Cada película de Pixar nos sorprende más. Es que este
universo encontró la forma perfecta para mezclar la película animada que llega
a todo público, con un mensaje emotivo, sin ser lagrimero, y universal. Desde
hace un año, cuando vi las imágenes de esa mesa familiar donde todos los
personajes mostraban a sus “protagonistas del cerebro”, sabía que este iba a
ser un evento de la animación este 2015 y esa expectativa la ha superado con
creces.
Del director de “Up”, Pete Docter y su colaborador
Ronaldo Del Carmen, retomaron un concepto que los hermanos Farrelly presentaron
hace 14 años en “Osmosis Jones”, la película más interesante de sus carreras y
que hoy está en el olvido. En su momento desarrolló una idea original que llamó
la atención y que luego tuvo, incluso, una serie animada de televisión. La
historia combinaba cine live con dibujos animados en una típica movie de
acción. El protagonista era un glóbulo blanco que vivía en el cuerpo de un
hombre que se alimentaba mal. La vida descuidada que llevaba el hombre
repercutía en su organismo y en el mundo de las células.
Intensamente
aborda una idea similar con las emociones de una niña que se ven afectadas por
los cambios que atraviesa su ambiente familiar. Me pregunté si esta
idea, muy a lo Woody Allen, interesaría a los niños y la realidad es que el
trabajo que hicieron, previo al estreno, mostrando todos los personajes generó
mucha atención en los más pequeños (y ganas de verla).
Riley es una joven que debe acostumbrarse a un
nuevo hogar luego que su padre consiguiera un nuevo trabajo en San Francisco. Riley
empieza a sentir una serie de emociones que se encuentran en su centro de
control (Headquarters). Estas emociones (alegría, temor, enojo, desagrado y
tristeza) guían a Riley a tomar las decisiones cotidianas en su nueva vida.
El viaje introspectivo es fascinante porque muestra cómo funciona nuestra
mente, la imaginación y sobre todo cómo se compone nuestra personalidad. Su
espectacularidad abarca mucho más de lo que aparenta el trailer.
Lo que más me cautivó es que no hay antagonistas
y que se reivindica a la tristeza
como una emoción vital para obtener un equilibrio mental en la vida. Este
interesante concepto que trabajaron los directores resulta ser uno de los grandes
aciertos de esta propuesta. Intensamente vuelve a mostrar la
habilidad de Pixar de hacer películas con distintas capas, entreteniendo a
chicos y grandes. La
película es creatividad en todos sus sentidos. Es fácil crear un mundo con autos
de carrera o con juguetes que hablan, pero sí hay que ser muy creativo para
inventar una sociedad entera dentro de una mente humana; ahí hay evidente complejidad,
más aún de la manera divertida en la que lograron hacerlo. Los personajes están perfectamente delineados:
Alegría es una gran protagonista y un personaje redondo; Tristeza es
fantástica y muy graciosa, una heroína; Temor es un buen personaje y
aunque parece una atado de nervios, logra encontrar la calma. Y Furia es
el personaje con más chistes y me encantó, al igual que Desagrado.
Los trailers nos engañaron pues nos mostraban personajes planos; muy por
el contrario, son personajes con errores, con cambios de humor y con mucha profundidad.
Esto es de lo mejor que ha logrado Pixar y sin duda que va a ser de las
favoritas por siempre. Lástima que se estrenó junto con “Jurassic World”,
porque de haber recibido más atención (y seguramente así será en lo sucesivo)
incluso los más cabezones podrían estar hablando del nuevo imperio que sigue
cimentando esta gran compañía, pero con propuestas que se superan positivamente
cada vez más. Vamos derechito al Oscar!!
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