viernes, 22 de abril de 2016

BETTER CALL SAUL, temporada 2: Un tremendo “Continuará…”

 Pareciera que la segunda temporada de “Better Call Saul” recién comenzó…pero ya acabó. Porque aunque tiene más episodios que “Happy Valley” y el mismo número de capítulos de “American Crime Story”, simplemente esta temporada se sintió con vértigo, pero siempre necesitamos más, porque la producción ha jugado muy bien su principal carta: saber cuándo Jimmy será Saul y cuál será el motivo que propiciará ese cambio.


Después del espectacular penúltimo episodio simplemente no sabíamos qué podía pasar, no sabíamos si ya estábamos en presencia del futuro Saul o todavía ese hombre seguía siendo ese niño que se niega a crecer. 
Para mí, “Better Call Saul” se ha desarrollado como un libro de aventuras de los ‘80, porque sabemos que el destino de Jimmy será el de acabar, finalmente, como Saul Goodman, pero nunca nos dijeron que esto iba a ser rápido. A diferencia de mucha crítica y seriéfilos que ansían ese cambio, la sensación que me produce Jimmy es tan enternecedora, de un tipo que no teme al ridículo ni a la articulación de curiosos sistemas para conseguir clientela y eso le da un aura especial, no hay oferta de ese tipo de personajes. Cuando “Better Call Saul” fue anunciado, se dijo que iba a ser una comedia, pero el espectáculo entregado por Vince Gilligan y Peter Gould ha estado más cerca de una tragicomedia. Y ésta no se pudo mostrar mejor esta temporada que en la relación entre Jimmy y Kim, que elevó la serie en todas sus aristas, reforzó todas las líneas; menos es más y haberse enfocado en los buenos diálogos que tuvo Rhea Seehorn le dio plus y ritmo a la serie. Cada momento romántico entre ambos, la unión de todas las escenas con Mike y Kaylee, son otras dinámicas de estos personajes que aún no han entrado en la órbita “Breaking Bad”. Y no se equivoque, aunque Jimmy no se ha convertido en Saul tan rápido como usted quisiera, el mundo “Breaking Bad” se acerca, de a poco. En la primera temporada nadie daba un peso por la pareja Kim-Jimmy, pero a medida que nos fueron enganchando dio para pensar que ella, siendo una abogada honesta, podía dejarse llevar por el lado corrupto de Jimmy. Finalmente son socios, a veces con sonrisas forzadas por parte de ella. Esta sociedad y cómo se transformará la relación cuando el logro profesional se entrecruce, será otra variante muy interesante para la season 3.
La idea central de esta temporada fue cómo Jimmy podía recuperar un gran cliente para Kim y para ello fue capaz de urdir un acto de sabotaje para con su propio hermano. Y funcionó, excepto que Chuck era demasiado inteligente y logró descifrar la espiral; más allá de eso, en esta temporada aparecieron recuerdos del padre y la madre de estos hermanos, donde se percibió una preferencia hacia el incompetente Jimmy, algo que, ya sabemos, sacó de su foco a Chuck de por vida…ah! y esa grabación de la escena final ¿tiene el peso suficiente para hacerlo cambiar de identidad? Me la juego por que NO.


¿Y Mike?
El otro gran protagonista de la primera temporada fue Mike, aunque dejó todo sin hacer. En esta segunda sesión, mientras seguía preocupándose mucho de su nuera y nieta, su plan fue acabar con Héctor Salamanca. Él lo ideó todo de manera cuidadosa y estudiada, con la esperanza de escapar con el dinero. Pero luego se entera que un “buen samaritano” quedó con una bala en la cabeza y esto arrolló su conciencia. No logró el cometido porque alguien se le cruzó en el ángulo y no lo dejó disparar, alguien que le advirtió con un “No lo hagas” pegado a su parabrisas. Sabemos quién es, pero no sabemos hasta dónde Mike podrá estirar el elástico a su favor.
Esta segunda temporada elevó a “Better Call Saul” a la posición de uno los mejores espectáculos de televisión de este año. Si bien la dirección del episodio final careció de emoción y se filmó como un “Continuará…”, el resto de los episodios nos tuvieron muy atentos y más de alguno estará en la lista de los mejores episodios de 2016 (para mí, el capítulo 9 fue una joya). Los paisajes desolados de Nuevo México, bellamente filmados por el director de fotografía Arthur Albert, dieron el sigilo que la mafia fronteriza necesita, y mientras Bob Odenkirk y Jonathan Banks han hecho todo el trabajo para repetir sus nominaciones a los Emmy, Rhea Seehorn y Michael McKean, definitivamente, deben unirse. El elenco se afianzó y le dio rostro y personalidad a esta precuela que, como nunca pasa, podría llegar a ser tan poderosa como su “madre”.

Tal vez “Better Call Saul” no tuvo el final de temporada que ustedes tanto ansían, pero durante la trama se mostraron dramas complejos de seres imperfectos y eso le permitió crecer más en su equilibrio de humor, tristeza y nostalgia ante uno de los espectáculos más exitosos en la historia de televisión.

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