domingo, 21 de junio de 2020

I know this much is true: sin compasión por el espectador

Mark Ruffalo hace muchos años que se ganó el espacio como uno de los actores consistentes del medio, no solamente por la profundidad con la que aborda cada rol, sino porque escoge proyectos que tienen un compromiso con temas de actualidad, como los casos de pederastia en "Spotlight", o la apuesta para develar la contaminación de DuPont en "Aguas oscuras". Ahora, nos sorprende y conmueve con "I know this much is true",  drama basado en la novela del mismo título de Wally Lamb, publicada en 1998, en la que se pone el foco en las enfermedades mentales y en la incapacidad e insensibilidad de la sociedad, para lidiar con la vulnerabilidad y múltiples necesidades de estas personas.

Derek Cianfrance escribe y dirige la adaptación que nos presenta la historia de dos hermanos gemelos, Tom y Dominick (ambos interpretados por Mark Ruffalo), atravesando por las etapas de cada uno, marcadas por la tragedia y predisponiendo un tono que, inevitablemente,  lleva al llanto al espectador.  Aunque sea una ficción, lo cierto es que muchas de las situaciones que se muestran en la serie son vividas a diario por quienes deben compartir la vida con estas patologías, por lo que hay mucho de realidad y dolor que traspasa la pantalla. El recurso de los flashbacks agregan elocuencia al relato que va describiendo la relación entre ambos, y todas las dificultades por las que tienen que pasar juntos debido a la condición de Tom.


Dominick es el narrador de la historia.Utilizando un tono pausado, le da aura de epopeya a la tristeza que significa ver constantemente vulnerada la dignidad de su gemelo, desde la niñez hasta el tiempo presente en que se desenvuelve la historia. "I know this much is true" no tiene compasión por el espectador, quien seducido por una actuación arrolladora de Ruffalo, no decae en continuar el visionado, a pesar que se deba tomar aire antes de empezar cada episodio. Desoladores son los momentos en que Dominick debe acudir a terapia para tratar el stress postraumático que le aqueja, y donde aparecen el duelo, la  culpa, la autocompasión, el desamor, muerte y angustia a flor de piel, y a cada dolor el espectador es incorporado, hasta terminar agotado por la intensidad de una realidad que viven millones en el mundo. 

En este proceso, Mark Ruffalo abre su corazón completamente, se despoja de todo frente a la cámara, evidenciando su inmenso talento interpretativo para 2 roles que cargan un peso enorme sobre sus hombros. Estos son los papeles por los que dan el Emmys, y lo tendría más que merecido, porque se lo están debiendo desde 2014 cuando descolló en "The Normal Heart". 
También se destacan Kathyn Hahn, Melissa Leo, Rosie O'Donnell y Archie Panjabi en fantásticas interpretaciones.

Son 6 horas difíciles, de hecho, nadie podría verla en modo maratón sin quedar desarmado. En ese aspecto, Derek Cianfrance no afinó completamente el guion, pero podemos echarle la culpa al confinamiento, a los miles de muertos en el mundo, al cambio rotundo de nuestras vidas el que, a muchos espectadores, no les va a permitir apreciar completamente el desarrollo de la historia.
"I know this much is true" está bien dirigida ,esplendorosamente bien actuada y cumple con el objetivo de forzar el límite en el espectador, dejando espacio entre capítulos para recobrar energías y continuar con el siguiente. Es en ese lapso donde muchos han podido reflexionar sobre cuánto debemos cambiar, para incorporar las enfermedades mentales dentro de la sociedad e ir con más apoyo médico y social a quienes tienen que vivir este día a día que Ruffalo esgrime como desolador, pero que finalmente es un grito de esperanza para un mañana más digno para estas personas.


 Sin la pandemia y la terrible realidad a la que nos ha sometido ¿la habríamos apreciado diferente?, quizás no, porque a pesar que la pena nos embarga realmente a diario en el mundo, la oscuridad del camino que recorre Ruffalo está anclado a la esperanza de que el perdón y la reconciliación estén al final del recorrido.