Esta nueva entrega de la serie de
Netflix se basó en la frenética persecución entre la policía y los malvados del
Cartel de Cali, sin el protagonismo de la figura de Pablo Escobar. ¿Valdrían
la pena estos nuevos capítulos?, ¿Podría la serie sobrevivir sin el
personaje de Escobar?, la respuesta es sí, porque la tercera temporada fue la
reafirmación de que esta propuesta es totalmente adictiva.
Tiroteos, violencia, el bien y el
mal, el crimen. Todo eso ya lo vimos en las temporadas anteriores. Entonces ¿Por
qué queremos siempre volver a "Narcos"?, simple, por sus personajes.
El principal, o quien fuera el eje sobre quien giró el guion en las sesiones anteriores, ya no está, por lo que había que delinear arcos argumentales potentes para seres más bien desconocidos para el imaginario popular. A partir de esta premisa, la serie mantuvo su estilo narrativo y en
lugar de enfocarse en un personaje grande y dominante, construyó pequeñas
historias de varios personajes, a quienes siempre puso contra la pared. Santa
Cruz, Pacho Herrera, los hermanos Rodríguez Orejuela e incluso sicarios como "Navegante" y el contador Guillermo Pallomari, se repartieron el hilo
dramático, aportando con éxito al crecimiento de la ficción; esto lo consiguieron porque fueron personajes bien construidos, con pasta, con
verdad. Los guionistas han comprendido el cómo mostrar a un ser maldito, sin
escrúpulos, pero añadirle el condimento apropiado para que logre empatizar con la audiencia. Un punto alto
de la serie.
Siguiendo con los nuevos personajes, probablemente, Jorge
Salcedo fue el hombre clave. Este hombre fue el gran comodín de la temporada para hacer
olvidar la figura de Escobar. Salcedo (interpretado por Matías Varela) fue la
gran sorpresa gracias a su transformación de jefe de
seguridad de los de Cali,a uno de los
delatores principales para la captura de Miguel Rodríguez, dando un giro que alejó a la
serie de tantas otras ficciones de capos de la droga que terminaban con sus nombre casi que en un altar.
Lo importante en "Narcos" no fue elevar a una figura en particular, sino exponer el
negocio de la droga como el gran huracán que despedazó una sociedad.
Otro rasgo a destacar del guion, es la manera en que construyó el in crescendo de la violencia, lo que
permitió identificar claramente dos momentos: una primera mitad donde reina el
suspenso y se logra tensión, y una segunda en la que la intensidad de los
acontecimientos alcanza su pick y nos muestra escenas brutales. Durante
los últimos cuatro episodios se producen una serie de ingeniosos giros que
desembocaron en situaciones sorprendentes. La dirección es magistral y mantuvo el estilo scorseseano de José Padilha (productor ejecutivo
y director de buena parte de la primera temporada) que ya se convirtió en sello de la serie.
Lo mejor de esta temporada
fue el manejo de la acción y del suspenso. En casi todos los episodios hubo una
misión, una captura, algo que se escondía y que ponía a todos contrarreloj. Otro detalles a destacar fue que la mayoría de los personajes, los buenos y los malos, tuvieron
su momento de lucimiento. También resaltamos el siempre filmar en exteriores y
con buenos baños de sangre; acá no hubo simpatía por quienes no gustan de ver
escenas extremadamente violentas. Punto a favor, también, para su banda sonora,
llena de cumbias, vallenatos y salsas.
¿Lo malo? No hubo presencia
femenina potente. Y lo otro, es que esta temporada
siguió zafando de la historia verídica y ficcionó una gran cantidad de datos y
acontecimientos. Este punto puede ser la señal de que, de cara a la cuarta
temporada, la serie
planteará un vuelo propio.
En el resumen de esta
tercera parte, "Narcos" siguió respondiendo a gran nivel. Es una serie para verla
en maratón, porque no te cansa, te atrapa, gracias al ritmo inquietante que
plantea. La historia del cartel de Cali era poco conocida, por lo que recién
ahora puede haber mucho espacio para crecer. No imagino la serie sin esa base,
porque tampoco veo otra temporada con el mismo concepto de guerrilla y el mito
del Robin Hood paisa. Pero "Narcos" nunca nos prometió eso tampoco, y si lo
hizo en algún momento, ya puede zafarse de las metáforas, pues su compromiso artístico y narrativo ya la posicionan como una de las mejores propuestas del streaming.
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