sábado, 19 de junio de 2021

El Método Kominsky, temp final: La vida es ahora

Los seis episodios de la tercera temporada se sintieron como una prolongación lógica de lo visto anteriormente, y con cameos de lujo y apuntes sobre los problemas de la edad, la serie se mostró sólida y cerró de manera redonda una historia de amistad fraterna y optimismo frente a la vida.

Netflix siempre la consideró una apuesta ganadora, de hecho, la primera temporada logró  el Globo de Oro a la mejor comedia, pero nadie hablaba de que fuera una de las mejores propuestas de la plataforma y no por falta de méritos. Siguió avanzando y creció en su segunda sesión hasta que llegó el final, donde lo único que estaba claro es que Sandy Kominsky debía cerrar su historia satisfactoriamente.

Y los guionistas sorprendieron sacando de escena a su ‘media naranja’ en la ficción. El personaje de Alan Arkin no estuvo presente físicamente, pero sí estuvo muy bien integrado dentro de la línea del guion, en cuanto a la pérdida inevitable. Esto fue gran impulso  para la  temporada y se sintió  como punto culminante. Es cierto que la ausencia de Arkin nos dejó sin el humor característico del personaje, probablemente lo más divertido de  la serie, pero ese espíritu lúdico se mantuvo en la subtrama sobre la herencia que dejó Norman y cómo Sandy tuvo que regatear constantemente con  Phoebe y Robby por sus deseos de acceder a la herencia.

La serie de Chuck Lorre está impresa del humor en su esencia, pero éste busca en todo momento un equilibrio con su lado más dramático, lo cual  aleja a 'El Método Kominsky' de la mayoría de las sitcoms actuales. Y es que aquí hay que vivir más que nunca en el presente, porque el físico y la salud de varios de sus protagonistas no pasa por su apogeo y en cualquier momento algo irreversible puede suceder. La vida es ahora a pesar de sus desaires.


La incorporación de Ruth, la ex esposa de Sandy, interpretada por Kathleen Turner, fue otro acierto pues la química con Douglas es absoluta y resultó clave para que la serie navegara bien por los temas que afrontó. Todas las tramas lograron solvencia y buen gusto, sabiendo aplicar muy bien la fórmula para sacar una sonrisa o dejarnos pensado; no se trataba de lograr carcajadas ni lágrimas, interesa más el delicado equilibrio entre ambos y cómo se logró la naturalidad para conseguirlo. 

'El Método Kominsky' logró mantener todas sus virtudes en una tercera temporada, a pesar de la ausencia de Arkin. De hecho, eso fue el motor de los seis episodios que lograron cerrar el círculo de la historia de Sandy, quien logra realizarse profesionalmente, con premio incluido, logra reconciliarse y logra agradecer. En tiempos tan duros y cargados de tristeza y desazón, 'El Método Kominsky' resultó un neceesrio y dulce bálsamo de optimismo.

sábado, 5 de junio de 2021

Mare of Easttown: la mochila del pasado

Ya era tiempo que este 2021 recibiera un buen empujón seriéfilo y HBO lo procura con 'Mare of Easttown', miniserie que devuelve a Kate Winslet a la cadena años después de que triunfara  con 'Mildred Pierce' . La ficción ejerce un gran  dominio de la narrativa del suspenso y el aura noir.

Todos hablan de 'Mare of Easttown', y hablan maravillas. ¿Qué es lo que hace que destaque en un género tan visto como  el de los detectives?. De hecho, la acción parte de una premisa bastante convencional, como es la aparición del cadáver de una joven en un pequeño pueblo de Pensilvania. La investigación recae en Mare Sheehan, una mujer que pronto nos hablará a través de primeros planos, sus silencios y su frente arrugada, con la que nos hace partícipes de su sufrimiento. Mare es la típica detective que corre al borde de la cornisa, pero que a su vez, es bastante blanda. En el pueblo la conocen y saben que se siente responsable de todos y siempre va tratando de solucionar los problemas de sus vecinos.

Pero desde el segundo episodio vamos captando que es el tormento lo que define a los personajes de esta trama. 'Mare of Easttown' apuesta por un tono lúgubre y deprimido, que no da para celebraciones. Su misma vida está marcada por la tragedia e incluso su ex marido vive al lado de su casa para apoyarse mutuamente y salir adelante de la tragedia que vivieron. Este es un dato interesante del  guion, el que tiene la sabiduría de no presentar a su protagonista como alguien que va camino a la  autodestrucción, sino como una persona muy normal, sin nada que destaque realmente. Un personaje tan reconocible es muy difícil de clavar, pero Kate Winslet se adueña de él y lo domina.


El primer episodio, por ese ánimo de no destacar sobre el resto, es más convencional de lo que nos hubiera gustado, pero el guion de Ingelsby se preocupa continuamente de que conozcamos todo lo que rodea a Mare y de cómo la afectan las subtramas. Y este punto es muy relevante, lo bien hechas que están  las subtramas y lo integradas que están con la historia principal, lo que ayuda a crear un conjunto homogéneo y hace que todos puedan ser sospechosos de ese crimen. Por eso mismo, vamos viendo giros interesantes y otros que hacen pensar en la repetición dentro del género, sin embargo, pronto son explicados y eso es un acierto.

Junto a Winslet y Jean Smart, la miniserie cuenta con Evan Peters, Guy Pearce, Julian Nicholson, Cailee Spaeny, David Denman, John Douglas Thompson, Patrick Murney, James McArdle, Sosie Bacon, entre otros. Escrita por Brad Ingelsby  y dirigida por Craig Zobel ('The Leftovers'), junto a Mare, la que más destaca es Jean Smart en el rol de su madre, un personaje al que se le toma cariño por sus rutinas y por cómo lidia con su hija, mostrando momentos bastante cómicos. Y el otro personaje muy destacado es el compañero asignado a Mare, interpretado por Evan Peters. La relación entre ambos recuerda a Matthew McConaughey  y Woody Harrelson en 'True Detective', por lo frío e inaccesible que es uno y por lo gracioso que es el otro, todo en favor de hacer llevadera la relación. Y también hay un aire al tándem de Mireille Einos y Joel Kinnaman en la excepcional 'The Killing'.


En cada episodio gusta ver trabajar a Mare, nos cae bien, porque pese a lo límite que es y lo pesada que es su mochila, hace lo posible por estar presente para su nieto, para su hija, para su gran amiga, para su ex marido, para su madre.

'Mare of Easttown' tiene buen ritmo y en una época en la que todos buscan el gran thriller, esta serie funciona por todos sus lados, incluso cuando nos plantea la pregunta de por qué no hizo la vista gorda con Ryan, dejando que fuera John quien cargara con la culpa, evitando así destrozar la vida de su amiga. Aún esto es más difícil de contestar y probablemente se deba al sentido del deber de esta gran protagonista.