jueves, 1 de junio de 2017

EL CINE DE RUBEN ÖSTLUND, el nuevo niño mimado de la dirección

En el actual cine nórdico existe un creciente interés por mostrar el grado de parálisis que podemos encontrar en esa sociedad, donde el Estado ejerce un papel relevante en la planificación social de los ciudadanos. Ante su reciente triunfo en Cannes, todos quieren saber quién es Ruben Östlund, por lo que este resumen pretenderá describirlo como creador de personajes cegados por dilemas morales y sociales, dilemas que usa como una forma de involucrar al público en esos mismos temas.


Casi nadie sabía quién era Ruben Östlund. El descubrimiento sucedió hace poco (dos años), después del estreno de “Fuerza Mayor”, la que había sido parte de Cannes, en 2014, y donde alcanzó el Premio del Jurado en la sección “Un Certain Regard”; también pasó por el festival de Sevilla (Premio Guiraldillo de Oro y Mejor Guión) y quedo fuera, a última hora, de la quina del Oscar a Mejor Film Extranjero.
Fue entonces cuando los más cinéfilos empezaron a buscar su filmografía y, la mayoría, dio con “Play” (2011), la que fue presentada en la “Quincena de Realizadores” de Cannes.

Pero la historia de Östlund parte mucho antes, incluso con un cortometraje ganador del Oso de Oro en Berlín.

Su propuesta:
Se basa en la habilidad para mostrar los vaivenes de la creencia nórdica acerca de la, aparente, paridad sexual de una sociedad avanzada. Sin embargo, sus primeras películas fueron trabajos de cine deportivo: muchas pistas de nieve, aderezado con mucha música, tomas en plano general de descensos de montaña, velocidad, temeridad. Esto era meritorio hasta que aparecieron las GoPro, pero igual los contenidos fueron lo suficientemente interesantes para que lo aceptaran en la escuela de cine de Göteborg.
Como nadie quería financiar sus trabajos (qué raro) decidió iniciar su propia productora (Plattform) y allí comenzar una ruta que, ahora, lo tiene en la mira de todo el cine.

Hicimos una rápida revisión para que sepan quién es Ruben Östlund y cuál es la fuerza de su propuesta: 

Family Again (2002)
Los padres de Östlund protagonizan este documental sobre sus vidas y sobre su divorcio, cuando el director era un adolescente. ¿Cine terapia?, ¿psicolanálisis en gran pantalla?. El resultado es puro cine directo, sin perder el tono familiar y sin miedo a las preguntas que siempre dan miedo: ¿por qué te fuiste?, ¿había un amante?, ¿pudiste vivir sin saber de mi todos los días?.

https://vimeo.com/140440013


The Guitar Mongoloid (2004)
Jöteborg fue una ciudad inventada por Östlund para situar esta película, de estilo falso documental. Un film muy punk, ya que el protagonista es un músico callejero que sirve de guía para todo lo que se va contando. Erick Rustström (el protagonista y real músico de la calle) grita sus canciones y toca la guitarra como si no necesitara nada más en el mundo. Ganó el Premio de la Crítica FIPRESCI del Festival Internacional de Moscú.



Involuntary (2008)
Película de episodios. El director decidió saltarse el esquema de películas lineales, muy norteamericanas, para dar paso a una estructura de "colección de historias" o de libro de relatos. Está la del treintañero borracho, la de una profesora con aspiraciones de líder, la de dos quinceañeras metidas en un gran lío etc; cada historia cuenta con la premisa de descubrir si nos aceptamos como somos, si somos realmente libres, si podemos o no estar solos.



Play (2011)
Gracias a esta película, un diario sueco escribió un artículo titulado “Las 47 razones por las que lloré cuando vi la película “Play”, de Ruben Östlund”. La tildaron de racista y causó cierto revuelo nacional, con opiniones a favor y en contra; pero lo que no se puede negar es que es excelente en su estilo de “película ­espejo” al retratar el poder y la lucha de clases. Se inicia con una cámara fija, en un extraño y poco cinematográfico plano sobre un centro comercial, como si Östlund quisiera imitar a la cámara de seguridad de ese Mall; la imagen muestra la interacción entre un grupo de niños de origen africano y otro de ascendencia nórdica. El contraste no sólo es evidente en el color de la piel y en la ropa de ambos, sino en la seguridad con la que unos y otros se manifiestan. Östlund construye un incómodo relato sobre la integración racial.




Fuerza Mayor( 2014)
Un gran suceso. Turistas suecos perdiendo su dignidad en un centro de esquí. Eso es lo que sucede en esta película. Si el cine nórdico nos acostumbró al derrumbe moral y a las miserias del ser humano, Östlund insiste y entrega un despiece de la pareja, de la familia, del Estado, del bienestar, de todo lo que somos. Gran película, puro diseño, perfección de líneas y el derrocamiento del papel, estereotipado, del padre como héroe, cuando una crisis  ataca a la familia.  




The Square (2017)
Acaba de ganar Cannes y le otorga pasajes a este director para seguir construyendo proezas cinematográficas. Su estreno en Chile (muy pronto) está confirmado.




Ruben Östlund es una de las voces más distintivas del cine sueco actual. ya ha dejado clara su impronta de diseccionar, con humor y precisión, las miserias y contradicciones de la sociedad contemporánea. En su guión todo está siempre a punto de romperse en mil pedazos, lo que igual le da tiempo de inducir su psicología y su cámara exquisita, porque Östlund goza filmando, y lo hace muy bien.


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