viernes, 20 de mayo de 2016

Palmas de Oro de Cannes: las inolvidables

Este es un premio que se desea y que ha permitido el nacimiento de obras que han influenciado a generaciones, aunque también ha habido, como en todo, ganadores de no tan alta estirpe. Pero el prestigio no es gratuito y la Palma de Oro de Cannes se sustenta en muchísimas cintas que, a través de las décadas, han derramado calidad artística, dirección y actuaciones inolvidables. De Cannes han nacido muchos puntos de inflexión para el cine. Acá revisamos sólo algunas de ellas.


Brief Encounter (1946)
En una de las entrevistas que dio Tood Haynes, por su film "Carol", dejó en evidencia el homenaje que quería hacer a una película que fue favorita cuando compitió en el "Gran Premio del Festival Internacional de Cine". Una gran historia de amor que persiste como un romance clásico, el que sólo es realidad cuando los protagonistas tienen una  serie de reuniones secretas porque pertenecen a distintas castas intelectuales y porque tienen matrimonios con otras personas. Hermosa fotografía de Robert Krasker, quien acentúa las sombras en las citas secretas y destaca a Laura y Alec bañados por suaves rayos de sol.



La Dolce Vita (1960)
Roma nunca fue tan mágica y solitaria. Fellini, asociado con un brutal Marcello Mastroianni en el rol de un periodista de celebridades que se pasa siete noches entrando y saliendo de la cúpula de la alta sociedad romana. Fellini captura la seducción y el glamour en un film que es tan respetado por los actores y adorado por los directores; la película cimentó las carreras de director y actor y es un inolvidable al referirse a la Palma de Oro. 




The Umbrellas of Cherbourg (1964) 
Extraordinaria es poco. Deslumbrante, se acerca. Enteramente cantada, ofrece una extraordinaria actuación de Catherine Deneuve. La película se construyó haciendo una conjunción de formatos que dejó atónito a Cannes. En su esencia, "Cherbourg" es un musical muy colorido (los trajes de Jacqueline Moreau son maravillosos), y la riqueza de su historia se inclina más hacia las emociones fuertes del teatro europeo más que el alarde publicitario de sus elementos visuales. La película trata de dos personas que se enamoran pero que están forzadas a separarse. Esta tensión de mostrar una estética brillante versus el dolor, fue una experiencia única para su época. Los musicales fueron otra cosa tras esta aclamada cinta.



Blow-Up (1967)
Algunos films ganadores de la Palma de Oro requieren más paciencia. Michelangelo Antonioni hace que la idea literal de uno de sus personajes (un fotógrafo) tiña la película de dos fatídicos descubrimientos. Las dos mitades de la película tienen cambios de humor, con una oscilación continua entre la frivolidad y el peligro de una historia muy borderline. Es un film obsesivo y voyeurista, con algo siniestro en su narrativa y que destapó las discusiones, ya más modernas, sobre el  tema de la privacidad.



Taxi Driver (1976)
Amamos esta película y cuesta creer que, cuando se anunció su triunfo en Cannes 1976, la sala se vino abajo en abucheos (Cannes tiene eso de que se puede abuchear fuerte y ser eso lo que se recuerda, por años, como un triunfo). Pero hagamos contexto. La Película de Scorsese fue a Cannes luego de haber tenido salas llenas en USA y porque la crítica hizo eco de que el público no estaba listo para ver este tipo de violencia en la pantalla grande, porque la película fue un golpe al mentón. La provocación nunca ha preocupado a Scorsese, pero "Taxi Driver" se adueñó de un discurso referente a un clima cultural inquietante, y esto no se había afirmado con tanta claridad en la pantalla. Es un film que, a 40 años de su victoria en Cannes, aún es recordada por haber creado una de las atmósferas más mágicas que recuerde la premiación del festival.



Apocalypse Now (1979) 
"La guerra es el infierno" en Cannes.  El gran legado de "Apocalypse Now" tiene sus raíces en  los numerosos incidentes traumáticos y el drama pero, además, porque en esos años era muy apreciado premiar películas cuyo proceso de filmación había sido una tortura, por decir algo. Fue el caso de este film, cuyo rodaje fue una locura total. Su triunfo en Cannes no debe pasarse por alto, además, por otro significativo detalle: fue la primera vez que un director estadounidense ganaba dos veces la Palma (Coppola había ganado en 1974 con "La Conversación"), una hazaña que no ha sido igualada desde entonces.



All That Jazz (1980)
El Musical semi-autobiográfico de Bob Fosse, retrata a su alter ego Joe Gedeón (Roy Scheider) como un mujeriego que hace estallar su egolatría a través de una vida llena de adicciones. La película cuenta con Jessica Lange como el ángel de la muerte y un número musical que muestra, de trasfondo, la cirugía a corazón abierto del protagonista. Pero lo que realmente hace que esta película sea una obra maestra al límite, es que empuja la edición del musical a un diseño increíblemente inventivo de Fosse: cortar el tiempo y el espacio en formas experimentales, ayudando a crear una vanguardia muy similar a la de Fellini, pero que, al mismo tiempo, fortaleció la narrativa de la película. Muy artística y muy analizable a nivel técnico.



Paris, Texas (1984)
A pesar de que "París, Texas" no tiene ningún ángel, la forma en que Travis (Harry Dean Stanton) revolotea alrededor de la vida de los miembros de su familia, es una figura que se asemeja perfectamente a ese ángel omnipresente. A través de un drama familiar que cuestiona la naturaleza misma de la familia, Wim Wenders muestra la evolución que había tenido la histórica interacción con el padre y lo ejemplifica en la forma en la que Travis vuelve a conectar con su hijo, quien regresa después de años de distanciamiento. Con una escena de persecución de automóviles muy riesgosa para la época, más una serie de cuadros verdes que podrían haber lanzado toda una tesis sobre la teoría del color, "Paris, Texas" permite jugar con la honestidad emocional y con la tensión. 



Sexo, mentiras y video (1989)
La película catapultó al joven Steven Soderbergh pero, incluso más importante, ayudó a poner a Sundance y a Miramax en el mapa, mientras que fijó el vector para lo que sería el estallido del cine independiente en los ‘90. Para que una película de Sundance recibiera la Palma de Oro de un jurado presidido por Wim Wenders, significaba la aprobación a este nuevo movimiento de cine independiente norteamericano de parte de la comunidad internacional del cine. Todos la hemos visto porque fue crucial en un destape del cuerpo y de las adicciones y porque tocó otro nervio en Estados Unidos al desafiar directamente la cultura yuppie y la narración de la muerte; la película se convirtió en un éxito de taquilla (US$ 25 millones), lo que reveló que había un público ávido de abrazar algo nuevo.




Barton Fink (1991)
El guión fue escrito en tres semanas y permitió a los hermanos Coen jugar con dos personajes y presentar el icónico hotel Earle. La película mira al personaje desde dos ángulos: Un primer acercamiento lo ve como un dramaturgo tratando de hacer su camino en Hollywood y otro, más profundo, refiere al precio de la creatividad en un mundo que no siempre la recibe calurosamente. "Barton Fink" ganó los 3 premios más importantes de Cannes (película, director y actor) y contiene innumerables sellos de los Coen, lo que la convierte en un verdadero tesoro para los aficionados a sus tendencias.




Pulp Fiction (1994)
Si hay alguien que sabe cómo arquear una película con poco y volverla espectacular, ese es Quentin Tarantino. Ah, y también Harvey Weinstein. Póngalos juntos y se hace magia en el cine. Eso es lo que ocurrió en 1994, cuando The Weinstein Company auspició el debut de Tarantino con "Pulp Fiction" frente a una multitud, sala llena, a la medianoche .Ganar la Palma de Oro (también con varios abucheos) fue sólo la guinda del pastel para uno de los más desenfrenados debut en Cannes que se recuerde. Con un reparto impresionante, una línea de tiempo picada y un guión repleto de guiños culturales, agudos y enérgicos, es un film tipo pizarrón clásico de Tarantino, ese Tarantino en estado puro y en el momento más vital de su carrera.



Dancer in the Dark (2000)  
Momento polarizante de Cannes. Sorprendentemente sombría y fantasiosa. Este musical de Lars von Trier es, para muchos, una obra de arte y, para otros, un ejercicio sádico a la hora de manipular a la audiencia. Björk interpreta a Selma, una trabajadora de una fábrica cuyo único respiro a su existencia lúgubre es el mundo del teatro musical. Escapar a cantar cada vez que las cosas se ponen mal convierte a Selma en un tren de emociones repasada a orquesta completa… del ruido de la maquinaria de trabajo a su propia sección de melodías. Anclado por un rendimiento inmenso de Björk y suspendido en las melodías inquietantes que ella misma escribió para la película, "Dancer in the dark" es Von Trier en su punto más extremo. 



Elephant (2003)
Gus Van Sant se echó a Cannes en el bolsillo con su impresionante cinta "Elephant", una meditación sobre la masacre del instituto Columbine. Narra la historia de dos estudiantes de secundaria acosados y aunque muchos temían que el film pudiera dar lugar a imitadores o bien a a que pudieran ser glorificados los actos violentos de los asesinos en masa, fue la astucia de Van Sant la que derivó el enfoque hacia lo opuesto de todo eso, para así mantener un discurso tonal adecuado. La película logra un delicado equilibrio entre el miedo y la vulnerabilidad, es decir, reconocemos la inocencia perdida del personaje, pero nunca solidarizamos con su pasado acosado. "Elephant" en una declaración matizada contra la violencia.



4 meses, 3 semanas y 2 días (2007)
Desgarradora. Qué tremendo film de Cristian Mungiu. "4 meses, 3 semanas y 2 días" está ambientada en el brutal régimen comunista rumano de 1980, durante la cual la anticoncepción y el aborto eran ilegales y castigados con la muerte. Cuando la estudiante universitaria Gabita se entera de que está embarazada, le pide ayuda a su compañera de pieza para buscar un aborto en el mercado negro. La película sigue a las jóvenes cuando entran en un laberinto sin piedad, lleno de horror, el que está relatado al detalle. Drama social y realista de Mungiu y, para muchos, una obra maestra difícil de soportar. Sus actuaciones son tan perturbadoras que merecen cada pulgada de la Palma de Oro que ganó en Cannes, en 2007.



El árbol de la Vida (2011)
Los pensamientos sobre esta meditación sorprendente de la vida, por parte de Terrence Malick, pueden ser un proyecto muy ambicioso. La mayoría de la película se refiere a un niño en 1950, en Texas, y sus experiencias con su padre ( Brad Pitt) y su elegante madre (una etérea Jessica Chastain). Pero la película es más sobre sentimientos y las sensaciones acerca de la forma en que el mundo nos balancea entre lo natural y la educación que recibimos. Los personajes son seres espirituales; dan vida no por el diálogo, sino por la postura y las expresiones. La película descansa en una BSO sensacional de Alexandre Desplat y una fotografía abrumadora y perfecta de Emmanuel Lubezki. Malick había estado presionando su estilo hacia formas más experimentales, pero "El Árbol de la Vida" siempre será lo más emotivo y fascinante de su filmografía.




La Vie de Adele (2013)

Otro esquema roto en Cannes. Nunca la homosexualidad femenina había sido tratada con tanta naturalidad. Una película que logró transmitir la fragilidad del amor. En su momento la comentamos aqui


Ad portas de finalizar esta edición 2017 del festival ¿se sumará otra inolvidable?

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