corto, pero igual le sacamos brillo a la libreta que, durante todo el año, anotó nuestras (in) certezas sobre la gran cantidad de propuestas que consumieron nuestro tiempo. Con esa información haremos un balance del querido, esclavizante, pero imprescindible mundo de las series en 2019.


25. Muñeca Rusa
Una arrolladora Natasha Lyonne va al frente de esta compleja comedia, la cual termina siendo un viaje de autodescubrimiento. Una historia muy bien contada (su mayor virtud), divertida, apela al humor negro y no carece de drama.

24. De Dag
Imperdible producción belga que retrata el asalto a un pequeño banco. Los capítulos se dividen según el punto de vista de la policía y el de los criminales, algo que hizo muy bien “The Affair” en sus dos primeras temporadas. Hay ritmo y mucha tensión. Excelente apuesta.

23. The End of the f*** World
El final de la primera temporada fue redondo y tras dos años, volvió a repetir la fórmula. Quizás arriesgó menos, pero sus directoras le sacaron fuerza a cada episodio. Bella y doliente.

22. The Loudest Voice
Se nutre de un afiladísimo guion que no olvida las consecuencias de los hechos relatados. Las fake news, la política como espectáculo, el #MeToo y la figura de Donald Trump como amalgama de todas ellas, sobrevuelan la serie con diálogos inteligentes. Un decálogo de la manipulación de los medios de comunicación.

21.Love, Death & Robots
Rompedora de esquemas. Esta sucesión de cortos de animación distópicos, combina la ciencia ficción con la fantasía y la filosofía. Tiene tintes a “Pacific Rim”, “Evangelion”, “The Terror”, “Gravity”, “Jurassic Park” y “Black Mirror”, sobre todo, en su intento por advertirnos que tanta tecnología no puede ser tan buena. Comentario extendido aquí

20. Stranger Things
Una impensada 3a temporada en la que escribe una carta de amor a Steven Spielberg, John Carpenter, H.P. Lovecraft, Stephen King y tantos más. En su desarrollo se evidencia sinceridad,  geniales arcos narrativos y subtramas propias de la adolescenciaComentario aquí

19.GoT
Ningún final deja contento a todos. Pero los arcos principales de la serie se resolvieron con elegancia, sensatez y sin falsedad. Al final, el trono no fue lo que prevaleció, lo que quedó fue una nueva forma de enfocar las batallas en una serie. “Game of Thrones” fue un momento único de la televisión de esta década. Comentario extendido aquí

18. True Detective
La serie de HBO volvió a los hombres dañados y a la Norteamérica profunda, teniendo muy claro lo que quería contar y perfilando un personaje en etapas, como hilo conductor. “True Detective” es uno de los grandes paradigmas de la televisión de esta década, creó un subgénero y consigue volver a un sitial relevante no tanto por el “qué”, sino por el “cómo”. Comentario extendido aquí



17. The Mandalorian
De lo más auténtico que hemos visto últimamente referido al universo “Starwars”. No utiliza los elementos típicos (la música, personajes reconocibles, espadas láser, R2D2 o C3PO), sino que saca elementos secundarios y les da tal fuerza, que sustituyen a mucho de lo que tenemos considerado como “imprescindible”. Tiene gran potencial, porque pertenece al universo y, además,  lo expande. Con un  aire a western, un personaje sin rostro y con apenas diálogo, resalta el fondo fílmico de Favreau, quien además muestra un rodaje espectacular, con notables escenas de acción, con actores de la talla de Nick Nolte, una BSO elegante y unos créditos finales enormemente cuidados.

16.The Victim
Un post anónimo, sin más información que la acusación, haciendo tambalear la vida de una persona. La encrucijada moral de la víctima y el acusador. Ritmo atrapante,  giros y contragiros, primeros planos que enmarcan la angustia de los personajes. Sabe jugar con de la fotografía y el ambiente oscuro en sus tres primeras partes, para luego tornarse mucho más luminosa en la última donde,  de alguna manera, se ve la luz. Muy buena.

15. Euphoria
Con un enfoque sumamente original, HBO sumó otro punto a un año excepcional. Consumo de drogas, desnudos, sexo explícito, el maltrato y abuso al cual se ve sometida la adolescencia actual, fueron la base de un guion crudo pero necesario para los adultos. Con un trabajo de fotografía inmenso, una gran narrativa y geniales interpretaciones, “Euphoria” deja los estereotipos y descifra a los adolescentes de hoy, cuyas vidas están siendo dibujadas con el lápiz de la autodestrucción.


14. Succession
Dos premios Emmys para dos de sus mejores armas: el tema central de Nicholas Britell (mejor opening del año sin duda) y el guion firmado por Jesse Armstrong. ¿Es Logan Roy la encarnación del diablo?, Brian Cox nos ha seducido totalmente con su personaje, el cual presiona a sus cuatro hijos y a su personal de confianza a la hora de dar la cara por toda la podredumbre que su conglomerado acumula bajo la alfombra. Sería de justicia más nominaciones para sus enormes interpretaciones.

13. The Act
Gypsy Rose, 15 años, padecía asma, leucemia y distrofia muscular,  tenía la capacidad intelectual de una niña de 7 y era alérgica al azúcar. Sin embargo, nada era cierto. Su madre la había convencido de que estaba enferma. La dirección y fotografía es perfecta, con una atmósfera  oscura y turbia, de estética indie. Patricia Arquette,  Joey King y Calum Worthy…qué maravilla de actuaciones, qué inquietantes. Escalofriante y sorprendente.

12. Sex Education
Típica serie en la que todo puede salir mal si no se tiene claro el enfoque. Afortunadamente, con un humor muy sano, este drama ligero se toma en serio la complejidad de los afectos y la sexualidad en la adolescencia.

11. The Virtues
Una historia desgarradora sobre cómo los olvidados por la sociedad arrastran una cruz no escogida. El guion manifiesta que la única forma de sacudirla de la espalda es volviendo atrás y reconstruir un rompecabezas lleno de dolor. Un gran trabajo de Shane Meadows, muy personal, y que saca lo mejor de un excepcional Stephen Graham. Comentario extendido aquí  

10. Years and Years
Transhumanos, sexo con robots, portales protegidos por redes cuánticas, inhibidores de frecuencia megalómanos, vídeos falsos creados con digitalización falsa, scáners de aliento, sucedáneos alimenticios...este futuro nos plantea la serie de BBC y HBO. Aterradora, tanto (o más) que los mejores episodios de “Black Mirror”. Es demasiado (de-ma-sia-do) terrible situarse en esa posible realidad. Comentario extendido aquí

9.Dark
Con una trama inmensa y una estética gótica, “Dark” fue una de las grandes revelaciones de Netflix en 2017. El mundo clamó por su continuación y presentó su segunda temporada con una narrativa superior y personalidad propia, mostrando este mundo caótico en el que Jonas debía infiltrarse para encontrar sus propias respuestas, las que fueron abarcando varias líneas de la filosofía y el existencialismo. Comentario aquí 

8.Mindhunter
Fuerte, maciza. Cada vez que visitaban una cárcel la atmósfera y calidad visual era perversa, con colores grises y contrastes. Los diálogos siempre fueron el fuerte de la serie, basados en esa batalla psicológica e intelectual, lo que aumentaba la emoción cada vez que empatizaban con el asesino. Sin dudas, el interrogatorio más atractivo fue el de Charles Manson.

7.Fleabag 
La segunda y final temporada es tan inteligente como la primera. El dominio absoluto de la comedia en cuanto a guion, interpretaciones y montaje, la mordacidad de sus diálogos y la magistral sutileza con la que se armoniza lo trágico y lo hilarante, permiten a la serie, trascender. Nos ofreció la risa, la comicidad y el humor como un puente (bridge) que nos salva. Feminismo en estado puro.


6. After Life
Ricky Gervais firma esta serie notable sobre cómo te cambia la vida tras la muerte de un ser querido. Sin dejar de ser comedia, el guion se vuelve siempre melancólico y especial.



5.Line of Duty
Sus personajes, su ritmo, sus giros, son lo que la hacen imprescindible. Se consolida como una de las más atractivas propuestas de thriller policial, con total dominio de un guion delirante y que promete, siempre, sorpresas inesperadas. “Line of Duty” ofrece un espectáculo excelente, de revelaciones constantes y sucesos que pugnan por dejar una huella indeleble en la narrativa.

                                         


4.The Crown
Actores nuevos en roles que pasaron a otra etapa de sus vidas, una monarquía que se estabiliza mientras el país deja de ser el oasis de los años ’50. Pero en esta temporada es la inteligencia emocional (o falta de ella) de los personajes masculinos lo que se explora con más matices, llegando a ser conmovedor el retrato que hace el guion de los hombres de la reina: Felipe y Carlos. Comentario aquí





3.The Deuce
Para una gran serie, una gran historia. Gracias a personajes perfectos, adorables en sus miserias y sin importar a qué se dedicaban, “The Deuce” triunfó en su temporada final y como propuesta dramática y audiovisual. A través de cada episodio, pudimos ver cómo la cultura porno se infiltró en la sociedad reforzando, desde la mirada masculina, un tipo de lenguaje publicitario y cambiando nuestra forma de pensar sobre el sexo. Su escena final es brutalmente triste y melancólica, momentazo televisivo de 2019. Comentario aquí






2.Peaky Blinders
La serie creada por Steven Knight ha visto crecer su audiencia significativamente, y desde Netflix su popularidad se ha extendido. Después del espectacular final de la 4ta temporada, la actual sesión nos presentó un punto de inflexión justo en un cambio de década, junto al ingreso de nuevos y geniales personajes a la trama. ¿Está en riesgo el liderazgo de Tommy Shelby?. Mi comentario aquí




1.Chernobyl
Asfixiante, magistral, llegando al olimpo. Craig Mazin firmó un escalofriante retrato de la catástrofe de la central nuclear de Chérnobil. Dio en el clavo a nivel de producto televisivo y logró que muchos olvidaran rápidamente la fantasía de Game of Thrones, porque la realidad es aún más aterradora. Vestuarios, diálogos y fotografía impecables, Emmys en el bolsillo y debería seguir en los Globos de Oro. Muy bien escrita, con un gran reparto, cada capítulo fue superior al anterior, una propuesta rigurosa, una obra de arte dolorosa. La comenté en extenso aquí 





sábado, 30 de noviembre de 2019

The Irishman: todo tiempo pasado...

Bastaba saber que era una película de gansters, realizada por el mismo grupo que renovó el género en los ’70, para elevar las expectativas al máximo. Más aún, si el líder de la aventura volvía a ser Martin Scorsese, quien grafica en este film uno de los puntos de vista que  marcaron su trayectoria: los procesos de la culpa, la traición y la redención.

Scorsese es un director con ideas, con estilo, pero, además, con algo que lo distingue de miles: tiene mucha calle. Y en “The Irishman”, se ven reflejados esos condimentos que lo han llevado a la gloria del cine. Se trata de un film muy bien elaborado y dirigido, rico en su lenguaje cinematográfico, con actuaciones magistrales y una utilización interesante de la tecnología de moda en Hollywood: la del rejuvenecimiento digital de actores.

El guion está basado en el libro “I Heard You Paint Houses” sobre la misteriosa desaparición de Jimmy Hoffa (Pacino), un famoso sindicalista estadounidense vinculado con la mafia, mientras que De Niro es “el irlandés” Frank Sheeran, alguien que se dedica a pintar casas (la metáfora que usa la película); este pilar se entreteje con momentos de la historia estadounidense, como la presidencia de John F. Kennedy, su asesinato y Watergate, por lo que el estilo de filmación revisa más el pasado que el presente, con toda la carga evocativa que supone. En ese sentido, la fotografía de Rodrigo Prieto nos parece cercana a la de Gordon Willis en “El Padrino”, con muchos claroscuros y  sepias, lo cual crea  esa atmósfera fúnebre donde se va desenvolviendo la vida de Sheeran, el personaje omnisciente, veterano de la Segunda Guerra y que es adoptado por Russell Bufalino (Pesci). Allí entra el segundo pilar del guion, ese donde el irlandés se verá atrapado entre dos religiones: la de Bufalino y la de Hoffa. ¿Por cuál se definirá y con qué consecuencias?.


Esa pregunta se va respondiendo a través de la presentación que el director hace de los miembros de la red mafiosa que se cruza en la vida del personaje de De Niro, y en el cómo nos explica de qué forma murieron:  congelando el fotograma y añadiendo palabras en la pantalla. La mayoría de ellos fueron asesinados afuera de su casa, comprando cigarros o por medio de un coche bomba. Nadie se salvó y ahí es donde, también, se manifiesta la predilección del director de describir el alma y los sentimientos de sus personajes, reconociendo muchas características del tratamiento en “Goodfellas”, pero agregando más eufemismo como forma de comunicación.


Más allá de la nostalgia que produce ver a Harvey Keitel, o cuando De Niro habla italiano, o esos fantásticos planos secuencia con cámara en mano, “The Irishman” cuenta con una larga lista de actores de reparto que hemos podido ver en series del género, como “Boardwalk Empire” (Aleksa Palladino, Louis Cancelmi) o “The Sopranos” (Kathrine Narducci, Paul Herman, Steve Van Zandt), o a veteranos de “The Wire” (Domenick Lombardozzi, Paul Ben-Victor).Pero también se sumó savia joven con Jesse Plemons y Anna Paquin, los que lamentablemente no tuvieron historia suficiente para exprimir sus talentos. Sobre todo el de ella, cuya presencia sirve solo para graficar el paso del tiempo de una niña que no soportaba al personaje de Joe Pesci, pero que cayó rendida ante la personalidad magnética del Hoffa de Pacino, y que será la presencia constante que nos recordará que siempre hay alguien más que paga  por los pecados de los padres. Esa niña guía el desarrollo de la culpa en De Niro a través de los años.

¿Qué decir de los actores?, ¿Podríamos juzgarlos cuándo verlos en pantalla, y a todos juntos, es pura nostalgia hacia ese cine de antaño que aprieta el corazón?. En ese sentido, el trabajo de Pesci es sorprendente pues se aleja de sus registros anteriores y crea un ser que gobierna con la mirada y no con la palabra. Pacino, igual de vehemente que en toda su trayectoria pero igual de sólido, en un rol hecho como guante y que debiera tenerlo en las quinas de esta temporada de premios sin lugar a dudas; y De Niro, en solitario, soportando el peso de la culpa en un desarrollo que nos recuerda por qué es una leyenda del cine.


Se necesitan varios visionados para descubrir tantas capas, ya que en cada una sobresalen elementos que hacen a “The Irishman" comparable con “El Padrino”, sobre todo en la foto, con “Godfellas”, por el tono, y con “Silence”, por su mística y necesidad de redención. Verla en el cine es una obligación, pero la duración de la película puede volver compleja esa experiencia, mientras que en Netflix es más adecuado pero te da la opción de parar y perder la atmósfera. ¿Podría haber sido una miniserie de 4 ó 5 episodios?, también!, y de esa forma se le habría dado más tiraje a algunos  personajes. Al final, lo rescatable de este Scorsese es que nos presenta un guion clásico, trabajado desde lo clásico, editada al dedillo por Thelma Shoonmaker (quien debería ir por su 4to Oscar), y aprovechando hasta la última gota de tecnología para mostrarnos  este abanico de actorazos en una gala de despedida, pues es probable que sea la última reunión de tales capos en una película.

“The Irishman” es uno de los films del año no solo por la forma en la que un cineasta ha revisitado algunos de los temas que definieron su carrera, sino porque si hay algo en lo que Scorsese innova es en la reflexión que hace sobre las implicancias que tiene el hacerse viejo y cómo, con el tiempo, todos podemos acabar hablando de un pasado luminoso que se volvió pesado, y que terminó por definir el presente como insignificante.

sábado, 23 de noviembre de 2019

“The Crown”, temp 3: los hombres de la Reina


Actores nuevos en roles que pasaron a otra etapa de sus vidas, una monarquía que se estabiliza mientras el país deja de ser el oasis de los años ’50. Pero en esta temporada de  “The Crown”, es la inteligencia emocional (o falta de ella) de los personajes masculinos lo que se explora con más matices, llegando a ser conmovedor el  retrato que  hace el guion de los hombres de la reina: Felipe y Carlos.

“Heavy is the head that wears the crown” o “pesada es la cabeza que lleva la corona”.  Si lo aplicamos a “The Crown”, la explicación sería que Isabel es la Reina, sin que esto signifique que su vida sea envidiable. Peter Morgan sigue basando la serie en su deslumbramiento por Isabel II, y nos presenta a una Reina más cercana al rol que vimos en la película “The Queen”, donde la familia era sumamente importante, pero no tanto como el deber.  La 3a temporada resuelve el cambio de actores con mucha naturalidad y expone que, en un principio, Isabel tenía ganas de cambiar algunas cosas, pero en esta etapa  ya se observa totalmente integrada a la maquinaria.

Los hombres que forman su vida tomaron protagonismo y se les dio más de 15 minutos de fama. En el excelente episodio “Tywysog Cymru”, que abordó la conexión entre el Príncipe Carlos y el profesor que lo introdujo en la cultura galesa (muy a lo “Discurso del Rey”, con esa amistad improbable), nos ayudó a entender la relación del heredero con sus padres en esta etapa de adultez; esto ya había comenzado en “Paterfamilias”, cuando Felipe obligó a su hijo, aún niño, a seguir la educación que él mismo sufrió. En la escena final de “Tywysog Cymru”, Isabel le dice a Carlos (interpretado de manera fantástica y memorable por Josh O’Connor, a punto de quebrarse en todo momento), que sus sentimientos, su personalidad y su voz no importan, porque él, al igual que ella misma, es solo un símbolo; allí es cuando Isabel pone la verdadera corona en la cabeza de su hijo.



El cuestionamiento de esa masculinidad tóxica en el personaje del Duque,  avanzó un paso más para profundizar en la pasiva madurez de Felipe, quien ya se acostumbró a su puesto en las sombras y a quien da vida un melancólico Tobías Menzies. “Bubbikins” y "Polvo Lunar" son capítulos donde reflexiona sobre su falta de fe, su posición en la vida y el cómo va dejando atrás esa masculinidad del tipo “Mad Men”. También hubo lugar para la insinuación del supuesto flechazo entre la Reina y el entrenador de sus caballos, y el adiós sentido a la relación que tuvo con Winston Churchill. “Olding”, el primer episodio, nos permitió asistir al reconocimiento que hace la Reina de que sin él no habría podido asumir tantas responsabilidades.


A los Príncipes se sumaron otras figuras masculinas interesantes, como Tony Armstrong-Jones (marido de la princesa Margarita) y Harold Wilson, con quien la Reina estableció una complicidad que se fue construyendo en el tiempo. También aparecieron dos hombres viejos estandartes, y que fueron parte de la vida joven de Isabel; el encuentro con su moribundo tío David cierra el círculo con quién dibujó su destino, mientras que se deja notar el evidente respeto que siente hacia Lord Mountbatten, sin que esto fuera suficiente motivo para que la Reina sucumbiera a su idea de dar un golpe de estado.


Aparte de afianzar el peso de los hombres de Buckingham, el guion fue más allá en la tensión entre las hermanas Windsor. Helena Bonham Carter da vida a la fiestera princesa Margarita, quien vive desenfrenada tratando de no envidiar a quien lleva la corona, mientras que Carlos y su hermana Ana juegan a posturas contrapuestas: ella, moderna y desafiante, y él, más tímido y con dudas sobre su papel en la realeza; el aura emocional que le otorgó Josh O’Connor es de un alto nivel, traspasando la pantalla con su fragilidad.

La interpretación de Olivia Colman era gancho inmediato. La actriz viene de ganar el Oscar y atraviesa el mejor momento de su carrera, dando la talla con su retrato frío, asumiendo la posición de  una mujer ya indivisible del deber con la nación. Muy gráfico de esto es el episodio dedicado a la tragedia de Aberfan, en el que Morgan declaró la incapacidad de la monarca para conectar con el sufrimiento del pueblo.

Episodios brillantemente filmados, con planos medios, planos cenitales, y donde se trabajaron las perspectivas para dar amplitud al Palacio y a los espacios opulentos donde se desarrolla la historia. Hermosos vestuarios, libreto milimétrico, paisajes de ensueño, la temporada 3 de “The Crown” atraviesa trece años de historia inglesa, aquellos del desequilibrio económico, del enfrentamiento entre el progresismo y lo más antiguo, las crisis sociales y la posición de la aristocracia ante ellas. Actuaciones macizas y una Reina que se va mimetizando con los hombres que flanquean su vida y su desempeño en el trono. Y si los hombres fueron el puntal de esta temporada sólida y ganadora, mejor es lo que nos espera para la 4ta sesión, donde por fin veremos a Diana de Gales y a Gillian Anderson como Margaret Thatcher. 



sábado, 16 de noviembre de 2019

The Capture: ¿podemos seguir creyendo en lo que vemos?


La BBC es capaz de darnos series de un rigor absoluto y, en otros casos, puro entretenimiento y acción. “The Capture” se incluye entre estas últimas, cautivando a la audiencia con una temática en sintonía con los tiempos.

En la línea de “Bodyguard”, pero con un final más desconcertante, la inspectora Rachel Carey abandona su lugar en la sección de Antiterrorismo para  poder mantener una relación sentimental con su superior. Su llegada a Homicidios le plantea un escenario totalmente nuevo cuando un ex soldado, acusado de matar a sangre fría a un talibán, es liberado de la cárcel gracias a que su abogada demuestra  que la captura de imagen, donde se ve al hombre disparar, podría tener el audio desfasado. Cuando la detective interpretada por Holliday Grainger es asignada para evaluar el caso, se encuentra con una maraña de desinformación.
  
“The Capture” es ese thriller de espionaje de tendencia paranoica, que saca su fuerza de los temores del momento: fake news y falsificaciones en la era del terrorismo, lo cual es el ingrediente que mueve vertiginosamente un guión que a veces tropieza por culpa de ese  ritmo, tal cual le ha pasado a “Homeland”, por ejemplo. De esta manera, la serie se mueve en una atmósfera menos frontalmente política que “Bodyguard” porque se fija en que sus personajes no respiren, porque todo es acción y acción y giros inesperados; igualmente lanza su crítica a la sociedad  tecnológica  que deja  campo libre a la  manipulación, al tiempo que la verdad se vuelve  quimera. 


A partir de esta premisa y la carrera contrarreloj que toman los hechos, se descuida el que ningún informático pueda separar lo real de lo añadido por computador. O que  una prestigiosa oficina de abogados se le ocurra fingir un autosecuestro y falsificar pruebas que los inhabilitarían como defensores y los llevarían a prisión. O más increíble, que a Rachel no se le haya ocurrido mirar primero la cámara del bus para comprobar si Hannah lo tomó. Y es bien delirante pensar que el MI5 colabore con la CIA para que ésta asesine a una ciudadana británica en suelo británico. Muy loco.

A nivel de actores, como siempre, las series inglesas cumplen. Buen protagónico de Hollyday Grainger , quien fuera Lucrecia Borgia en la serie inglesa sobre la familia papal, y gran satisfacción de ver que al jefe del operativo de la CIA en Londres lo interpreta el incombustible Ron Perlman. Y Callum Turner, con cada gesto y diálogo, nos convencía de  que nuestros cerebros son sugestionables.
Una vez más, los ingleses  ofrecen  entretenimiento contemporáneo inteligente. “The Capture” es ambiciosa y con su frenético desarrollo descuida un poco el final, pero sin duda que tiene muy buena producción y establece un punto acerca de si los servicios secretos deben tener mayor supervisión por parte del poder civil. Aún no se confirma una segunda temporada aunque, y después de sopesar sus opciones, la CI Carey tenga casi decidido establecerse como topo dentro del programa de correcciones y así poder  observar a los observadores.

jueves, 14 de noviembre de 2019

The Affair, temp final: el difícil arte del perdón


Muchos fans confirmaron tras los primeros episodios, que el cierre de “The Affair” corría el riesgo de no ser satisfactorio. La serie, famosa por usar el truco de los puntos de vista múltiples, llegó a su fin tras 5 temporadas, cocinando su final a fuego lento y con ciertos vacíos que hablaban de su fatiga. 

La muerte de Alison en la temporada anterior fue imprevista, sorpresiva, y dejó un sabor agridulce en los espectadores que habían seguido “The Affair”. De esta manera, la serie se enfrentaba a una situación compleja para las ficciones que deciden matar a uno de sus personajes principales, porque no es fácil reenganchar al público ni lograr que las cosas tengan sentido. La salida de Ruth Wilson  no estuvo exenta de polémica y dejaba dudas de cómo llenar ese vacío en el guión. 

“The Affair” comenzó su  temporada final en dos líneas temporales: un futuro  inmediato al de la 4ta sesión y que nos dio el primer portazo a la cara: nadie nos había contado que Cole desaparecía por completo. Si ya la muerte de Alison era difícil de llevar, no sabemos cómo explicarnos por qué no fue más el personaje de Joshua Jackson, el cual le daba inmensa emotividad a la historia. ¿Tan poco peso tenía el  papel para eliminarlo sin explicación?. Su final, entonces, fue ese  viaje en auto con Joanie, donde le explica la muerte de su madre de una manera muy dulce; sin embargo, durante la temporada final, vamos descubriendo que el guión lo deja como un malvado que casi traumatizó a su hija durante su infancia. Cruel.

Entonces, sin Alison ni Cole, la temporada final solo versa en la previsible reconciliación de Noah y Helen, enmarcando sus narrativas a través de los puntos de vista de cada uno pero agregando, ahora, los de otros personajes; esto significó cometer los mismos errores de incluir algunas secciones que no se terminan entendiendo, como la de Juliette.
la segunda línea temporal es el futuro. Allí es donde aparece la historia de Joanie; aquella niña que vimos en el auto con Cole ahora es una mujer, con dos hijas, dedicada a calibrar los efectos del cambio climático, y llena de traumas emocionales. Aunque sorpresiva, la propuesta de ver su historia termina siendo aceptada al responder la premisa de que “los traumas se heredan de generación en generación”. A través de sus puntos de vista,  la serie se obliga a saltar  30 años en el futuro y si bien se observan avances tecnológicos (celulares casi transparentes, un dispositivo que permite ver el clima de hace 30 años), ella vuelve constantemente al pasado y trata de ir respondiendo las dudas que siempre la han atormentado. Y Whitney, la hija mayor de Helen y Noah, pasa casi a ser protagonista y, aunque a veces tampoco parece conducir a ninguna parte, su historia permite encajar todo. Ella es fundamental cuando aparecen las acusaciones del #MeToo contra su padre, tema de plena actualidad, y da la posibilidad de reflexionar sobre las razones del movimiento, sin embargo, este hilo argumental queda lamentablemente inconcluso.


Los últimos capítulos bajan el ritmo con una extraña tara en la edición, ya que Joanie salió de algunos capítulos y  su final se mantuvo en vilo tras descubrir que las sospechas de Cole, sobre la muerte de Alison, eran ciertas. Y Si el penúltimo capítulo supuso la reconciliación de Helen y Noah, y la redención de éste con sus detractores, piquete de serpiente incluido, el episodio final es un broche inesperado a una temporada que en sus comienzos acusaba cansancio.

Palabras finales para los protagonistas que terminaron cerrando esta historia simple, la de un amorío de verano que terminó rompiendo familias y sueños. Maura Tierney brilló en su interpretación de Helen dejando de ser definida por sus hijos como codependiente, a ser alguien que pasó de la pérdida de su pareja, a apoyar a su vecina Sierra, a salir con un actor famoso, y a aceptar que seguía enamorada de Noah. Este último le calzó como anillo al dedo a Dominic West, quien abrazó a un personaje maravillosamente defectuoso y cuyas acciones afectaban, como un cataclismo, a quien lo rodeara; al menos el guión les dio un hermoso final a ambos. La representación de Anna Paquin como Joanie es enigmática, dura, e igual de perdida que las demás almas problemáticas de “The Affair”. Para eso sirvió su inclusión en este contexto, junto con mostrarnos que, efectivamente, en el futuro el cambio climático hará estragos. Especialmente emotiva es la escena en la que un Noah anciano, atiende a Joanie en el Lobster Roll (donde comenzó todo), conversando de una vida que ambos ya vivieron, pero que Joanie no lograba cerrar y de la cual Noah se sentía rehabilitado. Este encuentro es el final de serie, pues permitió que ella comprendiera a su madre, de la que solo tenía la versión cruel que Luisa y Cole le habían contado.

Al estilo “Six-Feet-Under” terminó esta historia que nos cautivó en sus dos primeras temporadas y que luego sufrió un vaivén inestable pero que, a tropezones, logró cerrar sus tramas con convicción. El baile de Noah frente un océano que está hundiendo Montauk, justamente por el cambio climático, suponen una delicada guinda para ese fan que les aguantó todo a estas 2 parejas que representaron la fragilidad del amor, de la confianza y de las relaciones, a pesar de la extraña salida de Ruth Wilson y la desaparición inexplicable de Jackson; la mitad de la exitosa ecuación dejó algo en jaque las expectativas de un final redondo, pero “The Affair” acierta en centrar su discurso en que al final del día todos debemos plantearnos la alternativa del perdón.

martes, 12 de noviembre de 2019

The Deuce, temp final: en el podio


En 3 hermosas y melancólicas temporadas, “The Deuce” contó la historia de la edad dorada del porno, su legalización y surgimiento como industria en la Nueva York de los ‘70. Desde la corrupción del gobierno y la policía, hasta la violencia y la epidemia de las drogas, en una fantástica historia que coincidió con un cambio de época y de la forma de ver al mundo, la economía y a las mujeres.

El título “The Deuce” nació del nombre coloquial que se le daba a la calle 42, entre las avenidas Séptima y Octava, y la historia, nace de la habilidad de David Simon de analizar al ser humano. Simon sabe asegurar calidad y por eso  HBO lo ha mantenido en sus filas por casi 20 años. “The Wire”, “Treme” y “Show me a Hero” son sus bastiones, a los cuales se unió “The Deuce” y su encuentro con el nacimiento  de la industria de la pornografía en Nueva York. Con grandes personajes, una ambientación descollante y un ritmo abismal, la tercera y última temporada comenzó en la víspera de 1985 con un Vincent agotado y  volviendo a conectar con su ex esposa, Andrea, y cuando su relación abierta con Abby se volvía más distante. Por su parte, Candy y Harvey no están de acuerdo sobre el futuro del porno porque ella quiere  atraer al público femenino, pero Harvey le dice que no hay dinero. Hay desilusión y desesperanza, sensaciones que atraviesan cada episodio.

Hay un innegable valor artístico en la propuesta de la serie. “The Deuce” no ha sido la más cara de producir pero sí es una experiencia muy impresionante y transportadora. Su  atmósfera hipnótica permitió a Simon y Pelecanos implementar una estructura narrativa tipo “cápsula del tiempo”, la cual fue contando la historia y mostrando a sus personajes capa por capa. En la temporada final se integraron perfectamente las tramas y se resaltaron aquellas más secundarias. Paul se enfrentó a la epidemia del SIDA,  Bobby  se asusta ante la posibilidad de estar contagiado,  los condones se volvieron fundamentales para el porno,  Abby luchó por asumir un puesto de defensa por los derechos de quienes conoce y Candy dolió en su sueño de pasar del porno al cine clásico. ¿Cómo podía Candy encontrar satisfacción artística cuándo ve que la pornografía, por la que tanto se esforzó de elevar de nivel, había tomado el camino regresivo de las oscuras salas de cine?.

Responder esa pregunta refleja el trato de máxima humanidad que se le dio a los personajes, y es lo que dignifica a esta serie como una de las propuestas más sólidas de la temporada; hasta el mafioso más miserable hacía empatizar, así como los patinazos de los protagonistas, los que nunca dejaban de decepcionar a sus cercanos traspasando esa amargura por la pantalla.


Simon y Pelecanos no  olvidaron su matiz social al criticar al capitalismo, el cual fue el responsable de la “limpieza” de Manhattan en pro de la decencia y salubridad, solo para que unos pocos se aprovecharan con la especulación inmobiliaria. Mejorar la vida de la gente nunca fue el plan de los políticos, los que usaron la fuerza policiaca para infringir terror. ¿les suena conocido, cierto?.

Para una buena serie, una gran historia. Gracias a personajes perfectos, adorables en sus miserias y sin importar a qué se dedicaban, “The Deuce” triunfó en su temporada final y como propuesta dramática y audiovisual. A través de cada episodio, los espectadores pudimos ver cómo la cultura porno se infiltró en la sociedad reforzando, desde la mirada masculina, un tipo de lenguaje publicitario y cambiando nuestra forma de pensar sobre el sexo. Con una escena final brutalmente triste y melancólica,  momentazo televisivo de 2019, “The Deuce” dice adiós manifestando que cuando un vecindario cambia, es  reflejo del cambio de la propia nación, y en ese cambio generalmente se arrasa con las personas hermosas que habitan dentro de ella y con los sueños de cada una.