Tardó tanto en llegar que las expectativas eran altas. Sin embargo, reafirma que solo quiere ser correcta, tomar los mejores elementos de los nombres que la llevan en el formato y proponer un visionado que entretiene y deslumbra por su puesta en escena.
Había dudas para una segunda temporada, por lo
que hubo reestructuración de guionistas y Stuart Carolan asumió el reto junto a
el ex “Peaky Blinders”, David Caffrey. Pero la transición no fue
violenta, pues esta “The Alienist” de 2020 , parece solo una continuación de
lo que vimos hace dos años; así llegó esta “Angel of Darkness”, la que presentó
un guion interesante, basado en los libros, pero quedando detrás, por ejemplo,
de “Perry Mason” de HBO, la que sí logró crear una atmósfera tensa e intrigante. “The
Alienist” tropieza en ese intento y a los pocos capítulos plantea errores de estructura.
Los actores no son el problema, sino que lo
son los personajes. Sara Howard (Dakota Fanning) dio un paso adelante en su
sueño de contar con su propia oficina y emplear solo mujeres como detectives. Un
guiño al presente. Luke Evans regresó a su papel de periodista y cayó en los
ripios del hombre leal y fiel hasta la muerte. El caso más lamentable es
el de Daniel Brühl; el Dr. Lazlo Kreizler perdió magnetismo, encanto; ese
alienista misterioso fue reemplazado por un tipo aburrido y problemático, cuya guinda
de la torta fue ese extraño enamoramiento de los episodios finales y que,
sinceramente, no nos interesaba ver en un personaje como ese, fascinado por los
instintos reprimidos e incontrolables del ser humano. En este momento, no se
necesitaba.
Nuevamente, la puesta en escena fue elegante,
intelectual, rica en vestuario y elementos escenográficos. Basada en la
podredumbre que exultaba “The Knick”, se nos presenta esta Nueva York que sirve como escenario para el desarrollo
del caso de “Angel of Darkness”, cuya antagonista está muy bien elaborada y
lograda, aunque solo en los episodios finales se le da un espacio para
profundizar en los desórdenes y carencias que la llevaron a cometer esas
fechorías; y esto también es un desperdicio pues no hinca el diente en esa
arista, en esa deformación mental que le hace perpetrar lo que se le imputa, porque
la historia pasa buena parte de sus capítulos defendiendo a la heroína (Sara),
en lo que parece ser un hilo argumental destinado a sentar las bases del
liderazgo femenino.
Ambientada en 1897, al borde de la guerra
hispanoamericana, ni el racismo, ni el
prejuicio, ni la sicología de los criminales son los argumentos centrales, por
lo que hay varios momentos en que todo se pierde en extensos diálogos, filosóficas conclusiones, mucha sangre
y gritos. Con tramas algo sobrecargadas de drama , “The
Alienist: Angel of Darkness” deja de lado el carisma que había logrado el personaje
de Daniel Brühl, en la primera temporada, y lo reemplaza por el ímpetu de una
joven que se impone en un terreno de hombres; sin embargo, esa mezcla no fue suficiente para que la serie
encontrara su propio lenguaje como serie procedimental; así todo, no aburre y
eso ya es bastante, mas no suficiente para asegurar una tercera parte.
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