Después del éxito arrollador de la
temporada anterior, Charlie Brooker debía definir cómo respondía a las enormes
expectativas, en un año lleno de aciertos para Netflix y cuya serie había sido
escogida como el broche de oro ideal. En un primer visionado, la temporada de “Black Mirror” deja una estela de leve
decepción porque carece de un “San
Junipero”, “White Bear” o “Shut Up and Dance”, no hay nada de eso que nos
desgarró las entrañas, y de ahí la pregunta de si Brooker no quiso (o no
pudo) llegar a tal nivel de efecto sublime, o simplemente fuimos nosotros los que perdimos la capacidad
de sorpresa.
El famoso episodio del cerdo, en
la primera temporada, marcó un estándar de calidad que “Black Mirror” ha ido poniendo
en jaque con el tiempo. Tanto es así que lo inolvidable de la serie se ha ido reduciendo
a momentos contados con los dedos de una mano, siendo “San Junípero” lo
que más recordamos. Y con esa marca muy fresca en la memoria, el equipo de
Charlie Brooker y Netflix se dio el tiempo suficiente para construir una
temporada a la altura de un nuevo actor: la masividad. Y con el objetivo
de asestar un golpe de entrada, el episodio que abre la sesión 4 es la
dedicatoria más flagrante a un universo explícito y muy masivo también. “USS
Callister” está hecho para los fans de “Star Trek” y es desarrollado por
el televisivo Toby Haynes, quien ya había dirigido episodios
de “Doctor Who” y que ahora buscaba aplicar al máximo una historia propia
de la tecnofobia de “Black Mirror”. Es el episodio más largo de los seis,
el más ambicioso en niveles de producción y el único cuyo guión no corrió a
cargo exclusivo de Charlie Brooker; contiene giros, sorpresas y humor,
al tiempo que nos sitúa en una incómoda gama de grises con respecto a quiénes
son los héroes y quiénes son los villanos, dónde está el bien y el mal. El protagonista
es un genio y un psicópata a la vez. En su casa se dedica a jugar en su propia
recreación virtual de “Star Trek”, haciendo de capitán sobre las copias
genéticas de sus compañeros de trabajo, a los que odia. A partir de ahí se
desarrolla una trama sencilla pero efectiva, con buenas cuotas de oscuridad y
planteando el punto de vista bizarro y esencial de la serie acerca de Dios y la
venganza. Buen inicio.
“Black Mirror” también es sinónimo
de reflexión ante el miedo y la desesperanza, y algo de eso trató de tomar
Jodie Foster para recrear la fobia que desarrollan muchos padres cuando sus
hijos son pequeños. En “Arkangel”, lamentablemente, esta fobia es aprovechada
para introducir un elemento tecnológico en personajes demasiado simples y
sin trasfondo. El ritmo, además, es lento y el guion va girando erradamente,
hasta terminar en una historia poco
sorprendente y centrada en la relación madre-hija más que en la propia
problemática de la tecnología. Quiere oler al “Cisne Negro” por todos lados pero ha escenas pobres y que dejan mucho que desear, como aquella en la que se muele la píldora
en la juguera. Para colmo, Foster
propone un final insatisfactorio, que no deja ninguna conclusión y es casi
indigno de su trayectoria. Traspié.
John Hillcoat firma “Crocodile”.
El boom del thriller nórdico (“Millenium”, “Trapped” etc.) parece ser la
influencia con la que el director de “The Road” envuelve el relato.
Los gélidos parajes de Islandia le dan al episodio una atmósfera que ayuda a
contextualizar a la asesina, en una historia que se basa en la premisa del instinto
de supervivencia, el peso de los pecados del pasado y los propios recuerdos
como último recurso de intimidad; los escenarios lo son todo en este episodio,
porque los personajes son previsibles y planos y la trama se torna medio aburrida cuando
quiere jugar al detective, introduciendo suspenso y toda una escena de investigación policíaca para
una mujer que sólo es una trabajadora de una compañía de seguros; por supuesto,
todo culmina con un final bastante absurdo. Por lo menos, “Crocodile”
tiene guiños y homenajes que nos sacaron del letargo. Por ejemplo, destaca
la reutilización de la interpretación de Irma Thomas de “Anyone Who Knows What
Love Is”, la cual fue protagonista inolvidable de “15 Million Merits” (segundo
episodio de la primera temporada) cuando Jessica Brown-Findlay intentaba
conquistar a los jueces del programa de talentos. El otro guiño son los caramelos, los que también consume la protagonista
del episodio “Metalhead”.
Tras la decepción de “Crocodile”,
la serie se pone nostálgica e intentar replicar a “San Junipero”. En “Hang
the DJ”, Tim Van Patten reimagina cómo serían las páginas de citas elevadas a
la enésima expresión por la tecnología. El amor es y será uno de los temas
centrales de “Black Mirror” porque no existe nada más opuesto a la lógica (sustento de la tecnología) que ese sentimiento que nos diferencia, y es en
el amor donde Charlie Brooker ha encontrado momentos para sus reflexiones más profundas. Lejos de aspectos trasgresores, como la homosexualidad de "San Junipero", en “Hang
the DJ” se opta por personajes clásicos
y un escenario ambientado en la actualidad. Claramente no llega a la excelencia
sentimental del episodio más aclamado de la serie, pero se la juega por plantear una parte ácida de
esa relación ser humano-tecnología, llevada a un extremo casi cruel, en el
tortuoso camino hacia la felicidad. El final podría haber sido más
jugado y da la impresión que Brooker no quiso dar el siguiente paso e igualmente
devolvió al amor a la categoría de “ser parte de un destino”, dándole un touch
humano.
Prescindiendo casi por completo
de diálogos, David Slade nos envuelve con muchas referencias cinematográficas
clásicas en "Metalhead". Observamos algo de “Terminator”,
pasando por “Psicosis” y llegando a “Depredador”. Con una duración de 40 minutos (la más
corta de la temporada), y en tono blanco y negro, el guion nos sitúa en un
espectáculo de terror en el ya típico mundo postapocalipsis que plantea la serie. Aquí, un grupo de
tres personas buscan algo en lo que pareciera ser una bodega abandonada,
hasta que se topan con una versión tecnológica del demodog de “Stranger
Things”, dando inicio a una carnicería muy parecida a la de “Depredador”.
El fantástico diseño del villano (clara ironía) y su integración al entorno gracias a efectos especiales
perfectos, son aciertos potentes del episodio. Los tiros de cámara, la
exageración de la actriz (muy bien Maxine Peake) y la música de clavicordios
delirantes, son un homenaje a “Psicosis” y al cine de suspenso de los ’60,
cerrando esta historia con un final tan negro como reflexivo.
Con una estructura
ramificada, Colm McCalthy reimprime el terror de “Outcast” en
el recorrido que una chica hará por un museo. Los flashbacks y el
ritmo trepidante hacen que la historia de “Black Museum” sea la mejor trabajada
y lograda de la temporada. Es cierto que repite la estructura del inolvidable
“White Christmas”, integrando tres historias diferentes que acaban entrelazadas
con la trama principal, pero está ejecutado con precisión y nos devuelve el espíritu
“Black Mirror”, porque funciona como buen final de serie. La naturaleza del
museo es otro conjunto de guiños a episodios de temporadas previas y los de
esta misma sesión: Rolo Haynes es el responsable de este lugar y es presentado como un charlatán
estupendamente interpretado por Douglas Hodge y que comparte similitudes con el
personaje de Jon Hamm en “White Christmas”, mientras que "San Junipero" es otra referencia
evidente al ser el nombre del hospital donde trabajaba Haynes; también está la
máquina de ADN que se usó en “USS Callister”. Visto de esta forma, el episodio
le da globalidad a la temporada, lo que sumado a los mencionados autohomenajes dan como resultado una cuarta temporada cohesionada, quizás la más cohesionada
de la serie, porque la sugerencia del creador de que todo ocurre dentro un
mismo universo, se reafirma con claridad en este episodio. El final, punto
débil de varios de los capítulos, tiene tal carga de ironía que se adueña
prácticamente del nombre de la serie. ¿Detalles negativos? que Letitia Wright brilla en los 5 minutos que le da la trama para destacar; quizás la podrían haber
aprovechado más, junto con los parajes desérticos del exterior del lugar y que
contrastaban radicalmente con la modernidad del extraño museo. No hubo mayor
alusión a ese aspecto.
En resumen, seguramente ninguno
de estos seis episodios pasará a la parte alta del ránking de los seriéfilos, a pesar de que esta cuarta temporada quiso seguir invitando a la
reflexión sin ser tan impactante como la anterior. “Black Mirror” nunca ha sido
un alegato anti-tecnología ni anti ser humano, simplemente ha jugado con
maestría a mezclar ambos conceptos y mostrar el choque que produce la fórmula
debido, principalmente, a la imperfección humana. En ese propósito ha cumplido otra vez
porque no transó su esencia y no se dejó enceguecer por los flashes que,
merecidamente, le produjo la temporada 3.
Esta ha sido una temporada de
transición y que quiso ser equilibrada, sin tocar temas políticos, raciales, ni sexuales. Como todo equilibrio, siempre hay riesgo de caer, y si se estuvo cerca de eso es tarea de Charlie Brooker y Netflix definir qué es lo que quieren de esta fórmula.
Porque si de explorar límites se trata, “Black Mirror” puede y debe seguir dando mucho
más.
La naturaleza de este blog es
hacer listas de fin de año, lo que es muy difícil considerando que el género
está ofreciendo cerca de 400 series de todo tipo de estilos, por tanto,
cualquier listado se queda corto. Pero, igual, le sacamos brillo a la libreta
que, durante todo el año, anotó nuestras (in) certezas sobre la gran cantidad
de propuestas que consumieron nuestro tiempo. Con esa información haremos un
balance del querido, esclavizante pero imprescindible mundo de las
series en 2017.
21. BoJack Horseman
BoJack ha sido una revolución y
es de lo mejor de Netflix. Esta cuarta temporada fue muy intensa, con su tono
habitual al referirse a la campaña de Trump, la sexualidad, la paternidad etc.
20. Glow
Otra gran revelación. Con presupuesto bajo y casi sin
marketing, la serie femenina contó con
acertados ingredientes que le otorgaron frescura, una personalidad propia y
una tanda de episodios muy entretenidos, amables, y con toques de amargura. Review completo acá
19. Better Things
La serie gana al retratar, con mucho
humor, el drama que supone el paso de los años en una actriz. Serie divertida,
pero dura. Cada episodio mostró los tópicos del amor, el cual termina siendo el
bálsamo del relato. Muy bien dirigida, lo mejor que tiene es el dominó de
escenas, una tras otra, sin relleno, con un ritmo intenso y mucho que contar.
18. Alias Grace
Puesta en escena impecable, dirección artística de
altura, estupenda fotografía y mejor vestuario. La miniserie utilizó la
narración a modo de flashbacks, para
intentar explicar qué le ocurrió a la protagonista en su camino. Otra serie con
una mujer al frente y con historias de desigualdad social acerca de su rol. Review completa acá
17. Fargo
“No estamos aquí para contar historias. Estamos aquí
para contar la verdad”. Este diálogo inició la temporada y plasmó la
temática para el resto de los capítulos. ¿Qué es verdad? o mejor dicho, ¿Qué
es una historia verdadera (true story)?. La temporada tuvo una increíble factura técnica y Hawley
aprovechó cada bifurcación moral para situar emocionalmente a los personajes.
Acá la review
16. Narcos
Cuántos creían que tras la muerte de Escobar no habría
nada que hacer con “Narcos”. Sin embargo, Netflix nos trajo una temporada que no falló frente a sus antecesoras y que fue igualmente rica a
nivel técnico y cinematográfico. ”Narcos” está lejos de morir y esperamos con muchas
ganas su nueva temporada, con actores latinos que no falserán el acento y que la harán sentir mucho más latina. Review acá
15. Better Call Saul
Sigue creciendo y ya se ha convertido en una de las
mejores series de estos últimos años. Y lo ha hecho apostando a recursos clásicos:
una gran historia, sólida narración y notables y complejos personajes. Su episodio
“Chicanery” está dentro de los mejores del año, ejemplificando este crecimiento
narrativo. Review completa acá
14.The Crown
Esta temporada siguió con los
juegos políticos, las intrigas personales y, sobre todo, con una cuidadosa habilidad para equilibrar
humanidad y nobleza. La serie continuó observando el paso de la historia, aunque a veces pareciera que era un espejo sin mucho qué decir. Lo más sombrío que nos dejó la
temporada fue observar el abismo existente entre el príncipe Carlos y su padre,
Felipe, el cual falla al no amar a su hijo. La reina no lo hacía nada de mal,
en todo caso. Sería la última temporada con la brillante Claire Foy en el papel
de Isabel II, la cual cedería el testimonio a la gran Olivia Colman.
13. Feud: Bette and Joan
Relatar la mítica rivalidad entre Joan Crawdford
y Bette Davis fue importante por lo que implica el discurso en torno a las
oportunidades laborales de las mujeres, en este caso, en Hollywood. Ryan Murphy se rodeó de un equipo mayoritariamente femenino
tanto detrás como delante de las cámaras, y mostró una ficción muy emotiva
hacia sus capítulos finales. Review
acá
12. Game of Thrones
El “patrón de fundo” de HBO está
cerca de su final. La temporada 2017 nos dejó algunos episodios gigantescos
en estética, otros brillantes en su narrativa y otros dedicados a los “fans”,
avanzando a pasos agigantados en la historia y desatando las teorías que
alimentarán todo el 2018, pues el último estreno será en 2019.
11. Rick & Mory
Ha sido una tremenda revelación.
La temporada nos dejó uno de los mejores episodios del año (“The Ricklantis
Mixup”) y con uno de los mejores guiones
también. Su aporte es la constante exploración de la ciencia ficción con buen
gusto y harto rollo narrativo. 10. Line of Duty
Aunque este género está muy trillado,
esta propuesta es demasiado fresca y novedosa. Enfocada en el departamento de
anticorrupción, sirve para navegar por los límites de la ética y moral de
la policía. Lo genial de “Line of Duty’”es que nada es lo que parece y siempre
aparecen motivos, que difuminan las líneas del honor. Sus personajes están
repletos de fantasmas y su narrativa es un exhuberante laberinto. Pura catarsis.
9. Broken
Su calidad dramática es asombrosa. Sean
Bean en su mejor papel desde Game of Thrones. Si te gusta el estilo “Line
of Duty”, esta serie es imperdible en su dramatismo y credibilidad. Además, es
entretenida y bastante adictiva.
8. Master of None
Es lo mejor, hoy por hoy, en comedias de autor. No tendrá la osadía de
Louis C.K. pero sí una simpatía y positivismo que atrapan. Carismático como él
solo, Aziz Ansari presentó otro inigualable cóctel de espíritu soñador mezclado
con temáticas raciales,sentimentales y sociales, con diálogos inteligentes y
edición descollante. El capítulo "Thanksgiving" es uno de los mejores del año.
7. The Leftovers
HBO dio fin a una de sus ficciones más incomprendidas
y enigmáticas. Las palabras se hicieron pocas ante tanta belleza, ante tanta
reparación espiritual. In extenso la comentamos acá
6. Mindhunter
Conseguir que David Fincher
grabara una serie es otro tremendo regalo para los que gustamos del género. El
pulso firme que le dio al rodaje nos regaló angustia, intensidad, oscuridad
medida, en una excelente mezcla de psicología e investigaciones policiales.
5. The Deuce
1971, Richard Nixon era Presidente, Vietnam entraba en
su última etapa y los Rolling Stones editaban “Sticky Fingers”. Nueva York era
un lugar muy distinto a la ciudad que hoy conocemos; por eso
es que solo alguien como David Simon era capaz de hacer una serie sobre la
industria del porno con un episodio piloto, de 80 minutos de duración, sin mencionar en ningún momento el tema central de la historia. Todo lo que vimos
antes sobre el New York de los ’70 quedó aplastado. Review acá
4. Dark
Misterio en su dosis más pura; el proyecto era bastante
ambicioso y resultó superior a varias propuestas ligadas a lo paranormal (a “Stranger Things”, por ejemplo). Excelente ambientación,
con unos sombríos bosques que desprendían misticismo entre las tinieblas. Gran
fotografía, rodada en tonalidad oscura y acompañada de una increíble
banda sonora; es de esas propuestas que te atrapan en su ciencia ficción y recargado argumento,
repleto de giros. La recomendamos acá
3. Big Little Lies
Gran ejemplo de lo que
pasa cuando actrices de cine producen y confeccionan su propia miniserie. Este drama mostró
las caras ocultas de una comunidad escolar de clase media-alta, con una gran
Nicole Kidman, secundada muy de cerca por Reese Witherspoon y Shailene Woodley,
en tremendos roles.
2. Twin Peaks
Aunque técnicamente es la continuación de la Twin
Peaks de hace décadas, la nueva aventura televisiva de David Lynch y Mark Frost
podría considerarse como una ficción renovada, pues su
lenguaje y propuesta son completamente nuevos, jugando constantemente a aturdirnos
y estimularnos. Fue otro tipo de narración, lo convencional ha muerto. Si hasta “Cahiers du Cinema” la colocó entre
las mejores "películas" del año generando un debate necesario y entretenido. Por esto y más, el regreso de David Lynch al guión y dirección de esta serie fue un gran regalo. Review completo acá
1.The Handmaid's Tale
Aunque se trata de una distopía, los debates morales
muy actuales que estableció acerca del rol de la mujer en la sociedad, la homosexualidad
y la religión, la hicieron angustiosa pero
necesaria. Muy emotiva y cruda, con Elisabeth Moss en uno de los papeles de su
vida y con un reparto en perfecto dominio de sus roles; los secundarios brillaron tanto como los protagonistas, los que hicieron sentir demasiado real el sufrimiento de esas mujeres que se vuelven luchadoras hacia ese mundo opresor. Ya ha ganado muchos premios y los seguirá obteniendo porque está bien hecha, pero además por su rudo planteamiento. In extenso, la comentamos acá
Menciones honrosas
Taboo
La serie está hecha para el
lucimiento de Tom Hardy, pero no se queda atrás si es por intensidad de argumento. Su realización y edición son más que buenas, lo que permite
avanzar rápido en la trama.
The Good Fight
Una sorpresa. Alicia Florrick ya
no está, pero sí Diane Lockhart (Christine Baranski) y Lucca Quinn (Cash
Jumbo), quienes navegan en un bufete de mayoría afroamericana, en los Estados
Unidos de Trump. Súper ágil, entretenida, inteligente, con tensiones raciales y
políticas constantes.
The Sinner
Jessica Biel se echa la serie al
hombro, tras muchos años alejada de papeles importantes. La carga dramática de
su personaje y su gran actuación hace palidecer al resto del reparto, sin
embargo, el tramo final no defrauda.
13 Reasons Why
La calidad es
cuestionable, pero el que haya generado diálogo y debate sobre un tema tan
complejo como el bulling y el suicidio adolescente, la hacen merecedora de una
mención. A pesar de que su extenso
metraje le jugó en contra, no cabe duda que se hizo responsable de una conversación de todos y todas, en las casas, colegios,
universidades, y eso ya es ganar y aportar.
Decepciones
Godless
La fotografía, los paisajes del
desierto y la banda sonora sobresalen, aunque no son más que lo clásico que
debe tener un western. Hubo un par de buenos personajes pero que fueron desaprovechados, pese a las buenas actuaciones, mientras que otros fueron mal interpretados. Los errores de guión aparecieron uno detrás de otro,
pero lo peor fue hacernos creer que personajes femeninos del siglo XIX, en el
Oeste norteamericano, podían tener comportamientos de mujeres de nuestro tiempo.
Mr. Mercedes
Cuántas expectativas para tanta desilusión. El desarrollo no fue convincente y
le sobraron capítulos. Lo peor, el final.
American Gods
La crítica se rindió a sus pies,
principalmente por el viaje que propuso hacia la espectacularidad. Acá la tachamos de insuficiente porque cayó en la trampa de
la "temporada prólogo" y porque, a nivel de argumento, podría haber
apuntado a algo más sólido.
Legion
Como siempre, hay espectadores y
críticos que la han amado, pero en este caso, y era algo que ya esperábamos
tras los malos tráilers, la propuesta se tornó aburrida y nos sacó de la historia
constantemente.
The OA
Todos los años tiene que haber
una serie que divide a la audiencia y reconocemos que estamos entre los
detractores de "The OA". Es inclasificable y nos pone una trampa al mantener total
independencia sobre las preguntas que plantea. ¿Qué fue eso de la “Otra
Tierra”? ¿acaso una reflexión filosófica en torno a la vida y nuestro papel en
ella?.
Marvel’s The Defenders
Planteamiento propio de una película y
que debió tener una trama mejor elaborada para permanecer fuerte. Mucho artilugio, fuegos artificiales, un gran enemigo y una
batalla final...elementos de un guión fácil.
American Horror Story: Cult
Quienes seguimos a Ryan Murphy
siempre esperamos la temporada de esta serie. Tras “Roanoek”,
creímos que la habíamos recuperado, pero “Cult” volvió a extraviarse al dejar de lado el soporte de lo paranormal y
trabajar sobre los miedos humanos. Era un gran tema el de las sectas lideradas por
personas que lavan los cerebros de cientos, sin duda una gran trama, más con
Sarah Paulson y el cada vez más sólido Evan Peters en los roles principales.
Pero algo pasó después del episodio 4, se cayó en un pantano y en los dos capítulos
finales la serie corrió a mil por hora tratando de cerrar los círculos, de
manera predecible y bastante mediocre.
Después de una segunda sesión
llena de críticas, Sam Esmail recupera el ingenio y la ambición y preparó una
temporada 3 mucho más atractiva, gracias a nuevas posibilidades y personajes
que aportaron a que el resultado fuera asombroso.
No se nos olvida su alucinante primera
temporada y las decisiones cuestionables que se tomaron para la segunda, sobre
todo cuando se trató de reproducir la misma idea pero dando vuelta la
trama. Para la tercera sesión, el creador, escritor y director Sam
Esmail tomó las riendas para mostrar que la serie tiene, todavía, un montón
que ofrecer.
Después de todo el arco de Elliot
y el disparo, la tercera temporada comenzó con el hacker dándose cuenta de que
su revolución no salió como esperaba: la economía colapsó y la gente sufrió,
mientras que las corporaciones se volvieron más fuertes. ¿Cómo podría remediarlo?. La idea base de la temporada
responde esta pregunta en una palabra: redención, y para redimirse, Elliot
decide unirse al enemigo para pagar por sus errores. Desde allí se desencadenan
complejas reflexiones en cada capítulo, repasando su vida y sus decisiones,
acompañado de la figura de Mr. Robot quien le reprocha pero que, tras el
capítulo 5, cambia de actitud y de forma de comunicación viéndose como un
igual, con una identidad más propia. Este cambio seguramente fue sugerido para
no engañar más al espectador y, ahora, el maestro tomaba posesión del cuerpo y
la mente del protagonista creando
flashbacks intensos. Todo esto, con el objetivo de no dejar fuera al espectador,
de invitarlo a ser parte de los eventos y así tener un mejor entendimiento del
universo de la serie.
El arco entre Elliot y Angela también
maduró. Ahora, los movimientos e ideologías de ambos eran diferentes. La ejecutiva sólo actuaba movida
por un interés amoroso, pero ahora aparece involucrada directamente en el juego
de la manipulación del Dark Army. Portia Doubleday estuvo excelente y muy
intensa, mientras que Rami Malek, realmente un líder de una nueva generación de
actores, supo hacer resurgir a su personaje librando batallas contra los
chinos, E Corp, él mismo y contra quienes lo han utilizado. Con multiplicidad
de recursos físicos, Malek, en cada capítulo, nos hacía ver cómo Elliot se
desintegraba y luchaba por renacer. Por otro lado, la voz de la razón fue la de
Darlene, quien trató de lidiar con la poca
estabilidad emocional de Elliot y Angela. El rechazo de Elliot a
la traición de Angela movió parte de la trama cuando ésta fue desentrañando la
manipulación y traición de Angela, la que finalmente sucumbe ante las muertes
de Trenton y Mobley y, por supuesto, por las cuatro mil víctimas
de las explosiones de los 71 edificios de E Corp.
Otro punto alto de la temporada
fueron las incorporaciones de Bobby Cannavale en el rol de un curioso vendedor
de autos. De look excéntrico y setentero su personaje es realmente importante
en los ciberataques y seguirá dando qué hablar en la siguiente temporada. Este rol
fue un nexo fundamental para entender cuán poderosa era la organización. La escena
en la que asesina con el hacha y a sangre fría al jefe del FBI, lo retrata como
un ser sin escrúpulos, dejando a la agente DiPierro sin opciones de negarse a
colaborar; este arco queda armado para la siguiente temporada.
Y el otro personaje que fue más
regular y tuvo un peso más relevante fue el de BD Wong, el villano de WhiteRose.
Y los guiños a otras películas no podían faltar. "V", "American Psycho", "El Club de la Pelea" aparecieron en momentos claves.
El universo Mr. Robot volvió a
brillar por el gran uso de la fotografía y montaje. Por ejemplo, el apagón del
capítulo 1 obligó a filmar en completa oscuridad, en una distopia asombrosa y
opresiva. También estuvo el fantástico quinto episodio ("eps3.4_runtime-error.r00")
realizado en un solo plano secuencia, de principio a fin. Esto le dio
una tensión y emoción que no nos dejó bajar la guardia. O el capítulo 8, donde
la nostalgia del pasado vuelve a través de los cosplay de “Volver al Futuro” y
de por qué no elegir “The Martian”, en esa gran conversación en la fila para
entrar al cine. Y qué decir del episodio final, cuando la escena dentro de la
cabaña son 5 minutos de una música incesante, tenebrosa, mientras todos allí
están con la posibilidad cierta de recibir ese disparo en la cabeza.
La temporada triunfó en el sentido de la progresión
con la que fue presentada y porque Elliot termina, aparentemente, redimido. Los
diez episodios rescataron las mejores partes de los años anteriores y los combinaron
para crear un suspenso único y en constante evolución. La serie reencontró
su voz, recuperó la confianza en su propia narrativa y visualidad, a pesar de
que los acontecimientos se vuelven cada vez más complejos.
Netflix sigue dando pasos para
incrementar la calidad de su catálogo, incluyendo propuestas como la de “Dark”,
producción alemana que centró su nudo argumental en la desaparición
inexplicable de varios niños dando pie a todo tipo de hipótesis; éstas,
son tan bien trabajadas que mantienen en vilo al espectador, teniendo como
patrón de desarrollo un extraordinario tratamiento de la circularidad del
tiempo.
Los habitantes de Winden están nerviosos
debido a la desaparición de un niño de 15 años, a la que pronto se sumará otro.
Conforme avance la trama de “Dark” nos adentramos en un mundo complejo y
misterioso, con toques de tipo sobrenatural relacionados con el tiempo. De ahí
que la pregunta central que plantea la serie sea la de no concentrarse en el “dónde”,
sino en el “cuándo”. Así, la trama va desentrañando los secretos mejor
guardados de los habitantes de este
pueblo, y algunos de ellos son sumamente
oscuros.
Tan particular visión proviene de
la mente de Jantje Friese y su deseo por lograr responder de dónde venimos y si
el tiempo funciona como pensamos que funciona.
Esto es “Dark”, no sólo oscura
sino que más compleja que varias de las propuestas seriéfilas enfocadas en el
misterio. Desde un punto de vista intelectual exige del espectador un poco más
que el nivel de “Stranger Things”, pues su definición del misterio es mucho más
puro e intenso, mientras que su guion funciona como un rompecabezas que nos da partes inconexas, las que sólo pueden
unirse si el espectador se esfuerza en hacerlo. Allí responde a su naturaleza
alemana. La cantidad de detalles a recordar, los variados giros y cruces entre
tramas no deparan un viaje fácil, pero sí, adicitivo. Acá está la propuesta
para saber si sabes gestionar la información de manera inteligente.
El casting, lo mejor
Oliver Massucci o Karoline
Eichhorn no nos suenan mayormente, pero el desempeño de todas las actrices y actores
del reparto ha sido definido, por unanimidad, como impecable. Habría que
destacar el trabajo de Louis Hoffman, a quien recordamos por su papel como
soldado nazi adolescente en “Land of Mine”, cinta danesa nominada al Oscar por
Mejor Película Extranjera este año. Aquí, Hoffman interpreta a Jonas, uno de
los personajes más carismáticos y de mayor peso de la serie. Su consistencia, la
credibilidad que imprime a su rol para sostener un argumento lleno de subtextos,
evidencia la gran dirección de actores. El resto del elenco se ubicó
perfectamente en la premisa de “pueblo chico, infierno grande”, ya que todos los
habitantes aparentaban ser bondadosos y hasta ingenuos, pero todos escondían
algo espeluznante con respecto a su pasado y, en cada “época”, se reflejaba muy
bien pues los diálogos, escritos por Friese, permitían que la tragedia que están
viviendo las familias no se convirtiera en un momento muy hollywoodense. Por el
lado de la dirección, podemos definirla como otro punto alto. Hasta hace poco,
el único director que se encargó de todos los episodios de una serie fue Cary
Fukunawa (en “True Detective”); ahora, Baran bo Odar dirigió los diez capítulos
de “Dark”, lo que permitió tratarla como una película larga evitando, dada la
complejidad del argumento, el dejar cabos sueltos desde lo narrativo y otorgándole,
a todo el conjunto, la sensación de uniformidad.
La música fue otro factor
acertado. Lynn Fainchtein fue la supervisora de la música y quien ya había
trabajado en “El Renacido” y “Arráncame la vida”. Su buen trabajo se escucha en
las canciones elegidas para acompañar las imágenes, las que consiguen un
equilibrio natural. A ello habría que sumar la música creada en exclusiva para
la serie, la que estuvo a cargo del compositor australiano Ben Frost, quien
logró crear sonidos metalizados, cercanos a lo que traza Hans Zimmer.
En resumen, “Dark” nos
ofrece misterio bien planteado, el que consigue verse fresco y original. No
se puede negar que, a pesar de la cantidad de personajes que podrían aburrir a
más de alguien, la serie pica en tu curiosidad por ver a qué hora y en qué
momento, las piezas comienzan a unirse. Demasiados puntos a favor y una firme
candidata a estar entre los mejores estrenos del año.
No fue un año completamente
brillante, pero sí que hubo propuestas interesantes y series con historias que nos dejaron episodios inolvidables, con personajes que
definieron el rumbo. Ese episodio especial está preparado con antelación, es
revisado y reeditado varias veces y suele quedarse en la memoria por la emoción
o el quiebre que provoca. Este año hubo varios de ese tipo, acá un breve
resumen:
21.Halt and Catch Fire: "Goodwill"
Cuatro fueron los protagonistas
de una historia que fue encontrando cada vez más capas y nuevos
caminos para sus dinámicas. Este episodio logró la excelencia televisiva luego
de mostrar, a través de verdadera poesía audiovisual, el evento más devastador
que jamás se habría pensado para la serie. La mayor parte del episodio es sobre
el proceso de pérdida, sobre las cosas horriblemente prácticas que ocurren
después de que alguien muere repentinamente. No comienza con el funeral, comienza
con la necesidad de procesar la masa física de una vida: su ropa, sus muebles,
sus estatuas, mientras todos se arrastran por la casa sin saber cómo empezar. Un giro que se convirtió en el epílogo que acercó la historia a
su punto final.
20.Rick y Morty: "The Ricklantis Mixup"
Burlarse de los preceptos de
igualdad y libertad es el fin último de esta serie que, en su último capítulo, hizo una parodia
del mundo. Rick y Morty se preparan para ir a la búsqueda de la Ciudad
Perdida de la Atlántida cuando son visitados por sus alter egos, los que tienen
una campaña electoral para reconstruir la Ciudadela. Historias paralelas que
realizan una crítica social y política sobre una ciudad que tiene sólo dos
tipos de individuos: los Ricks y los Mortys, siendo los Mortys ciudadanos inferiores y que viven para complacer a los Ricks. Un episodio lleno de
referencias cinéfilas y acontecer político actual, con una crítica ácida al
sistema económico, social y político estadounidense.
19.Mr Robot :
“eps3.4_runtime-error.r00”
La mitad de temporada tuvo una
gran sorpresa, entregándonos más de cuarenta minutos de un despliegue técnico
asombroso, gracias al plano secuencia que nos mantuvo en tensión constante.
Elliot se va alternando en planos generales, subjetivos y contraplanos, mientras analiza el funcionamiento
de su cerebro como si fuera un computador, y el cómo ve su rutina diaria como
un programa de ejecución automática. Todo está confeccionado de forma
maravillosa, desde el primer minuto será una vorágine imparable. Esto crea
un gran efecto de tensión, junto con mostrarnos que la estabilidad emocional
de Darlene, Elliot y Angela está peor que nunca, con una
clara ruptura individual que ahonda en las profundidades humanas y
las diferentes formas que tienen de resquebrajarse.
18. Better Things: “White Rock”
Mezclar elementos del pasado, el
presente y hasta lo sobrenatural para crear una mirada absorbente del legado de
la familia. "¿Cómo puedes olvidar a alguien que nunca
conociste?", pregunta Sam. Son los secretos, las confrontaciones, la
aceptación, el dolor y la risa lo que componen la familia, y "White
Rock" crea un caso convincente para comprenderlo. A pesar de que Louis
CK coescribió el episodio, no hay nada de falso en lo que se cuenta, hay una
sensibilidad y una fortaleza ejemplificada en la mujer. Tal vez sea el
dolor y la penitencia que comparte la familia de Sam, o tal vez es solo que las francas verdades
de Pamela Adlon impregnan cada centímetro de este episodio. Al igual que su
pregunta retórica, el episodio es un tanto paradójico, pero eso es lo que le da
todo el poder.
17.Game of Thrones: “Stormborn”
No hubo episodios promedio esta
temporada. Todos tuvieron un excelente nivel y este es uno de los que hay que
enmarcar, principalmente, por el encuentro entre Arya y Nymeria; es decir, ella
cree que es Nymeria, pero cuando el animal sigue su camino ella se da
cuenta de que "No eres tú". Momento álgido y de profunda tristeza
para la fanaticada. Por otro lado, Sam trata la psoriagris de Jorah, Euron
embosca la flota en la que van Theon y Yara y la confirmación de que Daenerys es
la protagonista de la temporada, son elementos que dieron poder a esta emisión.
Todo quedó bajo la influencia directa de Daenerys y sus acciones, lo que
indicaba que los guionistas le iban a meter velocidad y precisión al relato.
16.The Handmaid’s Tale: “ Night”
El cambio de actitud. June está
embarazada y sabe que tiene el poder en su vientre. Pero Serena es
consciente de esto, por eso decide dejar muy claro hasta dónde está dispuesta a
llegar para asegurarse de que el embarazo llegue a término. El cuadro que
muestra a June mirando por la ventana ejemplifica que no solo quiere
sobrevivir, sino que quiere cambiar las cosas. Maravilloso cierre para una gran
temporada, con una de las escenas del año: la de la piedra.
15. Girls: “American Bitch”
El acoso sexual como pocas veces se
había tratado. Este debe ser uno de los episodios más ambiciosos
de Lena Dunham, porque decidió mostrar un tema tabú en media hora de
emisión. Y lo mejor es que no somos conscientes de ello hasta que la pantalla
se va a negro, con Rihanna sonando de fondo. Es ahí cuando descubrimos que
Hannah fue más Lena Dunham que nunca. ¿Dónde se encuentra el límite del
consentimiento?, ¿Es el abuso de poder igual de grave que la fuerza física?. El
episodio abordó todas estas preguntas en la confrontación que tuvo Hannah
con el novelista Chuck Palmer (interpretado magistralmente por Matthew Rhys),
acusado de acoso sexual. El diálogo fue arriesgado y da para debatir.
14.Master of None: “ New York, I love you”
El capítulo sólo exhibió ingenio,
gracia e inteligencia. La idea es confirmar que estas historias que nos
trae "Master of None" son posibles, que hay múltiples aventuras
mundanas alrededor. Es el capítulo más Woody Allen de la temporada,
empezando por la forma en que se mira la ciudad y su gente, y la manera en que los diálogos se
construyeron. Detalles graciosísimos, como la trama de los sordomudos y una
mirada divertida sobre los extranjeros que construyen esta ciudad, fueron un
ejercicio magistral a la hora de crear interés con historias de personajes
anónimos.
13. Big Little Lies: “You get what you need”
El desenlace de “Big Little
Lies” nos dio más de lo que esperábamos. No solamente se revelaron los
detalles del misterioso asesinato con el que arrancó la historia, sino que
además se nos planteó una fiesta en la que todos los problemas salieron a la luz. El director y los
guionistas del episodio supieron jugar con la tensión y nuestras emociones. La narrativa
fue activa y obligó al espectador a estar muy atento. Y para cerrar con un buen
sabor de boca tuvimos un poético epílogo, con todas las mujeres protagonistas
en la playa.
12.Game of Thrones: “The dragon and the wolf”
El capítulo funcionó de
maravillas y fue un cierre excelente de temporada. Primero, hay que
agradecer que cerraran una trama que no funcionaba (la rivalidad entre Sansa y
Arya). Y segundo, agradecer los diálogos, los que estuvieron a gran altura,
sobre todo el de Cersei con sus hermanos. Estos mensajes expusieron lo lejos
que ha llegado para conseguir sus
propósitos y de cómo ya es imposible dar marcha atrás, pero también dejan a la
vista sus puntos débiles. Cersei puede odiar a Tyrion, pero es incapaz de
dar a la Montaña la orden de matarlo. Por otro lado, es un episodio que
demuestra que la esencia de “Game of Thrones” no se ubica tanto las batallas y
las escenas espectaculares, sino en la dialéctica, en los movimientos, en la
diplomacia, donde cada gesto es digno de análisis.
11.Fargo: “Who rules the land of denial?”
Este capítulo es puro “Fargo”. En
resumen, Varga creyó tener completo dominio sobre Emmit por lo que se despreocupa,
ocasión que es aprovechada por Stussy para escapar de su mansión e ir hasta la
comisaría. Este acto nos reenfocó en la temática central del episodio: el
juicio de sus personajes. La hora había llegado. Fueron 50 minutos de
tensión pura y varios giros. Todo culmina con un clímax gore con la
decapitación al agresor, mientras Barner hacía geniales movimientos de cámara cuando
acompaña a la pareja huyendo para,
después, voltearse y enmarcar el hacha. Es el ejemplo clásico del humor negro
de la serie. La dirección de Mike Barner es excepcional cuando captura la
atmósfera densa y peligrosa del lugar, mientras que el director de fotografía, Craig
Wrobleski, hace un trabajo fantástico al capturar la belleza del ambiente,
manteniendo siempre un tono gris y frío en sus encuadres. Nos acercábamos al
final de la temporada (y de la serie, seguramente) y todas las piezas
se movían hacia un punto común: el cerco a Varga.
10.The
Handmaid’s Tale: “A woman’s place”
Desde el inicio, la serie deja
bien claro al espectador cuál es el nuevo rol de las mujeres dentro de la
sociedad de la República de Gilead y hasta dónde están dispuestos a llegar. La
protagonista del capítulo es la señora Waterford en el pasado y allí nos
sorprende como una mujer de armas tomar, ideando todo este sistema de
fecundación. Pero, poco a poco, le fueron arrebatando el protagonismo cediéndoselo
a su marido. Serena, entonces, ha sido cómplice de su propia opresión, ha sido víctima
y verdugo. Un gran capítulo, donde la amargura y la ironía de este mundo misógino nos fue restregado en la cara.
9.Feud: Bette and Joan: “And the Winner Is… (The Oscars
of 1963)”
La disputa entre Bette Davis y
Joan Crawford llegó a su máximo esplendor en este episodio, donde la realidad
superó a la ficción. Escrito y dirigido por Ryan Murphy, el capítulo se enfocó
en el momento en que todos los ingredientes fueron puestos en función de hacer
la historia más intensa, ejemplificando todos los movimientos rastreros que se
producen cuando en una relación reina el odio y la envidia. El escenario
perfecto fue la entrega de los premios Oscar de 1963, para lo cual el director
preparó un capítulo de ensueño para los cinéfilos, realizando un gran trabajo
en la recreación de la gala del certamen, entrando en el comidillo de su
producción y lo que ocurre tras bambalinas; genial el plano secuencia en el que
Joan acompaña al ganador al Óscar a Mejor Director hasta la sala de prensa. La
edición, en paralelo, de la escena real y la ficticia de varios pasajes de la
entrega de premios, fue reproducida tantas veces en Youtube que ya por eso el
episodio sale victorioso. Como punto aparte, hay que señalar que durante la
emisión del capítulo, Susan Sarandon posteó en su cuenta de Twitter el
recuerdo de que ella y Julia Roberts también fueron víctimas de los rumores de
antipatía, por parte de la prensa y de sus propios agentes.
8.Feud: Bette and Joan: “ ¿Quieres decir que todo
este tiempo hemos podido ser amigas?”
El desenlace de esta ficción de
Ryan Murphy nos dejó con los aplausos en las manos y el nudo en la garganta. Escrito
por Gina Welch y dirigido por Gwyneth Horder-Payton (gran parte de los
episodios, a excepción de los realizados por Murphy y Tim Minear, tuvieron a
mujeres detrás de cámara), ya es uno de los favoritos de la crítica porque,
junto con destilar la gran reflexión acerca de la amistad en Hollywood, mostró
una reparadora ensoñación en la que Joan imagina lo que pudo haber sido su
relación con Bette Davis. La transformación emocional de ambas actrices y como
lo entregan todo, habla de un gran episodio, de una gran historia.
7.Game of Thrones: “The Spoils of War”
Para muchos, uno de los mejores
episodios de la historia de la serie. Hubo imágenes de gran belleza, aunque todo el concepto
hablara de apocalipsis. El ejército Lannister desintegrado, Cersei bloqueada en
Desembarco del Rey y Tyrion desautorizado, algo inédito y que obedeció a que la
química entre Snow y la Khaleesi había aumentado significativamente. Tyrion fue
el rey del episodio al vivir uno de los momentos más emocionalmente complejos
de la temporada, pues asistió a la batalla visiblemente compungido. Cuando, por
fin, había encontrado un lugar en donde desarrollar su potencial, la guerra lo
pone en escenario de precaria estabilidad; la destrucción del ejército
Lannister es la ejemplificación visual de la aniquilación de sus raíces, lo que
le provocó una angustiante contradicción. Por otro lado, Bran avanzó muy despacio
en su arco narrativo, el cual ha sido muy esquemático y le permitió a los
guionistas total libertad, pues su historia se ha escrito solo hasta la
mitad. El retorno a casa de Arya fue otro punto álgido, siendo la
escena de la cripta un momento muy emotivo pues, en una inmensa oscuridad, se
cruzan las miradas y el abrazo con Sansa. La esperanza y la resistencia. Sensacional.
6.The Leftovers: "The book of Nora"
Es fácil elegir finales para hacer
una lista de mejores episodios. Gran parte de la narrativa de la temporada
se guarda para la season finale, lo que suele ser una apuesta segura para la relevancia, la
acción y las conclusiones. El final de “The Leftovers” entregó los tres y
más. Los últimos minutos estuvieron dedicados plenamente
a Nora y al final de su lucha por reunirse con sus hijos, tras siete años de
sufrimiento. Este episodio reafirmó el hecho de que “The Leftovers” no trataba
de el porqué de una desaparición sobrenatural, sino de cómo los personajes
de su universo, gente corriente, lidiaba día a día con ese dolor, algo parecido
al enfoque que tuvo “The Walking Dead”, en ese aspecto. Cada palabra escrita por Damon
Lindelof y Tom Perrotta tienen un significado que es más que un buen final, eso
sería disminuirlo. El final fue tan bien escrito y dirigido, que tiene
hasta dos interpretaciones: la dicotomía de la fe y la falta de ella, de que puedes
elegir creer o no creer. La serie y el final funcionan por igual, con ambas.
5.The Deuce: "My name is Ruby"
El final de la temporada no solo
fue una hora dedicada a Ruby (Pernell Walker), una prostituta que había estado
luchando por competir con los nuevos burdeles protegidos por la policía y
construidos por la mafia. "My name is Ruby" es una pieza
de época que hace paralelos con la modernidad y le pone rostro a todo lo que la
serie venía relevando. En este episodio, terminamos por comprender de dónde
viene Eileen (la escena en la que visita a su hermano en el psiquiátrico es
devastadora) y también entendemos que tiene talento para dedicarse al porno, no
como actriz, sino como directora y productora. Impulsada por una estupenda
Maggie Gyllenhaal, Eileen debería ser la fuerza que impulse “The Deuce”
de aquí en adelante y el último plano del capítulo lo deja muy claro, al
retrotraernos al que cerraba el primer episodio; si en aquél veíamos un pasillo
de un hotel de mala muerte, en éste vemos el elegante pasillo de un burdel. El
escenario es diferente, pero el contexto es el mismo, solo que más
evolucionado.
4.The Handmaid’s Tale: “ Late”
Cuesta elegir episodios de "The
Handmaid’s Tale" porque toda la serie es una maravilla. Sin embargo, este
capítulo es especialmente conmovedor por la terrible historia de Deglen
(grandiosa Alexis Bledel), así como por los flashbacks que nos relataron
la muerte de los derechos civiles y humanos en este país, que terminará siendo
la República de Gilead. Muchos elementos que volvieron fascinante a la serie se
unieron en "Late", el último dirigido por Reed Morano, cuyo agudo ojo
para la belleza y el terror fueron esenciales para establecer su
estética. El episodio hace tanto por conectar los puntos entre lo que
consideramos el hoy, y la pesadilla del futuro que se avecina.
3.Master of None: “ Thanksgiving”
Esta serie tiene una inmensa
cualidad: hacer grandes reflexiones sobre temas complejos, sin perder la
comicidad. Y este episodio fue gran ejemplo. Hubo un notable uso del
montaje al mostrar la relación entre Dev y Denise, desde niños, y atravesando diversos
almuerzos familiares en el Día de Acción de Gracias. Como la familia de Dev es
musulmana, aprovechaba el hogar de su amiga para participar de esta festividad.
El capítulo está repleto de guiños que resumen décadas de momentos cómicos, que hacen de lo
incómodo algo divertido. La narrativa entrelaza conversaciones sobre lo que
significa ser minoría en Estados Unidos lo que, para Denise, se intensifica por
ser gay y de familia negra. La conversación nunca cayó en la trampa del
sermón, sino que se mantuvo emocional, cálida y super divertida.
2.Better Call Saul: “ Chicanery”
Si “Better Call Saul” es el
viaje personal del Jimmy McGill en ruta hacia el Saul Goodman sin escrúpulos de “Breaking
Bad”, este capítulo es un punto de quiebre irreversible en el personaje.
El conflicto con su hermano Chuck, que se venía cocinando desde la primera
temporada, terminó por explotar en este episodio, el cual dejó la energía de la
serie por todo lo alto. El arco principal se enfocó en la batalla de Chuck por
destruir a su hermano y las artimañas que usó Jimmy, propias de “Breaking Bad”,
para salirse con la suya. El capítulo está cruzado por detalles propios de BB,
siendo uno de los más relevantes el regreso de Huell y su participación en la
caída de Chuck. El golpe certero es que allí estaban
presentes las únicas personas que de verdad le importan a Chuck: su ex esposa y
sus colegas. Otro giro inesperado se
produjo cuando Jimmy decide interrogar a su hermano y el capítulo se eleva en
intensidad y emotividad, gracias a tremendas interpretaciones y planos de cámara.
Otro punto relevante es la batalla de argumentos entre Kim Wexler y Howard,
donde se aprecia el amor-odio que se tienen.
El corazón de la serie siempre ha
sido Jimmy y su relación con Chuck; ésta ha moldeado al personaje y gracias a
ella hemos aprendido mucho sobre Jimmy (y sobre Saul). Todo eso explotó por los
aires. La perfección de este episodio radicó en que solo hubo un conflicto,
demostrando que la simplicidad del universo de Vince Gilligan es parte
fundamental de su éxito.
1.Twin Peaks : “episodio 8”
De pronto, una serie de
televisión estaba haciendo cosas que se
experimentaban en las salas de arte de los ‘60 y ’70. El gran creador se metía en su propio inconsciente para traer
al presente una historia que hilvanaba toda su obra, y se presentaba en la
pantalla chica como una explosión de creatividad que nada tiene que ver con lo
que se está exhibiendo en la actualidad. David Lynch le muestra un gran respeto
al espectador al regalarle una hora de
narración audiovisual de nivel sobresaliente. Con este episodio se empieza a construir,
de alguna forma, un nuevo territorio
televisivo al mezclar poesía visual deslumbrante con conmovedor
arte del caos y el conflicto. El gran director parte por regalarnos la
actuación de Nine Inch Nails, quienes tocan una canción violenta y oscura, tanto como lo que se viene
en el resto del episodio, el cual nos traslada temporalmente a 1945 y a la
primera prueba atómica en Nuevo México. Lynch nos metió (literalmente) en el
hongo de la explosión, con una seguidilla de imágenes al estilo de “El árbol de
la vida” de Terrence Malick . El capítulo equivale al nacimiento del
mal, esa es la gran reflexión que nos propone el director en esta hora sublime,
donde hay mucho de “Muholland Drive”, de fuerzas destructivas y de los peores
instintos de la humanidad.
Y para ti ¿cuál fue el episodio del año de una serie de TV?.