sábado, 12 de diciembre de 2020

The Mandalorian, temp 2: hacia una nueva era

Luego de una primera temporada que levantó nuestros espíritus, la temporada 2 de “The Mandalorian” continuó la línea y pisó igual de fuerte, dispuesta a situarse como uno de los mejores productos derivados del universo “Star Wars”. La tarea de Mando por encontrar al clan guerrero más reservado de la galaxia ha sido difícil, tanto así, que lo llevó a terrenos desérticos y a otros llenos de niebla, mientras hacía  incómodas alianzas y encontraba personajes de total referencia al universo.

No se necesita ser un completo conocedor del universo cinematográfico de Star Wars para disfrutar The Mandalorian, la propuesta más concisa que ha presentado la plataforma Disney+, y que gana adeptos por doquier. Sin miedos ni complejos, se plantea como una serie espacial que se desarrolla en un tiempo lejano al creado por George Lucas, pero que su concepción la presenta como una historia independiente que conecta con algunos acontecimientos expuestos en la historia principal. “The Mandalorian” ha sabido posicionarse gracias elementos bien conjugados, como contar, de manera contundente y rápida, las aventuras de este caza recompensas con una misión  compleja y, por otro lado, el que sus co-creadores Jon Favreau y Dave Filoni hayan dado un giro al western, lo que produjo una sensación de serie áspera, pero fresca y reconociblemente Star Wars.

Pedro Pascal ha sido el estoico hombre de honor que carga  el casco,  mientras su camino fue recorrido haciendo guiños a la Fuerza y estableciendo esta historia tipo padre-hijo, con un ser inventado y que se llevó todos los flashes: Baby Yoda. Así, esta segunda temporada era esperada para conocer cómo nos iban a seguir contando este viaje, para lo cual la producción de Luscasfilm estableció aciertos interesantes en la rotación de directores: la mirada de Dave Filoni, Jon Favreau, Peyton Reed, Rick Famuyiwa (perfecto para cualquier cosa “Star Wars”), Robert Rodríguez (dirigiendo el episodio final) y hasta  el actor Carl Weathers (sí, Apollo Creed) que interpreta al ex magistrado Greef Karga. Cada uno jugó con los mismos elementos, basándose en ir entrando en terrenos añorados por los fans del universo y adjuntado a cada escena, un trabajo escenográfico y argumental de calidad.

Los guiños al universo expandido  fueron de alta valoración en esta temporada, resaltando, además,  los regresos de algunos queridos personajes. En ese sentido, Ahsoka Tano ya no es la  adolescente de “The Clon War”, sino una jedi entrenada que nos deleitó con  revelaciones muy interesantes sobre la trama principal. También supimos que baby Yoda tenía nombre y que fue  rescatado del templo jedi tras el golpe de Palpatine. Esto, por supuesto, nos lleva a preguntarnos muchas cosas y las especulaciones están a la orden del día. ¿Cómo nadie se fijó en un niño tan parecido al maestro Yoda?, ¿Cómo consiguió escapar de Darth Vader?. Otra aparición que nos tenía preparada la serie, fue la del gran Almirante Thrawn, un nombre que recordarán los fanáticos más antiguos de “Star Wars”. O el de Boba Fett, con ese  genial  diseño de  armadura y cómo lo  aprovechó la producción haciéndole luchar al lado de los buenos. Otros personajes se agregaron con total acierto, como el mariscal, el cual interpreta Timothy Olyphant de forma ganadora;  Moff Gideon no se quedó atrás y desplegó tantos Stormtroopers como Dark Troopers fueran necesarios para capturar a Grogu, sin contar la dolorosa  destrucción del Razor Crest.

Muchas escenas en exterior, mucho espacio y tensión propia del western más cuidado. La foto, el trabajo de las criaturas y la dirección de los episodios rayó a muy buen nivel. Disney y Lucasfilm están invirtiendo muchos recursos en este show y así es como nos han presentado  una producción  elaborada, con aventuras  convincentes e incorporando elementos casi medievales: caballeros con armadura, un temible dragón,  la parábola bíblica, Mando en el vientre de la ballena, y el  elemento occidental de "vaqueros" e "indios" que se unen contra una amenaza común. Ese giro es muy de “Star Wars”, pues ahí se enfatiza la unión de especies al servicio de un bien mayor. 

“The Mandalorian” está demostrando ser capaz de expandir el universo con más respeto y mejores aciertos que las secuelas que hemos visto en el cine o la TV. Hasta es capaz de incluir a las denostadas precuelas en su argumento y aún así, despertar interés cada semana, generar debates y análisis sobre el tratamiento de esta historia que ya logró que Disney anunciara dos spin-off gracias al hombre del casco que (no sabemos!) ha desarrollado sentimientos ante un Grogu cautivo y que, ahora, será el centro de la acción de la tercera temporada. Lo que sí sabemos es que se vienen más episodios con batallas muy bien coreografiadas, con poderosa música de Ludwig Goransson y fantásticos dibujos post créditos, elementos  que podrían transformar a “The Mandalorian” en un nuevo clásico  de esta “new era Star Wars”, con tintes de western y que vale la pena seguir explorando.

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