domingo, 16 de mayo de 2021

Line of Duty: el gran fenómeno de la tv británica

Esta es una de esas apuestas que se hicieron para hacer fans adictos. La que empezó como una modesta producción británica heredera del típico género policiaco, logró tanta repercusión que hoy se empina por su sexta temporada, cargada de los claroscuros morales que tiñen la labor policiaca, pero contada con agilidad dramática y personajes atrapantes.

Debutó en 2012 sin muchas pretensiones pero con una digna factura y el ritmo intrigante propio del género  policial o de misterio, de ese del cual los británicos han hecho gala en infinidad de producciones. Además de las dinámicas e investigaciones propias del caso que se esté llevando, siempre al filo de la tensión taquicárdica, los 3 personajes principales se reinventan con un cuarto protagonista sobre el que recaen las sombras sobre su proceder. En la primera temporada fue el verborreico agente del año Tony Gates (Lennie James), en la segunda la esquiva Lindsay Delton (Keeley Hawes), en la tercera el  abusivo Daniel (Daniey Mays), en la cuarta la maquiavélica Roz Huntley, interpretada por una gloriosa Thandie Newton, lo cual elevó el prestigio de la serie a otras alturas. En la quinta vimos al fenomenal Stephen Graham y en esta sexta temporada, se incorporó la potente Kelly Macdonald. Todos ellos han ido representando el traumatizado mundo, repleto de dilemas morales y  éticos, de la policía, siempre buscando la dupla Arnott-Fleming, asestar un golpe definitivo a un entramado de corrupción ramificado. Ellos son, a través de la  AC-12 , los  guardianes de la moral y las buenas prácticas del cuerpo policiaco.


El punto cúlmine de la serie se vivió en la cuarta temporada, la protagonizada por Thandie Newton y en la que, además de ganar en hechuras, se evidenció el cambio de la BBC Two a la matriz BBC, llegando a conseguir en sus dos últimas temporadas, el mayor número de audiencia; casi 9,6 millones de espectadores gracias a esos interrogatorios impresionantes, cargados de tensión y actuaciones magistrales. “Line of Duty” cuenta con un gran equipo de asesores que hacen  verosímil ese día a día en un departamento en el que es difícil casar la vida profesional con la estabilidad personal, tal  como demuestran sus protagonistas. Arnott y Fleming son vocacionales y han establecido una alianza muy fuerte, en la que forman un equipo sin fisuras y que incluso ha tenido que lidiar frente a las sombras que se han cernido sobre ellos y sobre su propio jefe, un superintendente Hastings golpeado en lo personal y sobre todo ahora, que lo han obligado a jubilar para que calle lo que sabe. Este es un personaje genial, porque quiere limpiar a la policía, pero siempre nos distrae con su ambigüedad y tozudez.


“Line of Duty” ha cerrado seis temporadas en un momento de madurez envidiable, nominada a todos los Bafta desde 2015, ganadora en varios, y repleta de buenas críticas todos los años. Este es el mejor momento para  descubrirla, ya que el final de temporada nos dejó el ánimo en conflicto al no saber qué giro dará Jed Mercurio al guion, considerando que los “4 hombres” ya se han descubierto y la amenaza de debilitar institucionalmente a la AC-12 está confirmada.