jueves, 21 de diciembre de 2017

Mr. Robot, temporada 3: La fe recuperada

Después de una segunda sesión llena de críticas, Sam Esmail recupera el ingenio y la ambición y preparó una temporada 3 mucho más atractiva, gracias a nuevas posibilidades y personajes que aportaron a que el resultado fuera asombroso.


No se nos olvida su alucinante primera temporada y las decisiones cuestionables que se tomaron para la segunda, sobre todo cuando se trató de reproducir la misma idea pero dando vuelta la trama. Para la tercera sesión, el creador, escritor y director Sam Esmail tomó las riendas para mostrar que la serie tiene, todavía, un montón que ofrecer.
Después de todo el arco de Elliot y el disparo, la tercera temporada comenzó con el hacker dándose cuenta de que su revolución no salió como esperaba: la economía colapsó y la gente sufrió, mientras que las corporaciones se volvieron más fuertes. ¿Cómo podría  remediarlo?. La idea base de la temporada responde esta pregunta en una palabra: redención, y para redimirse, Elliot decide unirse al enemigo para pagar por sus errores. Desde allí se desencadenan complejas reflexiones en cada capítulo, repasando su vida y sus decisiones, acompañado de la figura de Mr. Robot quien le reprocha pero que, tras el capítulo 5, cambia de actitud y de forma de comunicación viéndose como un igual, con una identidad más propia. Este cambio seguramente fue sugerido para no engañar más al espectador y, ahora, el maestro tomaba posesión del cuerpo y la mente del protagonista  creando flashbacks intensos. Todo esto, con el objetivo de no dejar fuera al espectador, de invitarlo a ser parte de los eventos y así tener un mejor entendimiento del universo de la serie.

El arco entre Elliot y Angela también maduró. Ahora, los movimientos e ideologías de ambos eran  diferentes. La ejecutiva sólo actuaba movida por un interés amoroso, pero ahora aparece involucrada directamente en el juego de la manipulación del Dark Army. Portia Doubleday estuvo excelente y muy intensa, mientras que Rami Malek, realmente un líder de una nueva generación de actores, supo hacer resurgir a su personaje librando batallas contra los chinos, E Corp, él mismo y contra quienes lo han utilizado. Con multiplicidad de recursos físicos, Malek, en cada capítulo, nos hacía ver cómo Elliot se desintegraba y luchaba por renacer. Por otro lado, la voz de la razón fue la de Darlene, quien trató de lidiar con  la poca estabilidad emocional de Elliot y Angela. El rechazo de Elliot a la traición de Angela movió parte de la trama cuando ésta fue desentrañando la manipulación y traición de Angela, la que finalmente sucumbe ante las muertes de Trenton y Mobley y, por supuesto, por las cuatro mil víctimas de las explosiones de los 71 edificios de E Corp.
Otro punto alto de la temporada fueron las incorporaciones de Bobby Cannavale en el rol de un curioso vendedor de autos. De look excéntrico y setentero su personaje es realmente importante en los ciberataques y seguirá dando qué hablar en la siguiente temporada. Este rol fue un nexo fundamental para entender cuán poderosa era la organización. La escena en la que asesina con el hacha y a sangre fría al jefe del FBI, lo retrata como un ser sin escrúpulos, dejando a la agente DiPierro sin opciones de negarse a colaborar; este arco queda armado para la siguiente temporada.
Y el otro personaje que fue más regular y tuvo un peso más relevante fue el de BD Wong, el villano de WhiteRose.
Y los guiños a otras películas no podían faltar. "V", "American Psycho", "El Club de la Pelea" aparecieron en momentos claves.


El universo Mr. Robot volvió a brillar por el gran uso de la fotografía y montaje. Por ejemplo, el apagón del capítulo 1 obligó a filmar en completa oscuridad, en una distopia asombrosa y opresiva. También estuvo el fantástico quinto episodio ("eps3.4_runtime-error.r00")  realizado en un solo plano secuencia, de principio a fin. Esto le dio una tensión y emoción que no nos dejó bajar la guardia. O el capítulo 8, donde la nostalgia del pasado vuelve a través de los cosplay de “Volver al Futuro” y de por qué no elegir “The Martian”, en esa gran conversación en la fila para entrar al cine. Y qué decir del episodio final, cuando la escena dentro de la cabaña son 5 minutos de una música incesante, tenebrosa, mientras todos allí están con la posibilidad cierta de recibir ese disparo en la cabeza.


La  temporada triunfó en el sentido de la progresión con la que fue presentada y porque Elliot termina, aparentemente, redimido. Los diez episodios rescataron las mejores partes de los años anteriores y los combinaron para crear un suspenso único y en constante evolución. La serie reencontró su voz, recuperó la confianza en su propia narrativa y visualidad, a pesar de que los acontecimientos se vuelven cada vez más complejos. 

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