Después del espectacular penúltimo episodio simplemente no
sabíamos qué podía pasar, no sabíamos si ya estábamos en presencia del futuro
Saul o todavía ese hombre seguía siendo ese niño que se niega a crecer.
Para mí, “Better Call Saul” se ha desarrollado como un
libro de aventuras de los ‘80, porque sabemos que el destino de Jimmy será el
de acabar, finalmente, como Saul Goodman, pero nunca nos dijeron que esto iba a
ser rápido. A diferencia de mucha crítica y seriéfilos que ansían ese
cambio, la sensación que me produce Jimmy es tan enternecedora, de un tipo que
no teme al ridículo ni a la articulación de curiosos sistemas para conseguir
clientela y eso le da un aura especial, no hay oferta de ese tipo de personajes.
Cuando “Better Call Saul” fue anunciado, se dijo que iba a ser una
comedia, pero el espectáculo entregado por Vince Gilligan y Peter Gould ha
estado más cerca de una tragicomedia. Y ésta no se pudo mostrar mejor esta
temporada que en la relación entre Jimmy y Kim, que elevó la serie en todas sus
aristas, reforzó todas las líneas; menos es más y haberse enfocado en los
buenos diálogos que tuvo Rhea Seehorn le dio plus y ritmo a la serie. Cada
momento romántico entre ambos, la unión de todas las escenas con Mike y Kaylee,
son otras dinámicas de estos personajes que aún no han entrado en la órbita “Breaking
Bad”. Y no se equivoque, aunque Jimmy no se ha convertido en Saul tan rápido
como usted quisiera, el mundo “Breaking Bad” se acerca, de a poco. En
la primera temporada nadie daba un peso por la pareja Kim-Jimmy, pero a medida
que nos fueron enganchando dio para pensar que ella, siendo una abogada honesta,
podía dejarse llevar por el lado corrupto de Jimmy. Finalmente son socios, a
veces con sonrisas forzadas por parte de ella. Esta sociedad y cómo se
transformará la relación cuando el logro profesional se entrecruce, será otra
variante muy interesante para la season 3.
La idea central de esta temporada fue cómo Jimmy podía recuperar
un gran cliente para Kim y para ello fue capaz de urdir un acto de sabotaje para
con su propio hermano. Y funcionó, excepto que Chuck era demasiado
inteligente y logró descifrar la espiral; más allá de eso, en esta temporada
aparecieron recuerdos del padre y la madre de estos hermanos, donde se percibió
una preferencia hacia el incompetente Jimmy, algo que, ya sabemos, sacó de su
foco a Chuck de por vida…ah! y esa grabación de la escena final ¿tiene el peso
suficiente para hacerlo cambiar de identidad? Me la juego por que NO.
¿Y Mike?
El otro gran protagonista de la primera temporada fue Mike,
aunque dejó todo sin hacer. En esta segunda sesión, mientras seguía
preocupándose mucho de su nuera y nieta, su plan fue acabar con Héctor
Salamanca. Él lo ideó todo de manera cuidadosa y estudiada, con la
esperanza de escapar con el dinero. Pero luego se entera que un “buen samaritano”
quedó con una bala en la cabeza y esto arrolló su conciencia. No logró el
cometido porque alguien se le cruzó en el ángulo y no lo dejó disparar, alguien
que le advirtió con un “No lo hagas” pegado a su parabrisas. Sabemos quién es,
pero no sabemos hasta dónde Mike podrá estirar el elástico a su favor.
Esta segunda temporada elevó a “Better Call Saul” a
la posición de uno los mejores espectáculos de televisión de este año. Si bien
la dirección del episodio final careció de emoción y se filmó como un “Continuará…”,
el resto de los episodios nos tuvieron muy atentos y más de alguno estará en la
lista de los mejores episodios de 2016 (para mí, el capítulo 9 fue una joya). Los
paisajes desolados de Nuevo México, bellamente filmados por el director de fotografía
Arthur Albert, dieron el sigilo que la mafia fronteriza necesita, y mientras
Bob Odenkirk y Jonathan Banks han hecho todo el trabajo para repetir sus
nominaciones a los Emmy, Rhea Seehorn y Michael McKean, definitivamente, deben
unirse. El elenco se afianzó y le dio rostro y personalidad a esta
precuela que, como nunca pasa, podría llegar a ser tan poderosa como su “madre”.
Tal vez “Better Call Saul” no tuvo el final de
temporada que ustedes tanto ansían, pero durante la trama se mostraron dramas
complejos de seres imperfectos y eso le permitió crecer más en su equilibrio de
humor, tristeza y nostalgia ante uno de los espectáculos más exitosos en la
historia de televisión.
gran serie, creciendo
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