Inedit Nescafé
partió con el pie derecho su 11ª versión. Porque la pieza que abrió
este atractivo festival, que mezcla cine y música, no es un
documental sobre Nick Cave pero está protagonizado por Nick Cave; tampoco es un
rockumental, aunque sí se incluyen actuaciones en vivo y grabaciones en
estudio. Entonces ¿qué es “Nick Cave: 20.000 Days on Earth”?. Podemos concluir
que es una gran propuesta que plantea una nueva forma de narrar una biopic.
Lo vamos a llamar documental aunque para
otros, derechamente, es un film, y de excelente factura. Dirigido por Iain
Forsyth y Jane Pollard, colaboradores cercanos de Cave hace años, se ha
presentado todo el 2014 con muchísimo éxito en Berlín, Sundance, San Sebastián
y, por supuesto, In-Edit.
Alejándose del tradicional formato de
documental musical se transforma en híbrido entre la ficción y el
documental, siendo sus fortalezas una genial estética y una narrativa poderosa. La clave, para los más expertos, fue el de guionizar las
escenas pero no los diálogos. Es decir, los directores arrojan a los personajes
en lugares y situaciones concretas para que toda la conversación fluyera sola,
basada en el recuerdo, la melancolía, el pasado, la experiencia.
“20.000 Days on Earth” narra un día en la vida de Nick Cave – justamente
el día 20.000 – planteando al espectador cuestiones
existencialistas y universales que son preocupación del
protagonista. El documental tiene su línea de desarrollo apoyada solamente en situaciones cotidianas del día. Gran escena es aquella con el
psicoanalista, donde el australiano se explaya de manera gigante sobre la relación
con su padre, y relata anécdotas de su infancia que fueron formando su
personalidad; acá el guion acerca al personaje-estrella a un nivel íntimo,
personal, muy gráfico a través de los ejemplos, hasta desembocar en un relajado
almuerzo en la casa de su amigo Warren Ellis, en la que rememoran la primera
vez que vieron actuar a Nina Simone; éste es uno de los momentos jocosos del
documental por la naturalidad con la que cuentan aquella experiencia. Se olvidan
de la cámara a pesar que está siempre ahí.
A pesar de la seriedad con la que Cave se
toma esta “invasión” a su vida personal, el tipo logra ser tremendamente carismático
y el espectador empatiza mucho con él. No es necesario conocer su trayectoria, cuántos discos vendió,
cuántos guiones escribió, el personaje logra realidad y no se necesita el
típico collage de imágenes del documental clásico para conocerlo. Esta es una
pretensión extrema de los directores pero que se logra completamente: provocar
una emoción concreta.
Las profundas reflexiones acerca del
proceso creativo de cualquier artista se entrelazan con la fuerza de la música
de Cave. Personalmente, creo que uno de los momentos gigantes del documental es aquel en
que Cave está en concierto con "Bad Seeds", totalmente entregado, la atmósfera ya
está creada, y él toma la mano a la chica que está en la primera fila; el ser
testigo del trance en el que cae toda la afición mientras su voz ronca canta el
estribillo de “Higgs Boson Blues”
“If I die tonight, bury me
In my favorite yellow patent leather shoes
Whit a mummiefied cat and a cone-like hat
That the caliphate forced on the jews
Can you feel my my heartbeat?
Can you feel my heartbeat?
Es total. Sin más palabras.
En resumen, Nick Cave se saca su disfraz
de rock star y, de manera muy consciente, se expone totalmente ante la cámara,
la que se transforma en un visor de realidades. El final es hermoso, con
esa misma cámara alejándose en la fría noche del puerto, creando un efecto de luces nocturnas digno de un premio.
La dirección es sumamente trabajada, pero
no la notamos, no es evidente. La fotografía es extraordinaria, la edición es
como una película, las actuaciones no son ensayadas y lo diálogos son verdaderos
aunque no estén escritos. ¿qué es "Nick Cave:20.000 Days on Earth”? es la mejor manera
que hemos visto, hasta ahora, de trabajar el documental acerca de una estrella
del rock.
No hay comentarios:
Publicar un comentario