lunes, 12 de mayo de 2014

Gran Hotel Budapest: mi primera candidata

Alegre, fresca, ágil….y me faltan adjetivos para calificar a Gran Hotel Budapest como mi primera candidata para la temporada de premios. Ya partió con el pie derecho ganando el Festival de Berlín, en enero pasado, asiesque todo lo que siga cosechando esta obra de Wes Anderson será muy muy merecido.

Gran Hotel Budapest tiene varias características que la hacen única. Los personajes  se desenvuelven como dentro de un cuento, con un trasfondo que combina muy bien lo absurdo y lo serio. Fiennes, a las órdenes de Anderson por primera vez (leí que Johnny Depp abandonó el proyecto, mal ojo ahí), da vida a un caballero de otra época, detallista, dispuesto a cualquier cosa con tal de guardar el honor de su hotel. Su actuación está llena de carisma y logra entenderse a la perfección con su compañero Tony Relovori, el que actúa como un  contrapunto perfecto. Hay pura química entre ambos, lo que recrea situaciones divertidas, reflexivas y otras más intrascendentes.

Visualmente el film es fantástico, la atmósfera es pura metáfora de principio a fin. Hay majestuosos decorados, acá no se descuida ningún detalle, pero ninguno, y por esto es que la película debiera pelear fuerte todas las categorías técnicas y ganar en varias, a no ser que salga otra Gravity en el camino (lo próximo de Chris Nolan podría ser competencia fuerte). El maquillaje es extraordinario también.

Lo visual también destaca por el uso de los colores, algo llamativo en Anderson. Esto da una sensación de felicidad que antes había moderado pues cuando satura el plano (algo que le encanta) se muestra más claramente su elogio a lo absurdo. En esta película se nota la supervisión de detalles, ahí hubo un trabajo minucioso.

Ya Wes Anderson nos había sorprendido con Rushmore, donde transformó un dramático guion en pura expresión emocional mezclada muy bien con la comedia, y luego nos presentó esa gran película que fue Monnrise Kingdom, donde el cine de autor se manifestó con claridad; ahora da un paso adelante porque Gran Hotel Budapest es más atrevida. Y uno de los pilares para este crecimiento es el toque de humor que ahora es parte viva y aporte fundamental del film por lo bien tratado e hilado al argumento principal. Hay personajes muy muy divertidos, como el de Willem Dafoe, Edward Norton y sobre todo Adrien Brody, quien nos muestra una faceta más desconocida de su calidad actoral pero que logra 100% de resultados.

Y el equipo detrás de cámaras, los colaboradores de siempre de Anderson, también logran puntuación máxima: la fotografía de Robert Yeoman es delicada y muy precisa; la banda sonora a cargo de Alexander Desplat es de gran calidad, aporte neto; y el diseño de Anne Atkins son parte clave para que el director lograra mostrarnos esta preciosa cinta, llena de condimentos distintos que se fusionan a la perfección.

El que se aventura recién con el cine de Anderson, puede comprender lo que significa un film de autor, y es una invitación para revisar todo lo que ha hecho para atrás. Dificilmente a alguien no le quede gustando la forma en que presenta los argumentos, la mezcla con un humor delicado y atingente y la forma brillante en que trabajó la dirección de actores. El que salió del cine a buscar en la web Rushmore, The Royal Tenembaums (maravillosa), Fantastic Mr Fox etc, podría concluir que Gran Hotel Budapest se acerca mucho a la perfección, al clímax de la obra de Anderson....esperando que vengan muchas obras maestras más de este cineasta, al que le hace falta un reconocimiento de nivel.

Bueno, ya partió ganando Berlin y creo que será el primero de muchos premios….lo único que lamento es que su estreno haya sido tan temprano, pero para mi es la primera candidata a los grandes festivales y al glamour de Hollywood de fin de año.


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