domingo, 31 de julio de 2016

"Stranger Things" y cómo capitalizar la cultura pop

En una época en la que existe saturación de oferta, es raro encontrar “fenómenos” que se transmitan de boca en boca. Y aunque Netflix no libera sus cifras de audiencia, es claro que “Stranger Things” está arrasando en críticas positivas y que se ha llenado de fans que la han convertido en un algo especial. 
¿Estamos ante la serie revelación de 2016?. Acá resumo detalles para aseverar que así es!


1. Un final acertado.
Y esto fue, básicamente, por la sólida base emocional que transmitió la serie. Cada episodio te ponía la piel de gallina utilizando elementos convencionales del terror y la ciencia ficción, pero pintados en los cuerpos de personas y relaciones creíbles."Stand by Me" y "ET" son clásicos porque los lazos de confianza entre los personajes no fueron sólo relacionales…cuando los personajes estaban tristes o enojados era imposible no entender por qué y sentíamos su emoción. Toda la gente que estaba distanciada de sus padres, hijos, hermanos o amigos lo pensaron dos veces luego de ver la serie, serie en la que todos los personajes tuvieron su redención en el final
.

2. Lo clásico del género fue bien utilizado.
"Stranger Things" es una prueba de que los servicios de transmisión por red y por TV cable deben tomar muchas responsabilidades en la calidad de la ciencia ficción, fantasía o terror que presentan. Hay pocos haciendo un buen trabajo ahí. Este tipo de historias necesitan giros dramáticos grandes y convincentes, pero al no saber hacerlo se cae en el énfasis de elementos y  mitos excesivamente complicados y que distraen la atención. La falta de presupuesto suele afectar mucho a este aspecto y los hermanos Duffer vivieron ese recorte de recursos, el que obligó a una distinta concepción visual de las escenas, es decir, menos plata obligó a los directores a ser más creativos, pero no al nivel de inventar la rueda del género, no es necesario. Un ejemplo de ello es "Orphan Black”, la que podría haber sido mucho más grandiosa si no hubiera empezado a caer, en la segunda temporada, en una complejidad sin fin.


3. SÓLO ocho episodios.
Ocho episodios fue lo mejor para esta serie. Una historia, cuya premisa son eventos sobrenaturales, sólo se puede ejecutar mientras más pronto ocurren las cosas, así no hay tiempo para caer en la autorepetición.


4. El increíble casting joven. 
Milli Bobby Brown sin duda que ya no será la misma después de la serie. De hecho, ahora está llena de proyectos. Con muy poquitas líneas, Brown tuvo una actuación indeleble en la frágil y enigmática Once; las formas en que, conmovedoramente, transmitíó el miedo, la tristeza, el amor y el anhelo de conexión permanecerá por mucho tiempo. Es como Jodi Foster. Brown tiene esa presencia con la que algunos actores nacen, no la adquieren. Y qué decir de esa adorable pandilla. Noah Schnapp con su inocencia y un Finn Wolfhard que llevó gran parte de la trama con mucha habilidad; Gaten Matarazzo fue impresionante como Dustin, la voz de la razón. Caleb McLaughlin era fenomenal, como un Lucas escéptico. Y los de la secundaria también tuvieron lo suyo. Charlie Heaton, Joe Keery y Natalia Dyer dieron un montón de matices a sus personajes, los que podrían no haber tenido muchas capas dentro de la historia.



5. El elenco de adultos dio en el clavo.
Desde el primer episodio, Winona Ryder tuvo que representar diferentes tipos de miedo, de terror, confusión, dándole un toque a cada forma de emocionalidad. David Harbour dio siempre el tono como Jim Hopper, el sheriff que unió los hilos de la trama; este fue el tipo de papel que tenía el potencial para elevar más allá a actores más cotidianos y él tomó ese potencial al máximo. Matthew Modine no tuvo mucho tiempo en pantalla pero hizo un buen trabajo en la piel del Dr. Brenner.


6. El culto al pasado.
Muchísimas fueron  las referencias a la cultura popular de los '70 y ‘80. Películas como “Alien”, “ET” , “Close encounters of the third kind”, “The Goonies”, incluso la primera “Rambo” estuvieron presentes como supertextos. Esto va más allá de la representación de época que explicanon “Dungeons and Dragons”, los walkie talkie , el Atari, la ropa y bandas como The Clash. En la realización de los hermanos Duffer, el texto se construyó de partes de otras películas que muchos no vivieron por experiencia propia, pero lo han vivido mediante el registro audiovisual que llega a ser un clásico. Por ejemplo, la recreación de escenas de “ET” son evidentes y eso fue lo que, posiblemente, hizo que el receptor conectara mucho más rápido con la serie. Esto no es, solamente, un factor incidental, como lo fue la música del opening (a puro sintetizador); hay que tener claro que se escribió un guion basándose en estas referencias que, deliberadamente, fueron puestas en el núcleo de la historia.


7. Estructura y narrativa. 
La estructura muestra un equilibrio que se interrumpe con la desaparición de Will Byers, desencadenando una trama mucho más sólida que otras series de ciencia ficción, como “Under the Dome” por ejemplo, pues no confunde la ciencia con lo sobrenatural. No se presentan sólo “cosas extrañas” al azar, pues todo encadena en comunión al final de la serie. Aunque le encontré mucho parecido a “Hemlock Grove”, la fuerte premisa y la solidez de la historia hicieron que fuera mucho más fácil de aceptar.


8. Atmósfera política
No se puede dejar de lado el contexto histórico que vivía EEUU, presentando una agencia de gobierno inserta en la guerra fría. Esto da sentido al secretismo del guion. Es una serie muy completa en el texto propio y en cómo sostiene su núcleo narrativo.



Mucho del éxito de “Stranger Things” se debe a las referencias hacía ese pasado que siempre estamos tratando de volver a inspeccionar. Por eso, cualquier producto que llene ese vacío cultural va a tener mucha atención y divulgación en la audiencia; ejemplos como el corto de internet “Kung Fury” (Netflix) dejan claro el hambre por propuestas que tengan ese ambiente vintage.
Pero la gran pregunta ahora es ¿Debería "Stranger Things" tener una segunda temporada?.

No se ha renovado todavía y los Duffer han dicho que tienen más historias que podrían representar, sin embargo ¿Sería igualmente en el pueblo de Hawkins?, ¿O se intentará hacer algo como “True Detective”, con historias, personajes y lugares nuevos?. 
Para mí, esta serie fue autoconcluisva y terminó acá, aunque una parte de mí desea que el espectáculo siga llenándonos de referencias del pasado, de esa cultura pop que regresó de golpe…¿qué acaso estos ocho capítulos no fueron suficientes?.

Nuestro lado codicioso quiere ver de nuevo a Winona Ryder, a David Harbour y a esos chicos adorables nuevamente, pero ahora es Netflix, la que trató a esta serie con un inusual bajo perfil, la que tiene una nueva gallina de huevos de oro en sus manos. 

1 comentario:

  1. francamente no me gustó, los supuestos guiños fueron tan excesivos que no dejan lugar a la sorpresa, sabemos lo que va a pasar.

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